por juanarosasestrada » Vie Feb 17, 2012 4:08 pm
Dios quiera que todos los amigos del Curso Santuarios Marianos estén gozando de excelente salud tanto corporal como espiritual.
En esta ocasión, me he decidido por realizar investigaciones sobre la época del Renacimiento. He aquí algunas muestras en las que nuestra Madre celestial es protagonista, es la modelo celeste, obras de alunos de los más famosos artistas de la época.
1.- LA ANUNCIACION: (Fra Angelico, Madrid)
Pintada en temple sobre tabla entre 1430 y 1435 para la iglesia del convento de Santo Domingo de Fiesole (Italia), actualmente se conserva en el Museo del Prado de Madrid.
En una capilla de la iglesia de Santo Domingo, de Fiesole, hay de su mano, en una tabla, la Anunciación del arcángel; parece un trabajo realizado en el cielo. En el fondo del paisaje se ve Adán y Eva, que fueron causantes de que la Virgen encarnase al Redentor.
Vendida por los frailes a Mario Farnese en 1611 para sufragar los gastos de la construcción del campanario de la iglesia, poco después este príncipe italiano la enviaba como regalo al valido del rey Felipe III, Francisco Gómez de Sandoval, duque de Lerma. Aunque la pieza se depositó en la Iglesia de los dominicos en Valladolid (Iglesia conventual de San Pablo), panteón de la Casa de Lerma, poco después se remitía al Convento de las Descalzas Reales de Madrid, donde se conservó hasta mediados del siglo XIX. Precisamente en su claustro alto la descubriría el pintor Federico Madrazo, a la sazón director del Museo del Prado, quien, tras no pocas gestiones conseguía que el rey consorte don Francisco de Asís se interesara por su traslado al Prado, consintiendo la priora del monasterio, que recibió a cambio otra Anunciación pintada por el propio Madrazo. Remitida al Museo como donación real el 16 de junio de 1862, desde ese momento se ha constituido en una de sus piezas más relevantes y conocidas.
Descripción del cuadro:
Desarrolla el tema de la Anunciación, tal como aparece narrado en el Nuevo Testamento, (Lc. 1,26-38),1 mostrando la escena en un pórtico de mármol abierto, all’aperto, que recuerda al Hospital de los Inocentes, construcción de un coetáneo de Fray Angélico como Brunelleschi, con arcos de medio punto que descansan sobre finas columnas blancas. Tiene bóvedas de arista, de color azul celeste sembrado de pequeñas estrellas de oro. En la fachada del pórtico hay un medallón con la figura de Dios Padre en grisalla. Al fondo del pórtico hay un cubículo con un banco.
El pórtico es de mármol, La Virgen está situada a la derecha. Parece que ante la llegada del ángel ha suspendido la lectura del libro que ahora mantiene sobre el regazo. Tanto ella como la figura del ángel, son dos personajes rubios, de blanca piel y de manos finas y alargadas. La Virgen lleva una túnica de color rosado y un manto azul ultramar. El ángel está vestido con un traje de color rosa con franjas de oro, ceñido a la cintura, que cae en grandes pliegues hasta los pies.
Se encuentra en un jardín, hortus conclusus, representación del Paraíso. En el ángulo izquierdo de la pintura se ven las manos de Dios y de ellas sale un rayo de luz dorada que viene recto hacia la derecha, en el que viaja la paloma del Espíritu Santo. El vergel que hay delante del pórtico está cuajado de florecillas y tiene una espesa vegetación con algunos árboles entre los cuales puede verse a dos personajes: Adán y Eva, en este caso vestidos con pieles. Su expresión es de sumisión y de arrepentimiento. Representa en conjunto la escena, el principio y el final del pecado, los primeros padres y la salvación del hijo de María. Un ángel vigila detrás de ellos que abandonan el Paraíso.
El cuadro se completa con una predela en la que se narran escenas de la vida de la Virgen. La predela se compone de cinco paneles donde se representan cronológicamente los episodios: Nacimiento y Desposorios, Visitación, Adoración de los Magos, Presentación en el Templo y Tránsito.
Estilo
Se trata de una obra realizada alrededor del año 1430, es decir, en un momento de transición entre la pintura gótica y el renacimiento. De la época medieval quedan rasgos como la minuciosidad propia de la miniatura, como puede verse en la flora delante de Adán y Eva, en las detalladas alas del ángel o en su halo dorado. La luz y el color son ya renacentistas, así como la austeridad de la arquitectura.Esto ha hecho dudar a algunos investigadores sobre la autoría de la obra. En efecto, parece posterior a Fra Angelico. Si la comparamos con las otras Anunciaciones conocidas de mano de Fra Angelico, esta resulta desconcertante por dos cosas: la minuciosa y perfeccionista técnica utilizada y la falta de espiritualidad del rostro de María, que más bien parece una cortesana del siglo XV. German Bazin publicó en París una importante monografía de Fra Angelico en 1941. Bazin atribuye la tabla del Prado a un alumno de Fra Angelico llamado Zanobi Strozzi (1412-1468), haciéndose eco de una atribución anterior a este autor por Van Marle. Actualmente la crítica no cuestiona la atribución a Fra Angelico, pero el perfeccionismo del estilo, incluso la ausencia de un profundo sentimiento religioso, que sí puede apreciarse en las obras autógrafas de Fra Angelico, deberían reabrir el debate. Si el autor no fuera Fra Angelico, debería ser alguien más capaz que Strozzi, que hubiera querido "perfeccionar y corregir la obra del maestro" (German Bazin)
Conservación
La obra se conserva en condiciones razonables para su antigüedad. La tabla principal y la predela subsisten unidas en un marco de relieve ajedrezado pintado en azul y rojo, que puede ser el original del siglo XV. Se ha conjeturado que el retablo pudo completarse con columnas o imágenes verticales a los lados, ahora desconocidas.
La capa pictórica se conserva bastante bien. El daño más relevante es una grieta vertical que cruza la imagen principal desde arriba, sobre las alas del ángel. Actualmente se halla rellenada y disimulada con toques de color.
2.- LA VIRGEN Y EL NIÑO CON SANTOS (Bellini)
La Virgen y el Niño con santos, conocida en italiano como Madonna in trono col Bambino e santi o Pala di San Zaccaria, esto es «Retablo de san Zacarías», es una de las obras del periodo de madurez del pintor renacentista italiano Giovanni Bellini. En origen estaba realizado al óleo sobre tabla, pero fue pasado a lienzo. Se pintó en 1505. Es una obra que mide 500 cm de alto y 235 cm de ancho.
La obra está firmada y datada «IOANNE BELLINVS MCCCCCV» sobre un cartellino fijado en el escalón del trono de la Virgen. Se conserva en la iglesia de san Zacarías («Chiesa di San Zaccaria»), en Venecia (Italia), en su emplazamiento originario, aunque en el año 1797 fue transportada a París como botín de guerra por parte de Napoleón y restituida en el año 1816.
En el centro de la tela está representada la Virgen María en un trono con el Niño en brazos. A la derecha está santa Catalina de Alejandría, y delante tiene a san Pedro.
En la parte opuesta están Santa Lucía detrás y San Jerónimo delante
3.- LA ANUNCIACIÓN (Botticelli )
En italiano, Annunciazione, es un cuadro realizado por el pintor renacentista italiano Sandro Botticelli. Está ejecutado al temple sobre madera. Es una tablita de pequeño tamaño, pues mide 49,5 cm. de alto y 58,5 cm. de ancho. Actualmente se conserva en elMuseo Kelvingrove de Glasgow.
Su datación no es segura; la mayor parte de la crítica la considera juvenil, al apreciar ciertos elementos que recuerdan a Verrocchio; Van Marle, sin embargo, la data hacia 1490.
Sobre la parte posterior de la tabla hay una nota que señala que provenía de la iglesia florentina de San Bernabé.
Se logra el ambiente por la sucesión de las columnas y de los cuadros del suelo, que sirven también para evidenciar el esquema perspectivo. Esta solemne arquitectura domina a las figuras.
4.- LA ANUNCIACIÓN ( Leonardo da Vinci)
LA Anunciación (en italiano, Annunciazione) es uno de los cuadros más célebres del pintor renacentista italiano Leonardo Da Vinci. Estápintado al óleo sobre tabla (madera de álamo) que mide 100 cm. de alto y 221 cm. de ancho y data del periodo 1472-1475. Se conserva en laGalería de los Uffizi de Florencia
Tema del cuadro:
Se representa el tema de la Anunciación de la venida de Cristo a María por el ángel Gabriel, conforme a la biblia cristiana, recogiéndose en el Evangelio de Lucas, 1:26-38:
Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: "¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres". Pero ella, cuando lo vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: "María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su Reino no tendrá fin". Entonces María preguntó al ángel: "¿Cómo será esto?, pues no conozco varón". Respondiendo el ángel, le dijo: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios. Y he aquí también tu parienta Isabel, la que llamaban estéril, ha concebido hijo en su vejez y este es el sexto mes para ella, pues nada hay imposible para Dios". Entonces María dijo: "Aquí está la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra". Y el ángel se fue de su presencia
Análisis: En esta Anunciación, lo mismo que en la pequeña predela sobre el mismo tema que pintó Leonardo por la misma época, ha usado la colocación, muy formal, que proviene de las dos pinturas de Fra Angélico sobre el tema, bien conocidas, con la Virgen María sentada o arrodillada a la derecha de la pintura, a la que se acerca desde la izquierda un ángel de perfil, con rico ropaje que flota, alas alzadas y portando una azucena.
Sin embargo, a diferencia de la iconografía clásica, la escena se desarrolla enteramente en el exterior, dentro de un jardín cerrada de una típica villa florentina. Esto es un rasgo innovador, ya que en la tradición medieval la ambientación era siempre en el interior (lo que favorecía la representación de la cama), al menos en lo que se refería a la Virgen, mientras que el ángel podía estar en el exterior, pero en un hortus conclusus, es decir, en un jardín delimitado por altos muros que aludían al vientre de María. Para mantener la reserva del encuentro, Leonardo pinta a la Virgen en un palacio, pero dejando entrever el lecho; además, un pequeño muro delimita el jardincillo.
El ángel es clásico, como iconografía, tiene las alas batiendo y sostiene una azucena blanca (Lilium candidum), símbolo de la virginidad de María y de la ciudad de Florencia. El ángel revela su peso en la hierba, y se representa incluso el movimiento del aire que provoca al aterrizar. A diferencia de los ángeles que normalmente se representaban no tiene alas de pavo real (considerado animal sagrado y de carne incorruptible al ser exótico y bellísimo), sino las alas de un pájaro auténtico, cuya anatomía ha estudiado el autor. Se supone que Leonardo copió originalmente las alas de las de un pájaro en vuelo. Hay una extraña anomalía: las alas originales eran más cortas, pero fueron alargadas por un artista posterior, sin comprender que aquí Leonardo representó al ángel que está aterrizando, y que por lo tanto está cerrando las alas, y por este motivo carece de sentido pintar un ala batiendo. Esta "corrección" destruye toda la labor de estudio de Leonardo sobre la anatomía de las aves, así como la representación realista del ala.
La impostación de la posición es clásicamente leonardesca, considerando los drapeados, con pliegues amplios y mórbidos. Giorgio Vasari cuenta que el artista hacía a menudo modelos de arcilla de las figuras, los vestía con mórbidos mantos bañados en yeso y entonces reproducía pacientemente la caída de los drapeados. La posición de las manos es natural, la derecha bendiciendo mientras que la izquierda lleva la azucena.
Cierta perplejidad causa la cabeza del ángel: las carnaciones son pálidas y planas, sin las transparencias clásicas de Leonardo, hay una gran diferencia con el ángel del Bautismo de Cristo, aquí los cabellos no se difuminan, sino que aparecen como una masa de rizos compacta.
La Virgen María, a diferencia de lo que era habitual, no adopta la postura de sumisa aceptación de su destino cruzando los brazos. La hermosa joven, interrumpida en su lectura por este mensajero inesperado, pone un dedo de la mano derecha sobre la biblia para marcar el lugar, como si quisiera evitar que se cerrara, y alza la mano izquierda a modo de saludo. Esta serena joven acepta su papel como Madre de Dios no con resignación, sino con confianza. En esta pintura el joven Leonardo presenta la cara humanista de María, una mujer que reconoce el papel de la humanidad en la encarnación de Dios.
A primera vista parece tener tres piernas, ya que el borde del manto está sobre el brazo del sillón. Está situada junto a una especie de altarcillo o mesa de mármol en el que se evidencian las enseñanzas de Verrocchio. Esta mesa de mármol frente a la Virgen probablemente es cita de la tumba de Pedro y Juan de Médici en la sacristía Basílica de San Lorenzo de Florencia de Brunelleschi, que fue esculpida por Verrocchio en esa misma época. Es un sarcófago con elementos broncíneos cincelados que recuerdan a las ornamentaciones de este altar.
Al fondo se ve un río con meandros y barcas, montañas y árboles. El paisaje del fondo muestra una escena de puerto que se cree que está en Roma. Usa perspectiva aérea, a la que Leonardo daba mucha importancia: pintaba los detalles más alejados como envueltos en una niebla, pues sabía que entre el ojo y un objeto visto a distancia se interponían capas de polvo atmosférico, de partículas y motas muy pequeñas, que hacen los contornos menos nítidos; Leonardo fue el primer pintor en preferir esta perspectiva atmosférica sobre la geométrica. Los objetos próximos se representan minuciosamente porque se ven mejor. Se comprende que esta es una obra de juventud por el hecho de que la perspectiva aérea no esta lograda gradualmente.
Los cipreses están representados sistemáticamente como columnas, lo que parece dividir el matemáticamente la escena.
Este paisaje simboliza que el futuro nacimiento no afectará sólo a la vida de la Virgen sino a la del mundo entero.
En primer plano, el pintor representa un tipo de tapete en flor en la que todas las flores se pintaron con precisión amorosa.
Este cuadro presenta la influencia de la pintura realísticamente detallada y del estilo acabado, adquirido en el taller de Verrocchio, y sobre todo en contacto con la obra de Lorenzo di Credi.
EL ERROR DE PERSPECTIVA.- El cuadro está caracterizado por un hecho curioso: Leonardo comete un error de perspectiva. Tal error se refiere al brazo de la Virgen. Analizando el cuadro con una simulación gráfica, y haciéndolo girar, se observa la desproporción en cuanto a la longitud del brazo. Este error no existe en la otra versión de la Anunciación de Leonardo que hoy en día está en el Louvre.
Estos errores, así como numerosos arrepentimientos, demostrarían ciertas dificultades del artista con la organización del espacio escénico.
No obstante, también se apunta a la posibilidad de que, según el punto de vista desde el que se mire (a la derecha y un poco desde abajo) tales "errores" queden corregidos (Natali, 2002), por lo que podrían ser expedientes compositivos o experimentos anamórficos (Carlos Pedretti, 1957).
5.- NACIMIENTO DE LA VIRGEN (Ghirlandaio)
El nacimiento de la Virgen, en italiano Natività della Vergine Maria, es un fresco obra del pintor renacentista italiano Domenico Ghirlandaio. Data del año 1491 y se encuentra en la Capilla Mayor, la Capilla Tornabuoni, de la iglesia de Santa Maria Novella de Florencia.
En la Edad Media estaba divulgada la representación de episodios de la Vida de la Virgen, algunos de los Evangelios pero, en su mayor parte,apócrifos recogidos dentro de La leyenda dorada de Santiago de la Vorágine. Ana y Joaquín, padres de María, llevaban muchos años dematrimonio sin concebir hijos. Para que su concepción fuera inmaculada, es decir, sin lujuria propia del pecado original, se produjo por abrazarse los esposos en la Puerta Dorada de Jerusalén. Este episodio se encuentra aludido, en la obra, en el abrazo en lo alto de la escalera, en el lateral izquierdo. Según la leyenda, de esa forma quedó embarazada santa Ana y nueve meses después, dio a luz a la Virgen María. El nacimiento de María se solía reflejar en obras pictóricas como una escena de género que permitía representar los lujosos interiores burgueses, como ocurre en este caso.
6.- HUIDA A EGIPTO (Carpaccio)
La huida a Egipto es un cuadro del pintor renacentista Vittore Carpaccio realizada en torno a 1500-1510. Es uno de los múltiples cuadros que representan la huida de la Sagrada Familia a Egipto, según narra el Evangelio de Mateo1 , aunque algún detalle se toma de los evangelios apócrifos.
María, envuelta en un manto de oro y damasco azul mientras sostiene al bebé en su regazo, monta un burro, (este detalle no es citado por Mateo, que omite el medio que usó la familia para el transporte) dirigido por José, que se aleja de Belén, donde el rey Herodes había ordenado la masacre de los inocentes, buscando refugio en Egipto, lugar de asentamiento de comunidades judías donde resguardarse.
Historia del cuadro:
No se conocen las circunstancias de la creación ni ubicación original de la obra. En el siglo XIX se trasladó de Berlín a las colecciones de Edward Solly, y en 1821 fue comprado por el Königliche Museen. De 1904 a 1924 se exhibió en el Museo Kaiser-Friedrich, para posteriormente ser vendido. Después de un tiempo, fue comprado por Otto H. Kahn, de Nueva York, que lo vendió en 1937 a la A.W. Mellon Educational and Charitable Trust, donándolo esta a la Galería Nacional de Arte (Washington), su ubicación actual.
7.- NATIVIDAD (Piero della Francesca)
La Natividad (en italiano, Natività) es una obra del pintor renacentista italiano Piero della Francesca. Está realizada al temple sobre madera y mide 124 centímetros de alto y 123 cm. de ancho. Se conserva en la National Gallery, en Londres.
Historia
Se cree que fue en Urbino donde pintó la Natividad (1470-1485); algunos autores acotan la data de realización en 1460-1475, otras concretan1483-1484. En cualquier caso, probablemente sea uno de los últimos cuadros realizados por Piero antes de su ceguera, por lo que se considera que debido a esta enfermedad quedó inacabado. Otros apuntan a que esa impresión de no estar acabado se debe seguramente a las restauraciones antiguas. Fue un encargo de su sobrino, con motivo de su matrimonio.
Composición:
Esta tabla representa a la Virgen María arrodillada, con las manos juntas, ante el Niño Jesús, que está acostado en el suelo, con los brazos elevados hacia su madre, ocupando en el centro de la composición. La Virgen María viste tres colores: azul, blanco y rojo. Acompañan a la Virgen un grupo de cinco ángeles cantores y músicos en el primer plano; tocan el laúd y la viola. Están con los pies desnudos sobre el suelo pedregoso.
Mientras, en el segundo plano, se distingue a José a la derecha, sentado sobre una albarda, con una calabaza a sus pies, mirando hacia otro lado, al paisaje. Detrás él se encuentra los pastores en adoración, el buey y el asno.
En el fondo, a la derecha, es visible un campanario. Este paisaje, visible a la izquierda, está pintado como una miniatura. El establo en el fondo, se pinta con realismo, con una sombra proyectada y animales en movimiento. El suelo y el techo del establo, con matas de hierba, separan las escenas presentadas, unas de otras.
Análisis:
Se trata de un ensayo de pintura al óleo, por entonces una nueva técnica flamenca que Piero della Francesca tuvo ocasión de conocer primer en sus años jóvenes en Ferrara pero luego, con más profundidad, en la Urbino del duque Federico de Montefeltro. Sobresale la instalación en perspectiva y el amoroso cuidado por los detalles. Algunos críticos1 elaboran la hipótesis que el rostro de la Virgen fuera realizado por otra mano «flamenca».
Los colores que viste María simbolizan respectivamente el azul, signo de la realeza celestial, el blanco que indica su virginidad y el rojo, alusivo a la muerte de Cristo.
El establo rústico (al estilo de Toscana) está en ruinas, simbolizando la iglesia que Cristo viene a reconstruir, y representada por un campanario visible en el paisaje de una pequeña ciudad, posiblemente de Umbría, a la derecha.
El paisaje de la izquierda adopta el punto de vista de un pájaro en el cielo que se encontrará de nuevo en Leonardo de Vinci o incluso en las pinturas chinas de paisajes. Este punto de vista es probablemente debido a una composición perspectiva que respeta la posición del cuadro que debía figurar sobre un altar.
El grupo de ángeles cantores y músicos está manifiestamente inspirado en la pintura flamenca.
Tanto el tejado como el suelo muestran una tonalidad clara muy plana y que resulta extraña. Esto se debe a una alteración o deterioro de la pintura; seguramente el artista cubrió ambas partes con una capa de pintura muy fina, que resultó barrida en una torpe restauración. Los matojos oscuros, pintados con otro material, resistieron mejor los daños.
8.- DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ (Fra Angélico)
El Descendimiento de la Cruz (en italiano, Deposizione dalla Croce), es una obra realizada por el pintor italiano Fra Angélico. Está realizado al temple sobre tabla, y fue pintado entre 1432 y 1434. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de San Marcos deFlorencia.
Giorgio Vasari lo describió como «pintado por un santo o por un ángel».
Fra Angélico intervino para completar este retablo cuando había sido ya comenzado por Lorenzo Monaco para la capilla Strozzi en la iglesia florentina de Santa Trinità. Representa a Cristo sujetado por varias personas, recordando en esta representación al Descendimiento de Roger van der Weyden, lo que demuestra los contactos entre la pintura florentina y la flamenca en aquella época. María Magdalena sostiene los pies de Cristo, como un símbolo del arrepentimiento humano. Una figura a la derecha, con un sombrero rojo, muestra los tres clavos de la cruz y lacorona de espinas, símbolos de la pasión y del sacrificio. Sobre su cabeza se ve un halo dorado.
La Virgen María, que luce un vestido oscuro, se muestra en el gesto tradicional de mantener las manos unidas. El nombre de la Virgen aparece inserto en el halo.
En primer término está representado con realismo un prado con flores, lo que recuerda a los cuadros flamencos de la época. Al fondo se veJerusalén representada de forma geométrica, en un paisaje de cielo nublado.
9.- SAGRADA FAMILIA CANIGIANI ( Rafael)
La Sagrada Familia, conocido popularmente como La Sagrada Familia Canigiani en referencia a la familia florentina que fue su propietaria, es una pintura de Rafael, ejecutada entre 1507 y 1508.1
Rafael pintó esta obra con los personajes de Elisabet, madre de Juan el Bautista, María la madre de Jesús, los dos niños y José de Nazaret. Es una reunión de todas las figuras en un esquema piramidal de Rafael en su período florentino (1504-1507).
Hubert Von Sonneburg eliminó en su restauración de 1982 el azul predominantemente del cielo, aplicado sobre el original en el siglo XVIII, lo que permite hoy en día disfrutar de los grandes ángeles a izquierda y derecha en la parte superior, contenidas en el diseño original de la imagen.
El cuadro, que fue un encargo del comerciante Domenico Canigiani para su boda con Lucrezia Frescobaldi, está en la Pinacoteca Antigua de Múnich
10.- VIRGEN CON EL NIÑO Y DOS ÁNGELES (Botticelli)
La Virgen con el Niño y dos ángeles (en italiano, Madonna con il Bambino e due angeli) es una obra del pintor renacentista italiano Sandro Botticelli. Está ejecutada al temple sobre madera. Mide 100 centímetros de alto y 71 cm. de ancho. Pertenece al periodo 1468-1469. Actualmente, se conserva en el Museo de Capodimonte de Nápoles.
Esta obra se atribuyó en un tiempo a Filippino Lippi, maestro de Botticelli, pero estudios posteriores más profundos han permitido afirmar que era obra de Botticelli, opinión que es la actualmente generalizada entre la crítica. La fecha no se conoce con precisión, pero algunos detalles, como la tipología de los rostros, hacen pensar que la obra pertenece a la misma época que La fortaleza y otras vírgenes juveniles del pintor italiano.
Pertenece probablemente a la serie de Vírgenes que Botticelli realizó entre el año 1465 y 1470, que muestran una profunda influencia de Filippo Lippi, siendo parecidas a la Virgen con el Niño y ángeles de Filippo que se conserva en la Galería de los Uffizi de Florencia que data de 1465. Como en las demás composiciones de este tipo, se muestra a María de tres cuartos, con el Niño en brazos; en este caso, además, hay dos ángeles. En esta obra están presentes los trazos típicos de Lippi, especialmente en los ángeles y el Niño, como el uso de la línea para construir la figura y el volumen expandido de los ángeles. Además de la influencia de Lippi, puede verse aquí otra, tal vez de Andrea Verrocchio, en el carácter escultórico de la figura de María. La ambientación es también más ambiciosa que la de Lippi, siguiendo un modelo clásico dentro de la iconografía cristiana de María: elhortus conclusus, tradicional alusión a la virginidad de María, o jardín rodeado de un muro alto, con paisaje al fondo.
Las Madonas de Botticelli, como las que hizo Rafael, tienen un estilo propio que permite reconocerlas. Se caracterizan por su estado de ánimo serio, meditabundo. La relación entre la Madre y su Hijo es más intelectual que afectuosa
11.- VIRGEN DEL MAGNÍFICAT (Botticelli)
La Virgen del Magnificat (en italiano, Madonna del Magnificat, o también Madonna con il Bambino e cinque angeli) es un cuadro destacado del maestro renacentista Italiano Sandro Botticelli. Se conserva en la Galería de los Uffizi, de Florencia (Italia). Está realizado altemple sobre tabla. Fue pintado en 1481, desconociéndose la ubicación originaria de este cuadro.
Se trata de un tondo o cuadro circular, con un diámetro de 118 centímetros. Este formato da lugar a experimentaciones compositivas. La escena se enmarca sin problemas gracias al ritmo de la línea, siendo una obra en la que predominan las curvas (en los rizos, los brazos, las manos, el río). No obstante, sí aparece un poco forzada la introducción del ángel de la extrema izquierda, que corona a la Virgen.
La obra representa a la Virgen María coronada por dos ángeles. El título del cuadro proviene de lo que la Virgen está componiendo, guiada por la mano del Niño: el salmo que comienza "Magnificat", sobre un libro de pergamino. Ella se sitúa en el centro, ricamente ataviada y con la cabeza cubierta por velos transparentes y preciosas telas, sus rubios cabellos se entretejen con el chal anudado sobre el pecho. En la profusión de oro y detalles de velos y telas se ve la influencia de Filippo Lippi.
Dos ángeles la atienden, vestidos como pajes, sujetando el tintero con la tinta.
En el brazo de la Virgen está el Niño, que observa a la madre, mientras con la mano izquierda aferra una granada, símbolo de la resurrección.
El tamaño desproporcionado de las figuras se explica por la tradición iconográfica que hacía que aquellas de mayor importancia devocional, como la Virgen y el Niño, se pintaran de mayor tamaño; es algo que volverá a aparecer en su último cuadro, la Natividad mística. Las figuras se enmarcan en una arquitectura, como se ve en el arco del fondo. En el fondo hay una vista campestre a través de una ventana de forma circular, cuyo marco de piedra comprime a las figuras que están en el primer plano, que secundan el movimiento circular de la tabla, de esta manera las figuras parecen emerger de la superficie del cuadro, como si la imagen estuviese reflejada en un espejo convexo u "ojo de buey". La composición aparece así deformada, como si estuviese comprimida dentro de un espejo convexo, que, a pesar de los datos realistas, aumenta la sensación que produce de visión mental. La composición queda airosa gracias a la disposición de los dos ángeles que sirven de atril al libro que conducen a través de una diagonal ideal hacia el paisaje del fondo.
Los colores son cálidos, luminosos. Transmite así una atmósfera de espiritualidad ideal y lírica. Continúa la tendencia, ya vista en su obraAlegoría de la Primavera de contornos suaves y fluidos y pliegues de una gran sensibilidad. La gran atención que presta a los detalles remite a una labor de orfebrería, como puede verse en la corona, el velo ondeando o las orlas de los mantos.
La pintura representaría a la familia de Pedro de Cosme de Médici, señor de Florencia desde 1492. Su esposa, Lucrezia Tornabuoni como María, Lorenzo de Médici como el joven con el tintero, flanqueado por su hermano Juliano de Médici quien sostiene un libro. Detrás de estos dos chicos estaría María, mientras que las dos hermanas mayores estarían sosteniendo la corona en la parte trasera: Blanca a la izquierda y Nannina a la derecha. El recién nacido sería la hija de Lorenzo, Lucrecia de Médici.
En esta obra busca, según André Chastel conjugar el naturalismo clásico con el espiritualismo cristiano. Es una de las obras más conocidas de Botticelli, por su gran eficacia y la calidad de una pintura excelente, si bien ha podido influir en la percepción vulgar del artista como pintor amanerado y un poco insulso. Ya en su época se hicieron numerosas réplicas.
En esta Madona, como en las demás de la larga serie que pintó Botticelli, puede verse un modelo de Virgen seria, meditabunda, abstraída en su propia belleza y actuando siempre con gran seriedad. Las Madonas de Botticelli reflejan una relación más intelectual que afectuosa entre Madre e Hijo, a diferencia de lo que ocurre con las Vírgenes pintadas por Rafael Sanzio, que suelen mirar a su hijo y colaborar en sus juegos con una cierta sonrisa.
Lamentablemente, no sé cómo incrustar las imágenes que traté de incluir.
Fraternalmente:
juanarosasestrada