Esitmada en Cristo 1Hope07:
Desafortunadamente ese es un fenómeno más o menos común hoy en día.
En general están en una edad "dificil" para la Fé: en la niñez la dependencia de los padres nos facilita percibir la dependencia que tenemos de Dios, nos hace ver que no somos autosuficientes. En la edad madura, la declinación de las propias capacidades, y la creciente evidencia de que no viviremos para siempre, nos hace ver con mucha mayor certeza y madurez esa radical falta de autosuficiencia. Pero, en cambio, el hombre que está recién formando una familia, que está en una etapa en que puede alcanzar logros personales relativamente importantes a su situación, los cuales de algún modo reconoce como relacionados con el producto de su esfuerzo y su trabajo, pues a ese hombre se le dificulta mucho entender la radical dependencia que sigue teniendo de Dios, y vive en una falsa ilusión de logro y autosuficiencia. Ilusión en que la religión está de más, como algo que le decía antes que no podría lograr lo que ahora piensa que ha logrado en el sentido de que siempre necesitaría del Dios del que ahora cree no haber necesitado en lo más mínimo para obtener sus logros.
Y bueno, si esa ya de por si peligrosa situación se ve retroalimentada por una serie de documentales pseudo-científicos realizados por otra serie de personas autosuficientes que buscan convencer a tantos como puedan de su postura de modo que puedan auto-convencerse ellos mismos de que no tienen porqué dar cuentas a ningún Dios de lo que se les antoje hacer o dejar de hacer... pues la mesa está servida.
Sin embargo, la situación, en realidad, no es muy diferente de la de aquel cuento del científico que, tras hacer junto con sus colegas impresionantes descubrimientos en las propiedades fundamentales de la materia y de la vida, un buen día se decide a desafiar a Dios: no te necesitamos más, comprendemos todos los misterios del universo y podemos arreglárnoslas perfectamente sin Ti, ¡hasta podemos originar vida humana si queremos!. Dios acepta el desafio diciéndole: "si me demuestras que puedes originar vida humana al igual que Yo, lo aceptaré, me retiraré y no los molestaré más.
El científico entonces comienza a dar instrucciones a su equipo para que enciendan toda la compleja maquinaria que hará nada más y nada menos que la maravilla de ¡transformar la energía en materia! y se preparan también los sintetizadores biológicos que estructurarán DNA a partir de los átomos artificiales y con los cuales se creará una célula que se alimentará con otra maravillosa maquinaria para poder desarrollarse ¡y producir un cuerpo humano sin intervención del vientre materno!
Muy ufano está el equipo científico haciendo estos preparativos cuando se oye tronar una voz del Cielo reclamando "¡HEY! ¡no tan de prisa! ¡sin hacer trampas! ¡CADA QUIEN TIENE QUE USAR SU PROPIA ENERGÍA!!!!!"
Una estrategia sería preguntarle a tu esposo que si cada vez que ve en un comercial de televisión a un hombre revestido con una bata blanca y que clama ser un médico renombrado, el cual promueve el "descubrimiento" del nuevo medicamento multiusos que es capaz de curar desde un resfriado, pasando por el cáncer y hasta llegar al SIDA, sin olvidar que de paso es un excelente remedio para adelgazar; él de verdad se cree que se trata de un científico renombrado y no de un simple actor y que cada palabra que dice, soportada bajo la afirmación de que "estudios científicos y pruebas clínicas lo demuestran" es realmente digna de entera y absoluta confianza, de tal suerte que todo el que siga padeciendo de cualquier enfermedad sufre porque quiere, pues la solución la tiene al alcance de la mano con "tan solo llamar al teléfono que aparece en pantalla". Ante la obvia respuesta de que no es un ingenuo, entonces pasaríamos a preguntarle porqué entonces actúa como tal ante documentales pseudo-científicos elaborados por grupos de interés que, al igual que los promotores del medicamento, lejos de buscarse a las mayores autoridades reales del mundo de la ciencia, se buscarán al primer interesado en decir lo que les conviene que se diga, sea actor o un "científico" verdadero que ve en este medio la oportunidad de obtener una fama y "prestigio" (no en el mundo de la ciencia, pero al menos si en su círculo social) al que de otra manera jamás podría aspirar. Reclamaría en su favor el "prestigio" de las cadenas televisivas que transmiten los documentales, pero le recordaríamos que no se trata precisamente de la revista Nature, o cosa parecida, sino una cadena televisiva más en la que las ganancias para pagar la nómina, las siguientes vacaciones (perdón, el siguiente proyecto de exploración, quise decir) y de paso el nuevo yate de los dueños, importan bastante más que la seriedad y prestigio científico. En otras palabras, que su credibilidad no es mayor que la de la otra cadena que pasa los anuncios del medicamento milagro... es más... con frecuencia el medicamento milagro se anuncia en los mismos canales en los que aparecen esos documentales, lo que nos habla muchísimo del verdadero peso relativo que tiene el prestigio científico respecto a la facturación en tales canales.
Pero, aunque el argumento anterior no es malo objetivamente hablando, en el caso de tu esposo no creo que surta mucho efecto, porque el problema que tiene no es de una credulidad desbordada que de verdad se crea que el medicamento milagro puede curar el SIDA, ayudar a adelgazar y controlar las várices al mismo tiempo y que, por lo mismo, se haya creido los no mucho mejores argumentos de los pseudo-científicos que aparecen en esos documentales.
Sino el problema que tiene tu esposo es de autosuficiencia, y, por consiguiente, al argumento anterior acabará respondiendo que no es que "se haya creido" nada en ningún documental, sino que se puso a reflexionar y fue él mismo el que llegó a las conclusiones de lo que ahora cree... vamos (perdona la ironía, pero es muy ilustrativa al caso) ¡como él mismo inventó su propia máquina del tiempo que le permitió -por ejemplo- ir y ver personalmente cómo los discípulos de Jesús se robaban el Cuerpo para decir que había resucitado!
En fin, no suelo ser irónico, y si lo he sido ahora, es para ayudarte a ver la debilidad intrínseca de los argumentos que sostienen la postura de tu esposo y con los que él se engaña a sí mismo.
Pero si te quiero ayudar a ver esa debilidad no es necesaria y principalmente para que creas que lo puedes convencer en 5 minutos con un argumento más serio. Sino al revés, para que reflexiones y te des cuenta de que los argumentos son tan débiles, que tu esposo, que seguramente no es ningún menso, no podría fallar en ver la debilidad de los mismos si quisiera verla. Y que entonces, si no la ve, es simplemente porque no la quiere ver. Es porque, al igual que los grupos de interés que crean esos documentales para justificarse a sí mismo, tu esposo necesita creer en lo que dicen esos documentales para igualmente justificarse a sí mismo: para afirmar su autosuficiencia y, con ella, el control que cree que necesita tener sobre su propio mundo. De lo que tu esposo simplemente no quiere oir hablar es de que su mucho trabajo no fue valioso o necesario, o de que, peor aún, ha sido insuficiente para ayudarle a obtener ese control que él cree tener sobre su propio mundo.
La buena noticia es que esta enfermedad no es crónica ni eterna, al contrario, se cura sola, se cura, como decíamos antes, ante el inexorable avance de la edad que nos demuestra de manera que ninguno de nosotros puede negar lo poco autosuficientes que somos y lo mucho que necesitamos de ayuda, por lo que el hombre sensato tarde o temprano vuelve a buscar esa ayuda de Aquel que de verdad puede darla. O bien, se cura cuando la realidad nos confronta ante una situación tan grave que hace patente que esa sensación de autosuficiencia y control que teníamos no era sino una vana y efímera ilusión.
La mala noticia es que eso se lleva o mucho tiempo, o mucho sufrimiento. Y la formación de tu hija no puede esperar tanto y querría, de ser posible, no tener que sufrir eso.
Así, fuera de bromas, creo que la mejor estrategia a perseguir, para no violentar a tu esposo, sino ir obteniendo (en lo que seguramente será un proceso gradual, así que ten MUCHA paciencia) más bien su cooperación, es una estrategia similar al cuento que te puse arriba (tú y ti en lo siguiente se refiere a tu esposo, como si le estuvieras hablando a él):
Si, está bien, acepto y aprecio que has creado grandes cosas con tu dedicación, esfuerzo y trabajo, acepto que podrías llegar hasta a crear un ser humano a partir de energía pura si fuese necesario. Eso habla muy bien de ti y de verdad te merece mucho aprecio y un gran aplauso. Pero, .... por otra parte... tú tienes que aceptar también que, después de todo, esa energía con la cual y sobre la cual trabajaste o puedes trabajar, la has recibido: tú no hiciste este mundo o el sol, tú no diseñaste las reacciones químicas que permiten a tu cerebro funcionar o a tus músculos esforzarse. Tú no determinaste las leyes, las interacciones y la estructura de la materia que hizo esas reacciones químicas posibles.
Por eso, aunque tu mucho trabajo es digno de reconocimiento y agradecimiento, es también justo y digno que tú mismo sepas reconocer y agradecer aquello que te fue dado para que pudieras esforzarte, trabajar y obtener esos logros.
Y si, en un vano intento de eludir ese justo agradecimiento, intentas justificarte en pensar que no es necesario porque no te fue dado por nadie, sino fue el resultado de un universo sin causa ni propósito, que surgió y existe como mero accidente del azar; entonces sábete y ten entendido que tu mucho esfuerzo no tiene valor alguno, porque no deja de ser parte de ese azaroso accidente sin propósito ni sentido que crees ver en el universo entero y que, por tanto, se extiende a todo cuanto ocurre en el.
Así, si a ti no te gustaría que tu familia no apreciara en lo más mínimo lo que haces por ella, sino diera por hecho y se justificara con complejas fórmulas económicas de que todo lo que recibe de ti no lo recibe realmente de ti, sino "del mercado" que se gobierna por sus propias leyes de oferta y demanda, de compra y venta. Así tampoco tú ignores de dónde o de Quién has recibido lo que has recibido. Porque igual de justo es que a ti se te de el agradecimiento que has merecido por tu esfuerzo y trabajo, como que tú agradezcas a quien a ti te dió lo que por tí mismo no podías hacer o tener.
Por demás, 1Hope07 tu interlocutor es un hombre de ciencia y puedes tener la confianza de que la verdadera ciencia no se opone en lo más mínimo a una Fé sana y madura.
Y por último, el aparentemente sencillo consejo que te ha dado el hermano Ariel no lo desperdicies, porque es muy bueno. Mucho de lo que ocurre no está en tu mano ni a tu alcance. Pero Dios puede entrar a los corazones de los hombres y curarlos. Por lo que las oraciones que hagas a Dios por él y por tu familia no quedarán en el olvido.
Bueno, espero que esto te siva.
Que Dios te bendiga.