Estimado en Cristo enriman:
Pues consiste en eso que queda plasmado en el texto que puse en el mensaje anterior (donde dice "Discernimiento e Integración").
Básicamente consiste en entender que hay que ser intransigentes con el pecado, pero tolerantes con el pecador. En entender que la Doctrina no es una cosa gratuita y moldeable que podamos modificar al gusto y necesidad del momento, sino un Regalo de Dios que nos muestra el Camino de nuestra Salvación, que es Cristo. Si la modificamos, modificamos a Cristo y nos creamos nuestro propio ídolo en lugar de Él, un ídolo que, como todas las obras de nuestras propias manos, no nos puede salvar, y entonces nos volvemos a perder.
Pero a la vez, de nada sirve un camino lejano y que nadie puede recorrer. Cristo VINO al mundo para estar CERCA de nosotros, y así poder REDIMIRNOS desde ESTA nuestra realidad PECADORA; y no es entonces justo que pretendamos alejarlo de nuestros hermanos que más lo necesitan haciéndole parecer irremediablemente perdido y/o inalcanzable.
Volviendo al ejemplo de los divorciados en segunda unión. El Papa hace poco (en el vuelo de regreso de su viaje a México) se refereía al problema en estos términos:
Y una tercera cosa interesante, en el encuentro con las familias en Morelia – no: ¿fue en Morelia? No … en Tuxtla, en Tuxtla – había una pareja de vueltos a casar en segunda unión, integrados en la pastoral de la Iglesia … Y la palabra-clave que usó el Sínodo – y yo retomaré – es “integrar en la vida de la Iglesia a las familias heridas, a las familias de los vueltos a casar”, y todo esto. Pero no olvidarse de que los niños están al centro, ¿eh? Son las primeras víctimas, ya sea de las heridas que de las condiciones de pobreza, de trabajo, de todo esto …
¿Significa que podrán recibir la comunión?
Esta es una cosa... Integrar en la Iglesia no significa “recibir la comunión”, porque conozco católicos vueltos a casar que van a la iglesia una vez al año, dos veces: “¡Pero, quiero hacer la comunión!”, como si la comunión fuese una condecoración, ¿no? Un trabajo de integración … todas las puertas están abiertas. Pero no se puede decir, solamente hasta aquí, “pueden hacer la comunión”. Esta sería también una herida a los matrimonios, a la pareja, porque no los hará cumplir aquel camino de integración. Y estos dos ¡eran felices! Y han utilizado una expresión muy hermosa: “Nosotros no hacemos la comunión eucarística, pero hacemos comunión en la visita al hospital, en esto, en aquello …”. Su integración está ahí. Si hay algo más, el Señor dirá, pero … es un camino …
Ahí lo dice el Papa, la palabra clave es "Integración". Y es que eso es lo que se quiere: que el pecador sea integrado a la Iglesia para poder ser REDIMIDO por Cristo a través de Ella. NO se pretende decirle al pecador: "tú estás bien, puedes seguir en tu pecado, no importa, Cristo está obligado a redimirte con todo y pecado si es que quiere tener seguidores". ¿Sería eso acaso una redención? Pues está claro que no. El objeto es que la persona se acerque a la Iglesia y encuentre en Ella a Cristo que le puede Ayudar a SUPERAR y vencer ante TODA situación de pecado. Pero tampoco debe ocurrir que se le diga al pecador: "estás manchado, estás impuro, no puedes ni acercarte hasta que no estés perfectamente limpio" pues ¿cómo podría él solo limpiarse así, completamente alejado de Cristo, que es el ÚNICO que lo puede REALMENTE limpiar? Es tanto como pedirle que encuentre la Salvación fuera de la Iglesia, fuera de Cristo, y es evidente que esto contradice la esencia de la Redención de Cristo tanto como lo anterior.
Ciertamente lo que aparta de la Iglesia es la
obstinación en el pecado. Por eso es que son inválidos esos argumentos de quienes dicen: "se perdona a personas que maltrataron niños, a asesinos seriales, etc. pero no se perdona a quien tan solo cometió un error debido a su juventud e inexperiencia y se acabó divorciando". Eso es una falacia, porque de hecho la separación matrimonial (incluyendo un divorcio civil cuando este es aconsejable por una razón seria) puede llegar a darse sin siquiera constituir un pecado ni implicar entonces ninguna separación de la vida de la Iglesia ni ninguna necesidad de perdón. Incluso una infidelidad matrimonial puede ser perdonada puntualmente sin el menor problema. El problema no está ahí, sino en el crear una sitaución alterna que ofende al Matrimonio legítimo y que se
sostiene sistemáticamente en el tiempo. Por eso es una falacia decir que se perdona al asesino serial en ese contexto, porque la comparación sería hablar de un asesino serial que sigue matando y no quiere dejar de matar. A este por supuesto que no se le puede perdonar mientras mantenga esa actitud.
Pero también en esto hay que distinguir muy bien al auténticamente obstinado que quiere imponer criterios egoistas y que pertende que la Iglesia lo siga en ello (donde se ve que evidentemente no está buscando ninguna Salvación o Redención sino tan solo quiere que se convalide y apruebe su actitud egoísta); respecto de aquel que NO QUIERE permanecer en el pecado, no quiere seguir en esa situación de conflicto, pero que simplemente no encuentra ya una salida que realmente resuelva todas las aristas de una problemática compleja en la que ha caido. Situaciones tales como cuando se tienen nuevos hijos en la segunda unión, en la cual quizá hasta los hijos del Matrimonio original ha sido acogidos con cariño, y un rompimiento pasaría por afectar adicionalmente a todos esos niños. Puede ocurrir incluso que esta persona sepa que si conviven "como hermanos" es decir SIN realizar actos propios y exclusivos de la unión conyugal, entonces desaparecerían las ofensas al Matrimonio, desapareceria la situación de pecado, y no habría ya problema en simplemente acudir a la Reconciliación por los pecados pasados y podría recibir regularmente la Sagrada Comunión Eucarística. Pero sabe también la persona que su nueva pareja no está en condiciones de entenderlo, por lo que intentar pedirle eso podría ser la causa y detonante de ese tan temido rompimiento que tanto daño adicional podría ocasionar.
El moralista dirá: "ni modo, ¿para qué se mete en esos problemas? debe asumir con valentía su responsabilidad y hacer lo que dice la Doctrina sin importar a quién pueda afectar".
¿Es esto realmente lo que Cristo Quiere? ¿que no nos importe en lo absoluto a quién y cómo afectan nuestras acciones? ¿vino a Redimirnos para multiplicar nuestros sufrimientos? ¿no es el sábado para el hombre y NO el hombre para el sábado? ¿no vino Él a Quitar el pecado del mundo junto con todo el sufrimiento que ocasiona?
Pero el sábado (la Doctrina) ESTÁ y es PARA el hombre. No podemos ignorarlo. El hombre NO encontrará JAMÁS su felicidad perpetuando y reforzando las situaciones de pecado. ¿Qué hacer entonces?
Bueno, pues es justamente ahí donde la INTEGRACIÓN puede ayudar muchísimo. Pues, por ejemplo, si esa pareja comienza a integrarse a la vida de la Iglesia, comienza a conocer y entender profundamente la Doctrina de Cristo y sus RAZONES, puede entonces LLEGAR A ENTENDER porqué la solución a su situación pasa necesariamente por ese "vivir como hermanos", puede llegar a endenter porqué la Iglesia pide eso, puede llegar a entender en dónde está la bondad de ello, pueden hasta enterarse de que hay parejas de legítimos esposos cuyas circunstancias son muy diferentes, pero TAMBIÉN implican que se abstengan de los actos conyugales; y pueden, sobre todo, encontrar en la Iglesia LA FUERZA DE CRISTO necesaria para realizar lo que indudablemente serán SACRIFICIOS personales MUY SIGNIFICATIVOS.
¿Podemos soñar en que eso mismo pudiera ocurrir FUERA de la Iglesia? ¿acaso pensamos que estar continuamente expuestos a un mundo egoista que simplemente les dirá que se olviden de esa comunidad de "hombres viejos y perversos que no hacen sino abusar de los niños" y se dediquen a vivir su vida a su propio gusto los podrá llevar de alguna manera a entender porqué es necesario que dejen de convivir como cónyuges y les de fuerza para hacerlo de tal manera que puedan, recién entonces, "presentarse limpios para ser readmitidos por la Iglesia"? ¡pues por supuesto que no!
Es EN la Iglesia donde estas personas que QUISIERAN hacer lo correcto, pero que no saben ni tienen fuerzas para hacerlo, podrán encontrar EN CRISTO la fuerza y el conocimiento necesario para enderezar el camino. Pero eso NO PUEDE ocurrir si:
a) Se les niega todo contacto con la Iglesia hasta que se "auto-rediman" como hemos descrito
b) o se les solapa en su pecado y se les dice que todo está muy bien, que no hacen nada malo sino son meras "víctimas de las circunstancias" y que nada tienen entonces que cambiar.
Por eso esa visión integral NO ES ni la de excluirles completamente ni la de integrarlos sin más desechando para ello la Doctrina. Sino es entender que la Perfección y Santidad de la Doctrina es PARA Salvar al hombre y Redimirlo. Por tanto, debe integrarse a la persona tanto como sea posible para que EN CRISTO encuentre el CAMINO para SALIR de su pecado.
Y como se puede aplicar esto al ejemplo que hemos propuesto de las personas divorciadas en segundas uniones, se puede aplicar a muchísimos otros casos.
Que Dios te bendiga.