por joseluisperezg » Mié Feb 29, 2012 10:50 pm
[quote="lindoro50"]1.- ¿Eres verdaderamente consciente de que te vas a morir?
Sí. Sin referencia a Dios, el hombre no puede responder a los interrogantes fundamentales que agitan siempre su corazón con respecto al fin y, por tanto, al sentido de su existencia. El destino del hombre sin su referencia a Dios no puede menos de ser la desolación de la angustia que lleva a la desesperación. Sólo refiriéndose al Dios-Amor, que se reveló en Jesucristo, el hombre puede encontrar el sentido de su existencia y vivir en la esperanza, a pesar de experimentar los males que afligen su existencia personal y la sociedad en la que vive. La esperanza hace que el hombre se abra al compromiso generoso en la sociedad en la que vive, para poder mejorarla. Es la tarea que Dios encomendó al hombre al crearlo a su imagen y semejanza, una tarea que confiere al hombre la mayor dignidad, pero también una inmensa responsabilidad.
2.- ¿Has Meditado profundamente en lo que significa y representa LA ETERNIDAD?
A menudo. Es la culminación de nuestra existencia, pues en la vida eterna los hombres llegaremos a la máxima felicidad, a la consumación de lo que hemos vivido y practicado en la tierra. Quien haya vivido aburrido, con un corazón pequeño, agostado, encerrado en su propia coraza, eso cosechará. Quien, por el contrario, haya vivido entusiasta, con un corazón lleno de amor, expansivo, entregándose a los demás, alegre a pesar de posibles sufrimientos físicos o morales, vivirá en la plenitud el amor y la felicidad. La eternidad es la posesión de la vida toda, perfecta, simultánea e interminable. Ni más ni menos.
3.- ¿Has reflexionado intensamente en lo que significaría pasar la eternidad en el CIELO o en el INFIERNO?
Sí. El Cielo, sabemos por la Revelación, es felicidad que rebasa nuestros deseos, actividad sin cansancio, descanso sin aburrimiento, conocimiento sin velos, grandeza sin exceso, amor sin afán de posesión, perdón sin memoria, gratitud sin dependencia, amistad sin celos, compañía sin estorbos. En el Cielo, Dios nos concederá mucho más de lo que podemos pedir o imaginar y aún aquello que no nos atrevemos a pedir. El Cielo no es un lugar, sino un estado en el cual los hombres encontraremos la felicidad buscada y la conservaremos por toda la eternidad.
El infierno es el resultado eterno de una decisión humana: el rechazo del amor de Dios. Quien muere en pecado mortal y sin convertirse, quien culpablemente rehúsa creer y no acoge la misericordia divina, se autoexcluye de la salvación, opta por el desamor. Eso es, en su raíz más profunda, el infierno (CIC. 1033-1035).
El Catecismo explica, además, el principal sufrimiento del infierno: “La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira”.
El infierno es la última consecuencia del pecado mismo, que se vuelve contra quien lo ha cometido. Es la situación en que se sitúa definitivamente quien rechaza la misericordia del Padre incluso en el último instante de su vida. El que se condena al infierno es por decisión libre y propia de cada uno. Por eso, la condenación no se ha de atribuir a la iniciativa de Dios, dado que en su amor misericordioso él no puede querer sino la salvación de los seres que ha creado. En realidad, es la criatura la que se cierra a su amor. La condenación consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción. La sentencia de Dios ratifica ese estado.
Lo sensato, lo razonable, es que nos examinemos. ¿Qué vida llevo yo en la Tierra? ¿Voy camino del cielo o voy camino del infierno? Si voy camino del infierno, a rectificar. Aún puedo rectificar. Cuando no podré rectificar es al otro lado de la muerte. Y si voy por el buen camino, adelante. Dando gracias a Dios que me ayuda. Es absurdo tomar el camino que me lleva a donde no quiero ir, pues las consecuencias son irreparables.
4.- ¿Te estás esforzando y/o trabajando profunda e intensamente "48" horas al día para ganarte la ETERNIDAD?
Lo intento. La vida es la posibilidad de alcanzar la eternidad. Cada instante, cada aurora anuncia ese don que es la vida; don y exigencia. Con el tiempo que se nos da tenemos dos opciones: podemos llenarlo de amor para quienes nos rodean, de trabajo bien hecho, de ejercitar las virtudes, de obras buenas o “llenarlo” de vacío interior. Se nos enseñó a pedir el pan nuestro para cada día y no a perpetuidad, para que no fuésemos avaros y no nos instalemos en el tiempo.
Ahora es el momento de crecer en la interioridad “el tesoro que no envejece”, esto es, el amor que solo es verdadero en la medida en que se da y difunde a los demás. La riqueza más profunda del alma es poder ser morada de eternidad.
Saludos,
Pedro Fernando Olivares E.
Febrero 29, 2012
Hola Pedro, gracias por tus muy formadoras respuestas.
Me gusto mucho lo que pusiste en el punto 2, el que vive misero en esta vida misero vivirá en la eternidad, y el que vive entusiasta así lo hará (en plenitud) en la eternidad.
En verdad que no hay nada mas hermoso que vivir CON ENTUSIASMO esta vida, a pesar de la Cruz interior que todos cargamos.
Y quisiera recalcar tu respuesta tres, de lo que dice el Catecismo...El infierno es la separación ETERNA, ETERNA, ETERNA, de Dios. El solo leerlo me pone los pelos de punta.
Ojala que mucha gente verdaderamente concientice lo que ello significa.
Un fuerte abrazo.
Jose Luis Perez
Mexico.