Reflexión sobret el tema: Las profecías de la Humanae Vitae
Analiza las cuatro consecuencias preanunciadas por Pablo VI como fruto de la difusión de la mentalidad anticonceptiva
Podemos decir que Pablo VI en la Humanae Vitae visualizó proféticamente las graves consecuencias de los métodos de la regulación artificial de la natalidad, no entendido en su momento duramente criticado, pero reconocido ahora más que nunca, podemos revisar las cuatro consecuencias que cita en el n.17 de dicha encíclica:
1) El camino de la infidelidad
“[Se abriría un] camino fácil y amplio... para la infidelidad conyugal”.
Sin lugar a dudas una consecuencia que podemos palpar en nuestros países, en los diferentes medios de comunicación se puede alertar del carácter tan alarmante de cómo se trata el tema de la infidelidad al proporcionar cifras, al hacer noticia de la vida privada de personajes públicos, pero en un ambiente de consenso de decir “todo está bien, así es como se debe hacer, esta permitido”,
Entre las causas se puede decir que la cultura de la muerte está muy arraigada en todo esto. El matrimonio no es visto como algo sagrado, hay mucha falta de compromiso al contraer el sacramento del matrimonio, existe una mentalidad divorcista (si no me va bien, si no nos entendemos, me separo). Al buscar rehacer su vida con otra pareja se vive en adulterio.
Otra causa es la incomprensión de la enseñanza de la Humanae vitae (cf. HV, 12) sobre la indisolubilidad de los dos significados o dimensiones del acto conyugal (unión sexual y apertura a la vida), Mantener la unidad de ambos aspectos es condición esencial para respetar la “totalidad” de la entrega matrimonial. El matrimonio es “uno con una para siempre”, para “dar en cada relación sexual la totalidad de sí mismo, es decir, incluso la capacidad pro creativa”. Cuando este segundo elemento se torna superfluo o se deja librado a la arbitrariedad, a la postre deja de entenderse el valor del primero (la fidelidad). La anticoncepción (que voluntariamente despoja al acto sexual de su valor procreador) lleva a entender la donación conyugal de forma mezquina, como un amor a medias, un regalo truncado. Quien se acostumbra a este modo (parcial) de darse, puede terminar preguntándose qué mal hay en reservarse también parte de sus sentimientos para compartirlos con alguien distinto de su legítimo cónyuge, al menos en alguna aventura pasajera sin afán de llegar a una separación definitiva.
2) La degradación moral
“(...) La degradación general de la moralidad”.
La revolución cultural que viene rondando desde 1968, y que se caracteriza, entre otras cosas, por una devaluación del sexo, no hubiera sido posible ni sostenible sin un fácil acceso a una anticoncepción eficaz.
En la cultura de la muerte,(descrita ampliamente por Vida Humana Internacional en sus informativos)(1) , se puede afirmar que el egoísmo suscitado por una “educación sexual hedonista” dado en los medios de comunicación (radio, televisión, Internet) en nuestros países de América Latina además con mucho interés en los centros educativos dirigidos a niños, adolescentes y jóvenes, ha sido el primer escalón para este desenfreno.
Esta educación sexual hedonista busca el placer como si fuera la meta principal de la vida dejando de lado los valores morales que forman parte del amor verdadero, el cual debe guiar nuestra vida hacia la auténtica felicidad.
La educación sexual hedonista rechaza los valores morales y la autoridad de los padres, promueve el uso de los anticonceptivos y el aborto por medio de la ideología de la “salud reproductiva”, además con el inicio temprano de la vida sexual, da apertura a la promiscuidad (en su afán de disminuir las cifras de embarazos ha sido un total fracaso, con el incremento de infecciones de transmisión sexual). Esta educación sexual hedonista también promueve el homosexualismo a través de la “ideología de género”.
3) La pérdida de la dignidad de la mujer
“Podría también temerse que el hombre... acabase por perder el respeto a la mujer”. El Papa advirtió que la práctica de la anticoncepción llevaría al varón a perder su respeto por la mujer y “ya [no se preocuparía] de su equilibrio físico y psicológico”, al punto tal que la consideraría “como simple instrumento de goce egoísta y no como su respetada y amada compañera”.
En este punto es necesario decir que es la mujer quien sufre las consecuencias que tienen el uso de la mayoría de los anticonceptivos, por sus efectos secundarios, dado el mecanismo de acción que tiene en su organismo puede ser desde la frigidez hasta el cáncer de mama (con el uso de las píldoras)
La anticoncepción, como vio con acierto Pablo VI, no ha liberado a la mujer sino que la ha convertido en instrumento del placer. En Estados Unidos, el 40% de todos los usuarios de Internet al menos una vez al mes incursionan en este campo. En el resto del mundo no es muy diferente.
Las mujeres se rebajan a sí mismas persiguiendo la creencia de que esto les llevará a la unión con un hombre”. No sólo se cumple plenamente la profecía divina del Génesis (“Tu deseo se dirigirá hacia tu marido y él te dominará”: Gn 3, 16), sino que se ha sobrepasado ampliamente desde que la mujer está hoy esclavizada no por su esposo sino por los anónimos consumidores de lujuria.
4) Política y demografía
“Se llegaría a poner un arma peligrosa en las manos de las autoridades públicas despreocupadas de las exigencias morales”. Desde que estas palabras fueron escritas hasta nuestros días, las políticas del control de población se han convertido en pan cotidiano. Hay numerosos países del primer mundo que condicionan cualquier discusión sobre ayuda económica o técnica a la aceptación de sus políticas de control demográfico, a la exportación masiva de anticonceptivos y a la introducción del aborto y de la esterilización en las legislaciones locales (especialmente en los países en desarrollo).
Se habla de “reingeniería social”, es decir, de la implantación forzosa (a través de leyes) de una cultura anticristiana especialmente en materia sexual.
Pruebas de esto son las presiones para imponer la ideología de género, la cultura gay, la educación sexual hedonista que excluye a los padres, el derecho al aborto desde organismos internacionales como la ONU; el caso de la política de un solo hijo en el gobierno chino, que incluye abortos y esterilizaciones forzosas, las esterilizaciones forzadas en el Perú dentro de la política económica en la década de los 90, etc.
2.- Nombra que personas han defendido esta doctrina de sentido común no sólo ha sido sólo la Iglesia Católica, conoces otros ejemplos?
Algunas personas que han defendido esta doctrina y que han sido ajenas al pensamiento católico:
Theodore Roosevelt (1858-1919), presidente de los Estados Unidos (1901-1909), premio Nóbel de la Paz en 1906, escribió: “El control de la natalidad es el único pecado que tiene como pena la muerte de la nación, la muerte de la raza; un pecado para el cual no hay reparación”.
Sigmund Freud —enemigo de toda religión, por considerarla una neurosis obsesiva— señaló en su conferencia La vida sexual de los seres humanos: “El abandono de la función de la reproducción es la característica común de todas las perversiones. Actualmente describimos una actividad sexual como perversa si ésta ha renunciado al propósito de reproducir y si persigue la obtención del placer como un fin independiente de éste. Así pues, como se verá, la brecha y punto de inflexión en el desarrollo de la vida sexual yace en que ésta se subordine al propósito de reproducción. Todo lo que ocurra con anterioridad a este viraje de los eventos e igualmente todo lo que no lo considere y que apunte exclusivamente a la obtención del placer recibe el nombre poco halagüeño de ‘perverso’ y como tal es proscrito” 56 .
Mahatma Ghandi, a pesar de haber sido enérgicamente presionado por Margaret Sanger, la fundadora de Paternidad Planificada, resumió las consecuencias perjudiciales de la anticoncepción artificial diciendo: “Los métodos artificiales (de anticoncepción) son como la coronación del vicio. Hacen a los hombres y mujeres imprudentes... La naturaleza es despiadada y tendrá su gran venganza por cada violación que se le infrinja a sus leyes. Los resultados morales pueden ser solamente producidos por la restricción moral. Todas las demás restricciones hacen fracasar los mismos propósitos para los cuales fueron planeadas. Si los métodos artificiales se convierten en el orden del día, el resultado no será otro más que la degradación moral. Una sociedad que ya se ha debilitado a través de una variedad de causas estará aún más debilitada a causa de la adopción de métodos (de control de nacimientos) artificiales... En este estado de cosas, el hombre ha degradado bastante a la mujer a causa de su lujuria, y los métodos artificiales, sin importar la buena intención de sus defensores, la degradarán aún más”
(1) enlace de Vida humana Internacional
https://docs.google.com/fileview?id=0B7 ... y=CPrhka4N