por PELAYO » Vie Mar 23, 2012 4:29 am
Buenos días a todos:
Una vez más con retraso, contesto a las preguntas de este interesantísimo tema (importantísimo, en mi opinión, para saber educar a nuestros hijos en estas cuestiones tan delicadas).
1) ¿Qué peligros entraña separar amor y sexualidad, es decir: sexo desligado del amor (hedonismo)?
Creo que el principal problema al que lleva el hedonismo es convertir el placer en un fin en sí mismo y olvidarte de desarrollar otros aspectos más importantes del amor. Estoy de acuerdo con el Padre Michel en que limita nuestra capacidad de amar. En definitiva, nos hace más parecidos a un animal que a un ser humano hijo de Dios.
Desgraciadamente, vivimos en una sociedad donde el pensamiento más difundido entre la gente joven (fomentado por los medios de comunicación a través de anuncios, series y películas) es que hay que buscar el placer inmediato (aducen, incluso, que es lo "normal" y lo "natural") y que, desde el punto de vista del hombre, lo que te llevará a tener éxito o fama es tener relaciones sexuales con el mayor número de mujeres posible.. Me recuerda un poco a cuestiones que hemos visto en temas anteriores: mucha gente afronta este tema desde la libertad absoluta y el desenfreno (asumiendo que tiene una necesidad hormonal pero no mirando más allá, no queriendo trascender); cuando, en mi opinión, deberían pararse a pensar que todos nuestros actos (y especialmente uno tan importante como el mantener relaciones sexuales) tienen consecuencias (en sí mismos y en la persona a la que buscas con el solo objetivo de obtener satisfacción sexual). Nos hemos olvidado del concepto de libertad responsable (en general y también en esta materia); y nos hemos olvidado de lo que es AMAR de verdad y entregarse a otra persona.
Por otra parte, también tengo que decir que, en mi opinión, la estructura social y económica que se ha impuesto en algunos países, dificulta aún más esta cuestión. Antes creo que no era tan frecuente que un noviazgo durara 7 u 8 años... Y, sin embargo, al menos en España, esto es cada vez más normal: la gente, por falta de dinero o por egoísmo —o por una mezcla de ambos—, no se casa hasta los 30 años; y si hasta entonces has tenido una novia/o, la excesiva duración de la relación y la presión de la sociedad lleva, en ocasiones, a autoengañarse y justificar el tener relaciones sexuales antes del matrimonio. Creo que esto es un obsáculo contra el cual hay que luchar y que hay que hacer ver a nuestros hijos para que tengan armas para lucha contra esta corriente o esta tentación.
2) ¿Qué les dirías, en muy pocas palabras, a personas no casadas para disuadirles de tener relaciones sexuales?
Que asuman y trasciendan. Que no tengan miedo a aceptar que pueden tener ciertos impulsos o apetencias, pero que se den cuenta de que no son animales y de que para una persona tener relaciones sexuales va más allá de un mero acto físico. Les diría que no pierdan nunca de vista que el sexo es la manifestación más íntima del amor conyugal; el regalo en forma de entrega absoluta, en cuerpo y espíritu, que la mujer le hace al marido y viceversa. A través de este acto, le estás diciendo a la otra persona que tu vocación, el plan que Dios ha diseñado para ti, es entregarte en cuerpo y alma ella como camino de salvación para ambos. Si le quitas al sexo esa parte de compromiso amoroso permanente, le estás quitando su esencia, lo estás desnaturalizando, y no estás haciendo nada distinto de lo que puede hacer un simple animal..
3) ¿Qué consecuencias para los cónyuges puede tener el uso de la contracepción artificial?
De nuevo, corren el riesgo de limitar su capacidad de amarse y de donarse el uno al otro. De volverse conjuntamente egoístas y, más tarde, separadamente egoístas (porque creo que un matrimonio que no tiene al menos la vocación de abrirse a la vida, tarde o temprano, hace aguas...). Como dice el Padre Michel, la Iglesia enseña que el matrimonio (y la unión conyugal) tiene dos fines: unitivo y procreativo, es decir (si no lo entiendo mal), de unión (en una sola carne) y de procreación (en el sentido de apertura a recibir, si es la voluntad de Dios, el don de los hijos). Si separas estos dos fines de forma artificial, al final lo que estás haciendo es, como decía antes, arrebatar al matrimiono y al acto conyugal su parte de su esencia.
4) Si las mujeres son las que más agradecidas tendrían que estar a la Iglesia por sus enseñanzas en materia de moral sexual, ¿cómo explicarías por qué no hay más mujeres que se rebelen contra el mercado pornográfico y contra otros síntomas del egoísmo sexual de los varones?
Desgraciadamente es la cultura (o, mejor dicho, el engaño) en la que vivimos...
En España, hay "feministas" que se quejan porque se utilice la palabra "miembro" para referirse a ambos sexos en lugar de utilizar el término (incorrecto) "miembra". Pero, curiosamente, no oímos a esas "feministas" quejarse por la utilización constante del cuerpo y de la sexualidad de la mujer (también del hombre, pero menos) para hacer publicidad y, peor aún, para crear y difundir material pornográfico.
Creo que si realmente supiéramos el daño que hace a las personas (especialmente a los hombres que, por lo general, son los que más acuden a ella) la pornografía; las frustraciones a las que lleva; la soledad que genera; etc. saldríamos, hombres y mujeres, a manifestarnos por las calles para pedir el cierre de esas miles de páginas en Internet que muestran este tipo de contenidos. Y sin embargo, parece como si la tendencia fuera la contraria: que la mujer debe aceptar la existencia de este material y hasta visitarlo ella también para ser una moderna y satisfacer sus instintos (mucho menos acentuados, como señala el autor, que los de un hombre).
En definitiva, se empeñan en hacernos iguales a hombres y a mujeres, en vaciarnos de nuestra sustancia fundamental que es el amor, y en elevar el sexo (a modo de becerro de oro) como un fin o un objetivo en sí mismo... Y muchas veces esta tendencia parece imparable.. ¡Pero no debemos desanimarnos! Como nos dijo Jesús, ¡Él ya ha vencido a este mundo!
Un abrazo a todos y que Dios y la Virgen Santísima os bendigan y bendigan a vuestras familias!