por eduarod » Dom Ene 31, 2016 2:48 am
Estimado en Cristo apiter:
En efecto, como tú mismo lo has señalado, por lo que sabemos en función de lo que nos narran los Evangelios, sobre todo antes de Su Vida Pública, Jesús llevaba una vida relativamente normal (pero humilde y sencilla). Al iniciar Su Vida Pública, recuerda que El Espíritu Le Movió a Retirarse a Orar en el desierto durante 40 días (de donde surge el periodo de la Cuaresma que estamos ya cerca de iniciar), donde fue tentado y Él Venció al tentador; precisamente si esos 40 días contrastan respecto a Su Vida anterior, es porque Su Vida anterior era mucho más ordinaria. Posteriormente viene ya lo que mayormente nos narran los Evangelios, que es Su Vida Pública, donde mayormente se trató de una Vida de Predicación y Anuncio del Evangelio, aunque por supuesto los propios Evangelios nos narran situaciones de Retiro y Oración. Sin embargo, recuerda que aún entonces se habla de que Asistía a comidas y de que los fariseos le criticaban porque "comía y bebía", obviamente con moderación en un perfectamente recto uso de la templanza, pero aún esto a esos fariseos les parecía demasiado escandaloso como para reconocer que siquiera un profeta ordinario pudiera tener tal clase de vida, mucho menos imaginaban así al mismísimo Mesías. Sin caer en esa hipocresía farisaica, ni mucho menos pensar que Jesús era un fiestero empedernido o cosa remotamente parecida, lo que eso nos da a entender es que, aún ya en Su Vida Pública, junto con la Predicación y la Oración, ciertamente Jesús Participaba de eventos ordinarios en la vida de la gente de ese tiempo y lugar.
Claro que la Vida de Jesús pudo ser MUY distinta de como la pueda imaginar un director de cine; pero lo que si es correcto es la idea central que se trata de transmitir de que no debemos caer en ese fariseismo de pensar que Jesús solo podría haber tenido una vida 100% dedicada a la oración y la meditación. Si bien hay que señalar que un verdadero cristiano puede ser, como se lo pidiera San Ignacio a los Jesuitas: "contemplativo en la acción"; es decir, que no es necesario retirarse a un oratorio o a un lugar callado para dedicarse completamente a orar. Sino es posible (y muy bueno y deseable) estar CONTINUAMENTE en oración independientemente de cualquier otra actividad que esté uno realizando.
Obviamente si San Ignacio podía hacer eso, con mucho mayor razón Jesús Podía (y seguramente así siempre lo hizo) permanecer en esa forma de Oración continua mientras Predicaba o asistía a algún evento.
Que Dios te bendiga.