por Yoyi » Mar Nov 16, 2010 10:47 pm
1. Explica de forma breve los principios básicos que sustentan a la mística vocacional.
Los principios básicos son:
1.- LA ORACION Y LA VIDA SACRAMENTAL: Es un mandato de Jesús, solamente El puede mandarnos las vocaciones que necesitamos y queremos. Este es el primer paso: “pedid y se os dará, tocad y se os abrirá”, La Oración debe ser CONSTANTE, todos los días sin cansarse; debe ser suplica y Agradecimiento a Dios, tomando del corazón de Jesús esas vocaciones que se necesitan y esperan.
2.- EL SACRIFICIO PERSONAL POR LAS VOCACIONES: Es un esfuerzo personal y libre que hago por Dios para que envíe como premio las vocaciones. Dios premia en gran manera los sacrificios hechos por las vocaciones. Debemos recordemos que detrás de cualquier conversión está sin duda un sacrificio. Los sacrificios deben ser renovados en el espíritu y en la intención, desde los más pequeños hasta los más grandes.
3.- COLOCAR LA BÚSQUEDA DE BUENAS Y ABUNDANTES VOCACIONES EN UN LUGAR PREFERENCIAL DENTRO DEL GOBIERNO DE LA CONGREGACIÓN
porque sin las buenas vocaciones, el futuro de la congregación se vuelve incierto. No se puede exponer al fracaso el futuro de la congregación, antes era un honor tener una religiosa (o) en la familia, ahora es algo que las familias no quieren. Además las vocaciones requieren de mucho tiempo, ayuda y calidad de las personas, no cualquier persona se puede dedicar al tema de la promoción vocacional, se debe Tomar conciencia de esto.
La mística vocacional se debe vivir en primer lugar en el gobierno general, y luego se debe transmitir al resto de la congregación.
4.- DESPERTAR EN TODAS LAS RELIGIOSAS LA CONCIENCIA DE QUE TODAS SON RESPONSABLES DE LA PROMOCIÓN VOCACIONAL
Esto es importante, porque todas las personas han sido llamadas por Dios a vivir la vocación en las diferentes Congregaciones. Todos dentro de la Congregación deben vivir en común las angustias y las alegrías, al igual que las dificultades y los triunfos. Todos los miembros tienen este deber de amor a Dios, a la Iglesia y a la Congregación.
La ayuda, y el trabajo que cada quien de el lugar que ocupa es importante para el cultivo vocacional y la oración y el sacrificio es indispensable para que Dios nos de el Don de las buenas y abundantes vocaciones.
“Es el fruto de oro en la vida de cualquier religiosa. Si consigo una vocación me multiplico en todos los sentidos.”
5.- BUSCARLAS, SALIR AL ENCUENTRO Y AYUDAR EN EL DISCERNIMIENTO VOCACIONAL, A EJEMPLO DE CRISTO CON LOS DISCIPULOS DE EMAÚS
al igual que Cristo les salió al encuentro a los discípulos de Emaús, debemos ayudar a aquellos jóvenes que NO SIGUEN el camino vocacional porque tienen muchas dudas y no han podido encontrar a una persona que los guíe debidamente. Es realmente la falta de este umplimiento una responsabilidad que clama al cielo. Salir al encuentro vocacional es tener abierta plenamente el alma para buscar, encontrar y propiciar la reflexión vocacional en los jóvenes que han sido llamados ayudarles para que puedan discernir a la luz del Espíritu Santo la voluntad de Dios en su vida. No se puede esperar a que las vocaciones caigan del cielo, toca pedirlas a Dios y luego salir a buscarlas, propiciarlas y apoyarlas, y esto es tarea de todos.
6.- RESPETO A LA DECISIÓN PERSONAL
el regalo mas grande que Dios nos ha dado es la libertad, Él nos quiere libres y nos ama libres. Y la decisión de una vocación, para que sea una buena vocación debe ser libre y amorosa por la persona del Señor Jesús. Se debe respetar la opción que cada quien toma cuando se trata de la vocación; es un estilo de vida al cual se debe llegar por amor, es solo Dios quien regala al alma la vocación; a unos los puede llamar en la primera hora, a otros a tercera y cada quien responde en libertad y de acuerdo al llamado.... “El amor o es libre o no es amor”.
7.- EL ACOMPAÑAR A LAS VOCACIONES
Siempre se deben acompañar a los candidatos en el inicio del llamado a la vocación, no se pueden dejar solos, necesitan de un guía, de un amigo que les acompañe y les ayude a vencer los problemas propios de este llamado, las dudas, la familia, las seducciones del mundo y muchas mas; debemos recordar que el proceso en la toma de la decisión para optar por una vocación es paso a paso, hasta que la vocación madure, se fortalezca y se entregue enteramente a Dios y para siempre. Un acompañamiento que les ayude a discernir cual es la voluntad de Dios, es ayudarles a acercarse y a vivir la vida sacramental, en especial la confesión y la Eucaristía, ayudados por la oración y la asidua lectura de la palabra de Dios.
8.- EJEMPLO DE ALEGRÍA, ENTREGA Y DONACIÓN TOTAL
las palabras convencen pero los ejemplos arrastran, y es con nuestro ejemplo de vida que podemos hacer partícipes a los demás de lo que significa la alegría de servir a Dios, la alegría de amar y dejarse a mar por el Señor Jesús, comunicar a los demás que hemos encontrado la tan anhelada felicidad en la vocación que hemos escogido.
esa alegría de darse sin medida, de hacer el bien a los demás de amar a Jesucristo y de sacrificarse por los demás es algo que se logra cuando realmente se vive, cuanto nuestra vida es coherente entre lo que decimos y lo que hacemos. Solamente con el testimonio, las palabras tendrán peso y el ejemplo de vida invitará a los demás a la entrega a la vocación que ha sido llamado.
9.- TRABAJO VOCACIONAL ORDENADO Y PROGRAMADO Y CON OBJETIVOS CLAROS Y DE LA REVISIÓN CONSTANTE
siempre que se inicia un proceso de cualquier índole, se debe ser organizado y claro, sobre todo porque en lo que a la parte espiritual se refiere no pueden haber improvisaciones, no se tendrá una segunda oportunidad de dar a conocer de manera correcta la información que los candidatos a las vocaciones necesitan conocer, como se enuncio en el punto anterior, debe haber coherencia entre lo que se hace y lo que se dice; la vocación religiosa al igual que cualquier carrera profesional tiene un programa completo y especifico que no admite desorden ni equivocaciones.
Con este proceso se pretende tocar el alma de una persona para hacerle sentir y discernir ese llamado que Dios hace, por lo que se debe hacer de una manera delicada, pero clara y concisa, para que esa persona pueda dar una respuesta verdadera.
10.- ALIMENTARSE DEL TRIUNFO NO DEL FRACASO
Considero, que un NO, de los candidatos al llamado vocacional no es un fracaso, ya que si el acompañamiento y la información que se les dio, les permitió conocer, acercarse al Señor Jesús y de alguna manera ser sus discípulos, podemos estar seguros que ellos se convertirán en alguna forma sembradores de vocaciones a su alrededor. Si bien es cierto que el mundo y la sociedad en general, no ven con buenos ojos la vocación religiosa de los jóvenes, no debemos desanimarnos ya que sabemos que el llamado lo hace Dios, solo debemos estar dispuestos a abonar la tierra en el corazón de la juventud para que cuando la semilla de la fe, caiga en esos corazones se encuentren bien dispuestos y den los frutos de vocaciones que Dios quiere para ellos. “Vivimos de las promesas de Jesús y de su gracia y estas NO PUEDEN FALLAR.”