“La Iglesia existe para evangelizar” constituye una expresión, ya clásica, de Pablo VI en la Exhortación Apostólica Evangelii nintiandi, y es la respuesta operativa de la Iglesia al mandato de Cristo de predicar el Evangelio. La Revelación de Dios se transmite a los hombres de todos los tiempos por medio de la evangelización. En este curso capítulo queremos presentar cómo se sitúa en la misión de la Iglesia las tareas a las que se refiere la catequesis y la evangelización religiosa escolar, ámbitos privilegiados de la evangelización.
Situación de la catequesis: vitalidad y problemas Muchos son los aspectos positivos de la catequesis en estos últimos años, que muestran su vitalidad. Entre ellos cabe destacar:
– El gran número de sacerdotes, religiosos y laicos que se consagran con entusiasmo y constancia a la catequesis. Es una de las acciones eclesiales más relevantes.
– También hay que destacar el carácter misionero de la catequesis actual y su tendencia a asegurar la adhesión a la fe por parte de los catecúmenos y de los catequizandos, en medio de un mundo donde el sentido religioso se oscurece. En esta dinámica se toma clara conciencia de que la catequesis debe adquirir el carácter de la formación integral, y no reducirse a una mera enseñanza: deberá empeñarse, en efecto, en suscitar una verdadera conversión.(54)
– En sintonía con lo anterior, tiene extraordinaria importancia el incremento que va adquiriendo la catequesis de adultos (55) en el proyecto de catequesis de numerosas Iglesias particulares. Esta opción aparece como prioritaria en los planes pastorales de muchas diócesis. Igualmente, en algunos movimientos y grupos eclesiales ocupa un lugar central.
– Favorecido sin duda por las orientaciones recientes del Magisterio, el pensamiento catequético ha ganado, en nuestro tiempo, en densidad y profundidad. En este sentido, muchas Iglesias particulares cuentan ya con adecuadas y oportunas orientaciones pastorales.
Algunos problemas, sin embargo, deben hoy ser examinados con particular cuidado, tratando de encontrar solución a los mismos:
– El primero se refiere a la concepción de la catequesis como escuela de fe, como aprendizaje y entrenamiento de toda la vida cristiana, concepción que no ha penetrado plenamente en la conciencia de los catequistas.
En lo que concierne a la orientación de fondo, el concepto de « Revelación » impregna ordinariamente la actividad catequética; sin embargo, el concepto conciliar de « Tradición » tiene un menor influjo en cuanto elemento realmente inspirador. De hecho, en muchas catequesis, la referencia a la Sagrada Escritura es casi exclusiva, sin que la reflexión y la vida dos veces milenaria de la Iglesia(56) la acompañe de modo suficiente. La naturaleza eclesial de la catequesis aparece, en este caso, menos clara. La interrelación entre la Sagrada Escritura, la Sagrada Tradición y el Magisterio, “cada uno a su modo”,(57) no fecunda aún de modo armonioso la transmisión catequética de la fe.
– Respecto a la finalidad de la catequesis, que trata de propiciar la comunión con Jesucristo, es necesaria una presentación más equilibrada de toda la verdad del misterio de Cristo. A veces se insiste sólo en su humanidad, sin hacer explícita referencia a su divinidad; en otras ocasiones, menos frecuentes en nuestro tiempo, se acentúa tan exclusivamente su divinidad que no se pone de relieve la realidad del misterio de la Encarnación del Verbo.(58)
– Acerca del contenido de la catequesis, subsisten varios problemas. Existen ciertas lagunas doctrinales sobre la verdad de Dios y del hombre, sobre el pecado y la gracia, y sobre los novísimos. Existe la necesidad de una más sólida formación moral; se advierte una inadecuada presentación de la historia de la Iglesia y una escasa relevancia de su doctrina social. En algunas regiones proliferan catecismos y textos de iniciativa particular, con tendencias selectivas y acentuaciones tan diversas que llegan a dañar la necesaria convergencia en la unidad de la fe.(59)
– « La catequesis está intrínsecamente unida a toda la acción litúrgica y sacramental ».(60) A menudo, sin embargo, la práctica catequética muestra una vinculación débil y fragmentaria con la liturgia: una limitada atención a los signos y ritos litúrgicos, una escasa valoración de las fuentes litúrgicas, itinerarios catequéticos poco o nada conectados con el año litúrgico y una presencia marginal de celebraciones en los itinerarios de la catequesis.
– En lo que concierne a la pedagogía, después de una acentuación excesiva del valor del método y de las técnicas por parte de algunos, no se atiende aún debidamente a las exigencias y originalidad de la pedagogía propia de la fe.(61) Se cae con facilidad en el dualismo « contenido-método », con reduccionismos en uno u otro sentido. Respecto a la dimensión pedagógica, no se ha ejercido siempre el necesario discernimiento teológico.
– Por lo que concierne a la diversidad de culturas en relación al servicio de la fe, está el problema de saber transmitir el Evangelio en el horizonte cultural de los pueblos a los que se dirige, de modo que pueda ser percibido realmente como una gran noticia para la vida de las personas y de la sociedad.(62)
– La formación al apostolado y a la misión es una de las tareas fundamentales de la catequesis. Sin embargo, mientras crece en la actividad catequética una nueva sensibilidad para formar a los fieles laicos para el testimonio cristiano, el diálogo interreligioso y el compromiso en el mundo, la educación en el sentido de la « misión ad gentes » es aún débil e inadecuada. A menudo, la catequesis ordinaria concede a las misiones una atención marginal y de carácter ocasional.
Algunos retos para la catequesis Para poder expresar su vitalidad y eficacia, la catequesis debe asumir, hoy, los siguientes desafíos y opciones:
– ante todo debe ser propuesta como un servicio fundamental, interior a la evangelización de la Iglesia, y con un acentuado carácter misionero;
– debe dirigirse a sus destinatarios de siempre, que han sido y siguen siendo los niños, los adolescentes, los jóvenes y los adultos, y debe hacerlo a partir, sobre todo, de estos últimos;
– a ejemplo de la catequesis patrística, debe moldear la personalidad creyente y, en consecuencia, ser una verdadera y propia escuela de pedagogía cristiana;
– debe anunciar los misterios esenciales del cristianismo, promoviendo la experiencia trinitaria de la vida en Cristo como centro de la vida de fe;
– debe considerar, como tarea prioritaria, la preparación y formación de catequistas dotados de una profunda fe.
Diferentes situaciones socio-religiosas ante la evangelización La evangelización del mundo se encuentra ante un panorama religioso muy diversificado y cambiante, en el que se pueden distinguir, fundamentalmente, « tres situaciones » (171) que piden respuestas adecuadas y diferenciadas.
a) La situación de aquellos « pueblos, grupos humanos, contextos socio-culturales, donde Cristo y su Evangelio no son conocidos, o donde faltan comunidades cristianas suficientemente maduras como para poder encarnar la fe en el propio ambiente y anunciarla a otros grupos ».(172) Esta situación reclama la misión ad gentes,(173) con una acción evangelizadora centrada, preferentemente, en los jóvenes y en los adultos. Su peculiaridad consiste en el hecho de dirigirse a los no cristianos invitándoles a la conversión. La catequesis, en esta situación, se desarrolla ordinariamente en el interior del catecumenado bautismal.
b) Hay, además, situaciones en que, en un contexto socio-cultural determinado, están presentes de manera muy significativa « comunidades cristianas dotadas de estructuras eclesiales adecuadas y sólidas, que tienen un gran fervor de fe y de vida; que irradian el testimonio del Evangelio en su ambiente, y sienten el compromiso de la misión universal ». (174) Estas comunidades necesitan una intensa acción pastoral de la Iglesia, puesto que son personas y familias con un hondo sentido cristiano. En tal situación, es necesario que la catequesis de niños, adolescentes y jóvenes desarrolle verdaderos procesos de iniciación cristiana, bien articulados, que les permitan acceder a la edad adulta con una fe madura, y que de evangelizados se conviertan en evangelizadores. También en estas situaciones, los adultos son destinatarios de modalidades diversas de formación cristiana.
c) En muchos países de tradición cristiana, y a veces también en las Iglesias más jóvenes, se da una «situación intermedia», (175) ya que en ella « grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio».(176) Esta situación requiere una nueva evangelización. Su peculiaridad consiste en que la acción misionera se dirige a bautizados de toda edad, que viven en un contexto religioso de referencias cristianas, percibidas sólo exteriormente. En esta situación, el primer anuncio y una catequesis fundante constituyen la opción prioritaria.
El Catecismo de la Iglesia Católica y el Directorio General para la Catequesis El Catecismo de la Iglesia Católica y el Directorio General para la Catequesis son dos instrumentos distintos y complementarios, al servicio de la acción catequizadora de la Iglesia:
– El Catecismo de la Iglesia Católica es « una exposición de la fe de la Iglesia y de la doctrina católica, atestiguadas e iluminadas por la Sagrada Escritura, la Tradición apostólica y el Magisterio de la Iglesia ». (415)
– El Directorio General para la Catequesis es la proposición de « unos principios teológico-pastorales de carácter fundamental, tomados del Magisterio de la Iglesia y particularmente del Concilio Ecuménico Vaticano II, por los que pueda orientarse y regirse más adecuadamente » (416) la actividad catequética de la Iglesia.
Ambos instrumentos, cada uno en su género y desde su específica autoridad, se complementan mutuamente:
– El Catecismo de la Iglesia Católica es un acto del Magisterio del Papa por el que, en nuestro tiempo, sintetiza normativamente, en virtud de la Autoridad apostólica, la totalidad de la fe católica y la ofrece, ante todo a las Iglesias particulares, como punto de referencia para la exposición auténtica del contenido de la fe.
– El Directorio General para la Catequesis, por su parte, tiene el valor que la Santa Sede ordinariamente otorga a estos instrumentos de orientación, al aprobarlos y confirmarlos. Es un instrumento oficial para la transmisión del mensaje evangélico y para el conjunto del acto de catequizar.
– El carácter de complementariedad de ambos instrumentos justifica, como se indica en el Prefacio, que el presente Directorio General para la Catequesis no tenga que dedicar un capítulo a la exposición de los contenidos de la fe, como lo hacía el Directorio de 1971 bajo el título: « Principales elementos del mensaje cristiano ». (417) Por eso, en lo concerniente al contenido del mensaje, el Directorio General para la Catequesis remite al Catecismo de la Iglesia Católica, del cual quiere ser el instrumento metodológico para su aplicación concreta.
La presentación del Catecismo de la Iglesia Católica, que seguidamente se hace, no ha sido elaborada ni para resumir ni para justificar dicho instrumento del Magisterio, sino para procurar una mejor comprensión y recepción del Catecismo en la actividad catequética.
TAREAS La dinámica de las tareas será la participación en los foros de discusión y en el grupo de Facebook, a continuación la tarea de cada uno:
Participación en el Foro 1. Explica ¿qué retos existen para la catequesis?
2. ¿Por qué son tan importantes el catecismo y el Directorio General de la Catequesis para la catequesis?
Ejercicio personal de apoyo y formación -Cuestionario :
http://www.es.catholic.net/archivos/encuesta1.pdfParticipación en Facebook https://www.facebook.com/login.php?next ... 2941707%2F1. Platícanos qué labor tienes como catequista, y si no lo eres, qué actividades realizas para la formación personal o comunitaria
Si tienes cualquier duda de cómo entrar en el foro, dudas de cómo participar, etc. puedes dar CLICK AQUÍ :
http://www.es.catholic.net/catequistasy ... p?id=56414FUENTES Y DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS - Carta de Benedicto XVI sobre la Urgencia de la Educación:
http://www.es.catholic.net/catequistasy ... p?id=35420- Actualización del Directorio Catequestico General:
http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... ct_sp.html- Directorio Catequestico General Números: 29, 33, 59 y 120
http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... is_sp.html- Introducción a la Pedagogía de la Fe. 1ª Edición. España 2001. Pag 67
Recuerda que puedes consultar a los Tutores del Curso y escribirles a su correo. :Ma. Elena Miranda Especialidad: Veintitrés años como catequista y profesora de religión. En Roma, México, Barcelona, Tenerife y Madrid.
memiranda@regnumchristi.netDaniel CálizEspecialidad: Catequesis dentro de la parroquia
consultas@catequesisdeadultos.comLupina del Valle Especialidad: Más de 10 años de experiencia en la docencia religiosa escolar
lupina73@me.comMaría Luisa Martínez Robles Especialidad: Experiencia de 25 años en la Catequesis para la preparación de la Primera Comunión, Educación Infantil durante 20 años María Luisa Martínez Robles
Margarita González de Guzmán Especialidad: Coordinación de Catequesis de su parroquia San Jerónimo por más de 20 años. Asesora de grupos para el estudio de Biblia, y participación en conferencias sobre Fe y Religión, dentro de nuestra ciudad y aledañas Margarita González de Guzmán