1. ¿Qué relación existe entre Eva y la Virgen María en la obra de la redención? Tanto Eva como la Santísima Virgen María fueron creadas por Dios con su grande amor. Sólo que Eva mujer de Adán, quienes fueron los primeros padres emprendieron el camino del pecado; Eva junto con Adán fueron creados p ara transmitir el amor de Dios, para que la acción Divina de Dios se manifestará en la obediencia, misma que no llego a la perfección de Dios por el pecado cometido con la desobediencia.
Por lo cual Dios en su obra salvífica quiso crear una nueva pareja al nuevo Adán, el Hijo de Dios y a la nueva Eva nuestra Santísima Madre, que en colaboración con Jesucristo devolvería al género humano su dignidad originaria.
María, nueva Eva, se convierte así en icono perfecto de la Iglesia. En el designio divino, representa al pie de la cruz a la humanidad redimida que, necesitada de salvación, puede dar una contribución al desarrollo de la obra salvífica.
2. ¿Por qué se dice que la Iglesia en María ya alcanzó la perfección?
La Santísima Virgen María ya alcanzó la perfección puesto que ella con gran amor, humildad, y obediencia siempre acepto la Voluntad de Dios, con total entrega y disposición sin ningún dobles, sin dobles caras, con un alma limpia y pura, y como el tema lo describía sin mancha ni arruga. Ella es un modelo de virtudes, es verdaderamente corredentora, es la Siempre Virgen, la mujer perfecta, que se entrega en su totalidad a Dios, olvidándose de sí, para atender la misión que el mismo Dios le ha encomendado.
Es nuestro ejemplo de Fe, esperanza, humildad, obediencia, amor, disponibilidad, de sufrimiento, de bondad, es el ser más maravilloso que logra en sí todo para que se manifieste en ella la obra Salvífica de Dios, que con todo su amor, la ha creado a imagen y semejanza del mismo Dios….en quien se cumplen ese Plan de Salvación y redención. Y por medio de ella nace nuestro redentor el cual une cielo y tierra, Dios con el hombre, gracias a su humilde y grandioso “Si” hágase según tu palabra”.
Porque María, que habiendo entrado íntimamente en la historia de la Salvación, en cierta manera en sí une y refleja las más grandes exigencias de la fe, mientras es predicada y honrada atrae a los creyentes hacia su Hijo y su sacrificio hacia el amor del Padre.