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lagunex escribió:Sin duda, uno de los temas de mayor controversia en la comunidad es el del Celibato. Con estos artículos se da a entender de una forma clara las razones por las cuales los padres de la Iglesia Católica lo siguen practicando.
Por otro lado, y ahora con ganas de generar un poco de discusión sana (sin ánimos de ofender), creo personalmente que no tendría nada de mano que los sacerdotes puedan ordenarse estando casados (u ordenarse y casarse).
Entiendo que el artículo muestra que el celibato no es una obligación sino una acción voluntaria pero aquí no termino de estar de acuerdo. Si alguien del seminario tiene una vocación sacerdotal, no puede recibir el sacramento de la orden mientras no acepte el celibato. Por lo tanto es "voluntario" (porque nadie te obliga con una pistola en la cabeza, por decirlo así) pero "requisito" a la vez.
Estoy de acuerdo con que al decidir no formar una familia tradicional, el futuro sacerdote dispondrá de más tiempo y dedicación a la labor de Dios, enseñando y ayudando. Sin embargo, creo que alguien casado puede aportar igualmente un valor inmenso, manteniendose en los límites de su disponibilidad y dentro de la comunidad a la que pertenece.
En definitiva, que no tengo nada en contra del celibato y que admiro a quienes voluntariamente han tomado ese camino (tanto sacerdotes como laicos), así como defiendo su postura ante los que lo ven como un "sin sentido". Sin embargo, no veo por qué deba ser un requisito para el sacerdocio.
¿Qué opinan?
Cambiando un poco de tema, también me gustaría abrir el debate sobre el sexo del sacerdote. Sé que este artículo no lo menciona pero en el temario no encontré otra semana que volviera a tratar el tema del sacerdocio.
No he leído la Biblia con detalle, así que puede que esté dejando de lado algo, pero no recuerdo que explícitamente Jesús haya decidido que sólo podían ser hombres. Está claro que los 12 apóstoles fueron hombres, pero entendiendo que en ese entonces las costumbres eran muy machistas (limitando la participación pública de las mujeres) me parece lo normal. Mantener ese contexto histórico hasta nuestros días no lo veo correcto.
He escuchado argumentos como "pues porque Jesús fue hombre" o de nuevo "porque los apóstoles eran hombres" pero ningún referencia a una prohibición explícita a las mujeres. Teniendo ellas una participación tan importante en la vida de Jesús (la Virgen María, María Magdalena, que sean ellas las que lo sepulten y ellas las primeras en verlo resucitar, entre otras) no veo por qué no puedan ordenarse, confesar, celebrar Misa, etc.
¿Existe una prohibición directa (indicada por Jesús) hacia la ordenación de mujeres? En este artículo (y en los anteriores) hemos aprendido que Él instituyó el sacerdocio para mantener la Iglesia y que dio el don de transmitir esa misión (lo cual hacen los apóstoles mediante la imposición de manos) pero no veo ningún tipo de prohibición más allá de la decisión personal de los apóstoles.
hermanodeasis escribió:Ser sacerdote es un privilegio, es un don, un regalo del mismiso CREADOR, no se puede mezclar con las cosas del mundo, no tiene logica,...el sacerdote debe vivir como CRISTO, para las cosas del PADRE, para servir a su hermano, para guiarlo... ser padre de familia, lo es cualquiera...... para ser sacerdote se necesita mucho mas que amor fraternal...
ignaciodeantioquia escribió:La Iglesia en sus orientales han mantenido la tradición de permitir que casados puedan ser ordenados. Pero los célibes que se ordenan ya no pueden casarse, y los Obispos son escogidos únicamente de los célibes. Podemos encontrar justificaciones para decir que un sacerdote se pueda casar, pero imagina lo que debe ganar un sacerdote para mantener una familia, cuando quiera vacaciones por los hijos y no pueda viajar, cuando Obispo lo deba trasladar y por la familia no pueda, cuando la familia necesite tiempo y no pueda. Por eso, la Iglesia ha determinado como Maestra que el celibato es una medida disciplinar necesaria y positiva. ¿Se puede cambiar? claro, pero la Iglesia no lo hace siguiendo el ejemplo de Cristo.
Nuevamente, la Iglesia no puede ordenar mujeres porque no recibió esa potestad de Cristo. El Papa Juan Pablo II lo dejó claro en su Carta Apostólica [url=http://www.mscperu.org/vocacion/sacerdocio/ordinatio_mujer.htm]CARTA APOSTÓLICA
ORDINATIO SACERDOTALIS[/url]
(...)
Hermano, como católico aceptamos la enseñanza de la Iglesia. Lee la Carta Apostólica y pídele a Dios que te dé la capacidad de entender lo que él ha revelado a su Cuerpo Místico: la Iglesia
.83 En este punto, nuestro corazón se vuelve con paterno amor, con gran estremecimiento y dolor hacia aquellos desgraciados, mas siempre amadísimos y queridísimos hermanos nuestros en el sacerdocio, que manteniendo impreso en su alma el sagrado carácter conferido en la ordenación sacerdotal, fueron o son desgraciadamente infieles a las obligaciones contraídas al tiempo de su consagración.
Su lamentable estado, y las consecuencias privadas y públicas que de él se derivan, mueven a algunos a pensar si no es precisamente el celibato propiamente responsable en algún modo de tales dramas y de los escándalos que por ellos sufre el pueblo de Dios. En realidad, la responsabilidad recae no sobre el sagrado celibato en sí mismo, sino sobre una valoración a su tiempo no siempre suficiente y prudente de’ las cualidades del candidato al sacerdocio o sobre el modo con que los sagrados ministros viven su total consagración
La soledad humana del sacerdote, origen no último de desaliento y de tentaciones, sea atendida ante todo con vuestra fraterna y amigable presencia y acción (47) Antes de ser superiores y jueces, sed para vuestros sacerdotes maestros, padres,. amigos y hermanos buenos y misericordiosos, prontos a comprender, a compadecer, a ayudar. Animad por todos los modos a vuestros sacerdotes a una amistad personal y a que se os abran confiadamente, que no suprima, sino que supere con la caridad pastoral el deber de obediencia jurídica, a fin de que la misma obediencia sea más voluntaria, leal y segura. Una devota amistad y una filial confianza con vosotros permitirá a los sacerdotes abriros sus almas a tiempo, confiaros sus dificultades en la certeza de poder disponer ‘siempre de vuestro corazón para confiaros también las eventuales derrotas, sin el servil temor del castigo, sino en la espera filial de corrección, de perdón y de socorro, que les animará a emprender con nueva confianza su arduo camino.
SERGIO CHAVEZ escribió:Debido a un error de publicacion de los temas 3 y 4, primero publicaron el 4 y por eso hasta ahora realizo mi comentario del tema 3; pero como se dice en las matematicas el orden de los factores no altera el producto.
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