por Mariango » Dom Feb 19, 2012 6:30 pm
Buenas tardes.
Quiero comenzar esta reflexión declarando mi satisfacción por estar recibiendo y compartiendo este conocimiento. Me atrevo a decir que he notado un cambio significativo en mi manera de percibir a las otras personas; que estoy iniciando un proceso de reconocer a las personas como seres que como yo, han sido creados a imagen y semejanza de Dios y, como tal, están en un proceso de evolución constante.
Esto que comento me alegra y me motiva, no solo a continuar, sino a intentar día a día lograr la armonía y la paz entre y con las personas que me rodean, sean conocidas o no. Me entusiasma mucho hacer estas reflexiones porque a medida que van pasando las lecciones siento que me voy adelantando a los temas.
Pensar que el hombre es solo un objeto es algo que me ocupa constantemente; lo veo a diario, lo veo en la oficina, en la calle, entre mis amistades y conocidos, en las familias.
Ya en otras entregas había comentado sobre el estado de gracia en el que nos encontramos todos por ser imagen y semejanza de Dios. Para mí eso significa que tenemos todo, que no hay nada que no podamos hacer, que Dios en su infinita Misericordia nos ofrece permanentemente la oportunidad de hacer un mundo sano y limpio.
Que el hombre se haya convertido en un número, en un símbolo, en un instrumento es haber perdido el rumbo, es haber perdido el camino, que estoy convencida que con trabajo y esfuerzo lo podemos reencontrar, lo podemos rescatar. Dios no concibió este mundo de esta manera, ni al hombre. Nos concibió perfectos, un mundo perfecto y un mundo al servicio del hombre. Ahora resulta que es el hombre el que está al servicio del mundo; como dije arriba, ya en otras entregas lo comentaba, la tecnología está arropando todas las virtudes del hombre; no digo que sea malo, creo que el mundo avanza hacia nuevos descubrimientos, hacia un avance de la ciencia significativa, pero y la evolución espiritual del hombre, ¿donde queda?? ¿que estamos haciendo para lograrlo??. El mundo nos distrae y nos atrapa en un rueda de ilusiones, de confusiones, de materialismo, de cosas inútiles.
Rescatarnos significa para mí reflexionar nuestra actuación, compartir en espacios con otras personas para poder ver como otros resuelven, como otros perciben y en que cosas debemos hacer el esfuerzo para cambiar. Pero si aquí en esta realidad somos muchos, ¿como no utilizar la oportunidad de poder comunicarnos para ayudarnos, para salvarnos?.
Somos la gran obra de Dios, somos lo más preciado y cada vez más el hombre se considera lo contrario, el esclavo del mundo, el esclavo de si mismo.
La oportunidad siempre está, siempre la tenemos, lo importante es estar permanentemente atentos y cada vez menos dejarnos llevar por lo superficial. Para mí orar es parte de la salvación, pero la oración consciente, esa oración que no se repite sino que se siente, pueda que no sean las oraciones tradicionales, las que conocemos, las que nos enseñaron, sino la oración-conversación-reflexión, la que nos hace vibrar y sentir a Dios en nuestro corazón.
Es necesario que nos reconozcamos como hijos de Dios, como criaturas con dones del Espíritu Santo, es necesario que amemos a Dios, que amemos al prójimo y nos amemos.
Saludos cordiales.
Mariango
Caracas - Venezuela.
También quiero comentar que leo las entregas, no de todas las personas que participan en el foro, pero si de muchas y veo como cada uno va compartiendo lo que sabe, va considerando lo que otras personas dicen para nutrirse. Me llena de mucha satisfacción. Yo estoy aprendiendo mucho. Gracias.