Hola varyvar....
mis pensamientos me han llevado a cercarme a la doctrina tradicional sea Ortodoxa o catolica, estoy viendo que practica esta mas de acuerdo con los practicado en los primeros siglos,pero este asunto de negar que Maria cumplio con Jose su deber conyugal y que no tuvo mas hijos , me impide .Yo entiendo que Maria merece respeto y honra de nuestra parte ,aunque Dios la honro mas que lo que nosotros podemos hacerlo,pero por honrarla negar lo que los evangelios dicen de su vida conyugal,dandole otra interpretacion al paasje que te puse antes de Mateo 1:25 y tambien este: Mat 13:55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? Se me dice que hermanos es aqui porque eran Judios como El..pero yo veo 4 nombres especificos que estaban bajo el amor de su madre Maria.
Todo esto me detiene de acercarme mas que si lo ritual esta o no tan de acuerdo como al principio.
Ojala Dios te guie en tu caminar amigo... bueno veamos, los Evangelios NO dicen que Maria haya tenido otro hijo o que haya tenido vida conyugal con Jose... en ningun lugar menciona eso, luego cuando dice ¿no es este el hijo del Carpintero? hay que entender que ante los ojos de las personas (que no conocian el misterio de la Encarnacion) Jesus era hijo de Jose... nosotros al ser cristianos y al tener la Fe y las Escrituras sabemos que Jose solo era el Padre putativo de Jesus....
Luego sobre los hermanos de Jesus... Para entender los pasajes de arriba es esencial entender el uso de las palabras según la cultura hebrea de los autores del Nuevo Testamento. Tanto el hebreo como el arameo (lenguaje de Jesús y sus discípulos) utiliñan la misma palabra para designar a hermanos, a primos y a miembros del mismo clan.
El Nuevo Testamento fue escrito en griego pero sus autores eran de cultura hebrea. La palabra hebrea que significa "hermanos" o "primos" fue traducida al texto original griego de la Biblia como "adelphos". A diferencia del hebreo o el arameo, el griego tiene una palabra específica para primos: "anepsios", pero los traductores del Nuevo Testamento, siendo de cultura hebrea, prefirieron usar "adelphos" para traducir la palabra aramea "hermanos" que, como hemos dicho incluye primos y otras relaciones. Es decir, utiliñaron la palabra griega pero en el sentido original del lenguaje de Jesús.
El mismo uso de "adelphos" ocurre en la Septuagésima, la traducción de las Sagradas Escrituras (A.T.) al griego, hecha por los judíos poco antes de la venida de Cristo. Esta traducción es importante porque es la que utiliñaron los autores del N.T. para la mayoría de sus referencias al A.T.
Algunos ejemplos de "hermano" utilizado para designar otras relaciones en el Antiguo Testamento:
A Lot se le llama "hermano" de Abraham en Gen. 14,14, pero sabemos por la misma Biblia que era su sobrino (Gen. 11,26-28).
A Jacob le llaman "hermano" de Laban quien es en realidad su tío (Gen. 29,15).
I Crónicas 23,21-22: "Hijos de Majlí: Eleañar y Quis. Eleañar murió sin tener hijos; sólo tuvo hijas, a las que los hijos de Quis, sus hermanos, tomaron por mujeres." -Aquí son son primos los que se casan pero se les llama "hermanos", según la costumbre hebrea.
Ver también: 1 Sam. 9,13; 20,32; 2 Sam. 1,26; Amos 1,9.
"Hermanos" no tenían que ser familia cercana.
Deuteronomio 23,8: "No tendrás por abominable al idumeo, porque es tu hermano"
Los 42 "hermanos" del rey Ocoñías que bajaban a saludar a los hijos del mismo rey y de la reina. Cf. II Reyes 10,13-14
Nehemías 5,8: "y les dije: «Nosotros hemos rescatado, en la medida de nuestras posibilidades, a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones. ¡Y ahora sois vosotros! vendéis a vuestros hermanos"
Jeremías 34,9: "en orden a dejar cada uno a su siervo o esclava hebreos libres dándoles la libertad de suerte que ningún judío fuera siervo de su hermano."
"Hermanos de Jesús" podría referirse -si tuviésemos solo el texto bíblico- a hijos de San José, con una primera esposa si este era viudo. Pero el gran maestro de las Sagradas Escrituras en los primeros siglos (Siglo IV), San Jerónimo, planteó mas bien que se trata de primos, lo cual cabe perfectamente, como hemos visto, dentro del sentido de "hermanos" sostenido por los judíos de la época.
(Fuente Corazones. org)
pero yo veo 4 nombres especificos que estaban bajo el amor de su madre Maria.
Todo esto me detiene de acercarme mas que si lo ritual esta o no tan de acuerdo como al principio
Ahora la Escritura no dice que Maria fuera la madre de esos hermanos de Jesus, Menciona a la Madre de Jesus y a los hermanos de este... no que fuesen hijos de Jesus... ademas Jesus deja a su Madre al cuidado de Juan el discipulo y no de esos "hermanos" lo cual sera una desobediencia a la ley de Moises (lo que significaria que Jesus no fue obediente hasta una muerte y una muerte de cruz) entonces Jesus seria en si algo falso...
Ahora en En el Apocalipsis vemos, en efecto, quienes son los otros hijos de María.
Apocalipsis 12,17 "Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús." (la Tradicion de la Iglesia nos dice que esos Hijos somos nosotros, quienes somos hijos de Dios por el bautismo)
Ahora si creemos que el AT es la prefiguracion del NT y creemos que por los profetas se anuncio la grandeza de Cristo y su mision, no debemos olvidar que todo forma parte de un conjunto bien ordenado que nos revela al Señor....
Ez 44,2: Y Yahveh me dijo: Este pórtico permanecerá cerrado. No se le abrirá, y nadie pasará por él, porque por él ha pasado Yahveh, Dios de Israel. Quedará pues cerrado.
Cant 4,12: Eres huerto cerrado, hermana mía, novia mía, huerto cerrado, fuente sellada.
Por ultimo resumamos....
Mateo (1,18-25) dice que después que el ángel le dice a José que no tema en recibir a María como esposa, él “hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer. Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús”. ¿Qué significa ese “hasta”? ¿Acaso quiere decir que después tuvo relaciones con ella?
La Biblia dice que Jesús tuvo hermanos y hermanas, ¿cómo es posible entonces que digan que nunca hubo unión carnal entre José y María?
Estoy de acuerdo de que María era virgen, que era la privilegiada de entre todas las mujeres, pero después de haber nacido Jesús, como toda mujer también se realizó como una familia normal teniendo más hijos e hijas con José. Lee por favor Libro de Mateo cap. 12 versículo 46 al 50 en el cual indica lo siguiente: sus discípulos le dicen que su madre y sus hermanos llaman a Jesús para hablarle, y Jesús les dice extendiendo su mano hacia los discípulos “Todo aquél que hace la voluntad de mi Padre ése es mi madre y mis hermanos”. Por otro lado, en el capítulo 13, versículos 54 al 58, menciona los nombres de los hijos nacidos de José y María. ¿Qué opina de esto?
En algún lugar del evangelio he escuchado que dice que Jesús fue el “primogénito” de María; si fue primogénito quiere decir que tuvo otros hermanos menores, por tanto, María tuvo otros hijos, hermanos de Jesús.
Tenemos pues, una consulta general referida al fundamento bíblico de la virginidad de María y dos objeciones al respecto: la expresión de Mateo “hasta que”, y luego el giro más usado por muchas sectas contra esta verdad católica: “los hermanos de Jesús”. Veamos cada uno de estos puntos.
Fundamentos de la virginidad perpetua de María
Ya hemos dicho varias veces que la Biblia no es la única fuente de la Revelación, sino la Biblia y la Tradición de la Iglesia. No es necesario que una verdad esté en la Biblia de modo explícito para que deba ser creída como revelada, puesto que de hecho, los mismos protestantes creen verdades que no están en la Biblia, por ejemplo, ellos creen que todo debe estar en la Biblia y que sólo se debe creer a la Biblia, pero ¡eso no está en la Biblia!
Sin embargo, como muchas otras cosas que estamos tratando en este libro, la virginidad de María está en la Biblia, en el sentido de que tiene fundamento bíblico. El magisterio de la Iglesia y la tradición bimilenaria de la Iglesia, ha considerado constantemente la virginidad de María una verdad de fe, acogiendo y profundizando el testimonio de los evangelios de Lucas, Mateo y Marcos y, probablemente, también Juan. Por tanto, si no encontramos allí la expresión como tal, encontramos la base a partir de la cual, quienes tienen autoridad sobre la fe (los apóstoles y sus sucesores), pueden deducir esta verdad.
Aclaremos, ante todo, qué entiende la Iglesia por virginidad perpetua de María. Entendemos por este privilegio de María una prerrogativa permanente, que abarca todas las etapas de su vida, y en particular el momento sagrado en que fue hecha Madre de Dios. Significa: 1º que concibió virginalmente al Hijo de Dios, segunda persona de la Santísima Trinidad, hipostáticamente unido a una naturaleza humana; 2º que le dio a luz virginalmente; 3º que permaneció virgen a lo largo de toda su vida terrena, y por consiguiente, ahora reina gloriosa como Virgen de las vírgenes. La Iglesia expresa esto con una fórmula muy hermosa, según la cual dice que María fue virgen ante partum, in partu et post partum.
Para la tradición católica, este privilegio de la virginidad perpetua de Nuestra Señora está íntimamente relacionado con su sublime prerrogativa de Madre de Dios: ella ha sido inspirada por Dios para ser virgen y permanecer tal, por la extraordinaria dignidad y misión que debía desempeñar al ser elegida para Madre de Dios. Ahora bien, si es cierto que esta verdad ha sido profesada desde los primeros tiempos, hay que decir que no es simplemente una piadosa creencia, sino una verdad revelada, solemnemente definida como dogma por el magisterio auténtico de la Iglesia y firmemente fundada en la Sagrada Escritura.
En cuanto a la virginidad anterior al parto, si vamos a los testimonios de la historia cristiana, podemos remontarnos a algunos como el de Ignacio de Antioquía (muerto mártir en el 110, contemporáneo de San Juan evangelista), quien escribía a los cristianos de Esmirna que Jesús es “hijo de Dios según la voluntad y poder de Dios, nacido verdaderamente de una virgen” 1 ; casi en la misma época, Arístides apologeta decía que el Hijo de Dios “engendrado de una virgen santa sin germen ni corrupción, tomó carne” 2 ; y encontramos testimonios análogos en San Justino, Orígenes, etc. 3 . De ahí que aparezca testimoniada en todas las versiones del símbolo apostólico (o sea, los credos más antiguos), tanto en sus formas romanas como griegas, que testimonian “nació de María virgen por obra del Espíritu Santo” 4 . La creencia firme de Occidente en la virginidad corporal de María, se resume en la expresión “Virgen María” y se recoge en esta forma ya en el siglo II, en la forma romana del credo, como vemos, por ejemplo, en Hipólito: “Creo en Dios Padre todopoderoso y en Jesucristo, Hijo de Dios, que nació de María virgen por obra del Espíritu Santo”
En cuanto a la virginidad posterior al parto, a pesar de que fue negada por Tertuliano (quien terminó hereje montanista), es afirmada ya por Orígenes (muerto en el 253), Clemente Alejandrino (muerto antes del 215). Algunos la negaron, como Helvidio en Roma y Bonoso en Cerdeña, lo cual produjo una reacción universal mostrando que se consideraba la virginidad de María después del parto como verdad de fe. Así, por ejemplo, Aldama hace una lista de Santos Padres que reaccionaron enérgicamente contra esta herejía (Epifanio, Jerónimo, Ambrosio) 6 .
Los testimonios de la tradición pueden multiplicarse, tanto referidos a la virginidad anterior como posterior al parto. Por ejemplo, Ireneo de Lyón (muerto en torno al 200, autor que hace de entronque con los apóstoles, pues es, como él mismo testimonia, discípulo de San Policarpo de Esmirna, quien a su vez lo fue de Juan Evangelista), tiene una frase hermosa para referirse al parto virginal: Purus pure puram aperiens vulvam: el Puro [Verbo Puro] con pureza abrió el seno puro [de su madre] 7 . Y él mismo compara el nacimiento de Cristo de María con la formación de Adán del suelo virgen y sin surcos 8 . San León dice que es la limpieza de Cristo la que mantuvo intacta la integridad de María 9 .
Y San Zenón de Verona (muerto en 372) lo proclama: “¡Oh misterio maravilloso! María concibió siendo una virgen incorrupta; después de la concepción dio a luz como virgen, y así permaneció siempre después del parto” 10 . San Jerónimo resume la fe de la Iglesia escribiendo contra Joviniano: “Cristo es virgen, y la madre del virgen es virgen también para siempre; es virgen y madre. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús entró en el interior; en el sepulcro que fue María, nuevo, tallado en la más dura roca, donde no se había depositado a nadie ni antes ni después... Ella es la puerta oriental de la que habla Ezequiel, siempre cerrada y llena de luz, que, cerrada, hace salir de sí al Santo de los santos; por la cual el Sol de justicia entra y sale. Que ellos me digan cómo entró Jesús (en el cenáculo) estando las puertas cerradas... y yo les diré cómo María es, al mismo tiempo, virgen y madre: virgen después del parto y madre antes del matrimonio” 11 .
Los ejemplos de los autores cristianos de los primeros siglos podrían multiplicarse y quienquiera conocerlos, tanto respecto de la virginidad de María anterior al parto como posterior o durante el mismo, puede leer los libros especializados, que no faltan 12 . Estamos hablando pues, de una doctrina firme y serenamente sostenida, predicada, divulgada, defendida y creída, por los cristianos desde los primeros tiempos.
En cuanto al fundamento bíblico de esta doctrina, lo encontramos en los mismos textos bíblicos. Empezando, aunque no sea el argumento más importante, por la misma profecía de Isaías referida a la concepción del Mesías: el Señor mismo va a daros una señal. He aquí que una doncella/virgen está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (Is 7,14). La misma versión protestante de Reina-Valera, traduce la expresión como “la virgen”; la versión de la Biblia griega de los Setenta “he parthénos” (la virgen; ésta es la versión que es usada por los evangelistas), y la también protestante King James Version “the virgin”. Ya San Ireneo en torno al año 200, defendía el valor profético de este texto referido a la virginidad de María, argumentando que Isaías señala claramente que ocurrirá “algo inesperado” con respecto a la generación de Cristo; está aludiendo claramente a una señal. Pero “¿dónde está lo inesperado o qué señal se os daría en el hecho de que una mujer joven concibiera un hijo por obra de un varón? Esto es lo que ocurre normalmente a todas las madres. Lo cierto es que, con el poder de Dios, se iba a empezar una salvación excepcional para los hombres y, por tanto, se consumó también de una manera excepcional un nacimiento de una virgen. La señal fue dada por Dios; el efecto no fue humano” 13 .
Pero los textos determinantes son los de los mismos evangelios.
San Lucas dice (1,26-38): Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.” María respondió al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?” El ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.” Dijo María: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.” Y el ángel dejándola se fue.
El análisis exegético serio de este pasaje, ha sido realizado con pericia por muchos exegetas. Un excelente resumen –y discusión de sus términos más importantes– lo ha hecho el erudito jesuita Ignace de la Potterie, en su trabajo “La anunciación del ángel a María en la narración de San Lucas” 14 .
En cuanto a lo que nos interesa destacar a nosotros, señalemos que San Lucas testimonia aquí: (a) la virginidad de María antes de la anunciación (a una virgen...); (b) la concepción virginal (la virtud del Altísimo te cubrirápues no conozco varón... La expresión no se refiere al pasado, pues hubiera usado el aoristo griego (no he conocido varón); usa el presente absoluto (no conozco), lo cual no puede ser comprendido sin una referencia a una intención (y probablemente a un voto) de virginidad perpetua, pues resultaría absurdo por ser una joven “ya desposada” (o sea, habiéndose ya realizado el primer rito de las nupcias según la costumbre judía), y por tanto (en caso de no tener ninguna intención de virginidad futura), siendo obvio el modo en que puede llegar a concebir no sólo un hijo sino muchos. Por eso escribía Lebretón: “En este versículo la tradición católica ha reconocido el propósito firme de María de permanecer virgen, y esta interpretación es necesaria, porque, si hubiera tenido intención de consumar su matrimonio con José, no hubiera nunca hecho esta pregunta” 15 . Y el insigne exegeta J.M. Lagrange: “María quiso decir que, siendo virgen, como el ángel ya sabía, deseaba ella permanecer siéndolo, o, como traducen los teólogos su pregunta, que ella había hecho un voto de virginidad y pensaba guardarlo” 16 .
La estructura del texto (cf. Lc 1,26-38; 2,19.51), no admite ninguna interpretación reductiva. Su coherencia no permite sostener válidamente mutilaciones de los términos o de las expresiones que afirman la concepción virginal por obra del Espíritu Santo.
Lo mismo puede deducirse del texto de San Mateo (1,18-25): La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo... El Ángel del Señor se apareció [a José] en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros.” Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer. Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús. San Mateo: (a) se presenta como testigo de la virginidad de María antes del nacimiento de Cristo; (b) su cita de Is 7,14, implica, por lo menos, el parto virginal; (c) si bien no dice nada sobre la virginidad de María posterior al parto, tampoco dice nada que lo niegue o lo ponga en duda (analizaremos enseguida la objeción que ponen algunos de la expresión “hasta que” mostrando que no tiene el sentido que quieren darle algunos protestantes).
El evangelio de san Marcos no habla de la concepción y del nacimiento de Jesús; sin embargo, es digno de notar que san Marcos nunca menciona a José como esposo de María. La gente de Nazaret llama a Jesús el hijo de María o, en otro contexto, muchas veces el Hijo de Dios (Mc 3,11; 5,7; cf. 1,1.11; 9,7; 14,61-62; 15,39). Estos datos están en armonía con la fe en el misterio de su generación virginal.
Esta verdad, según un reciente redescubrimiento exegético, estaría contenida explícitamente en el versículo 13 del Prólogo del evangelio de san Juan (Jn 1,13), que algunas voces antiguas autorizadas (por ejemplo, Ireneo y Tertuliano) no presentan en la forma plural usual, sino en la singular: Él, que no nació de sangre, ni de deseo de carne, no de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Esta traducción en singular, convertiría el Prólogo del evangelio de san Juan en uno de los mayores testimonios de la generación virginal de Jesús, insertada en el contexto del misterio de la Encarnación.
Se entiende por todo lo dicho, que el tercer concilio de Letrán, celebrado bajo el papa San Martín I, en el año 649, definiera: “Si alguno no reconoce, siguiendo a los Santos Padres, que la Santa Madre de Dios y siempre virgen e inmaculada María, en la plenitud del tiempo y sin cooperación viril, concibió del Espíritu Santo al Verbo de Dios, que antes de todos los tiempos fue engendrado por Dios Padre, y que, sin pérdida de su integridad, le dio a luz, conservando indisoluble su virginidad después del parto, sea anatema” 17 .
La expresión “hasta que”
Respecto de esta expresión empleada por San Mateo 1,25 (no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito) explica Severiano del Páramo, jesuita: “El texto griego... 'heos hou', y su traducción (latina) 'donec', dieron ocasión a los antiguos herejes Joviniano, Elvidio y otros, y la dan hoy día a muchos autores no católicos, para negar la virginidad de María después del parto. Se ha probado hasta la saciedad, que semejante partícula en la Escritura sólo dice referencia al pasado, sin que incluya afirmación o negación alguna sobre el porvenir”. Por esta razón, este exegeta traduce el versículo 25 según su verdadero sentido: “sin que tuviera con ella trato conyugal, dio a luz...” 18 .
Añade Manuel de Tuya: “Es de sobra conocido el hebraísmo 'hasta que' ('ad-ki), traducido materialmente en este pasaje: 'hasta que'. Con esta forma, sólo se significa la relación que se establece en un momento determinado, pero prescindiéndose de lo que después de él suceda. Es el modo ordinario de decir en hebreo. Así Micol, mujer de David, 'no tuvo más hijos ('ad-ki) hasta el día de su muerte' (2 Sam 6,23)” 19 .
Por tanto, si bien esta expresión puede indicar un momento a partir del cual la situación cambie (por ejemplo, que después de comenzar a vivir juntos, un matrimonio tenga trato carnal), no puede esto deducirse de este término, sino que debe ser indicado por medio de otra expresión, pues esta dicción sirve para indicar tanto un momento a partir del cual la situación cambia, como uno a partir del cual la situación no cambia.... leer mas... da click...
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