Por dificultades tecnologicas me he visto obligada a incorporarme tarde, pero ya casi estoy al día. Un saludo.
1. ¿Qué quiere decir que Dios creó a la humanidad a su imagen y semejanza?
Dios es comunión (“hagamos”) y a la comunión con Él llama.
Hombre y mujer, están llamados a la comunión recíproca entre ellos a través de su amor conyugal y a la comunión con Dios de tal forma que su amor sea icono del Amor de Dios, un Amor que es Trinitario.
Aporto unas aportaciones del Cardenal Angelo Scola al respecto:
Familia, modernidad y nueva evangelización - Humanitas nº19 (2000)
Un hombre, por tanto, no puede ser concebido sino en relación a la otra forma de ser hombre… Con particular fuerza lo recordaba el Papa en la Mulieris dignitatem: “el hombre no puede existir solo (cfr. Gen 2, 18); puede existir sólo como la unidad de los dos y, por tanto, en relación a la otra persona humana... Ser persona a imagen y semejanza de Dios comporta, por tanto, existir en relación, en referencia al otro yo”[nº 7]. La polaridad hombre-mujer, en este sentido, expresa el carácter contingente del hombre, carácter que individua, al mismo tiempo, un límite y una posibilidad. Un límite porque el yo necesita del otro para obtener el propio cumplimiento. Una posibilidad que nos habla de la capacidad del hombre de autotrascenderse y de percibir al otro como una realidad positiva”.
http://humanitas.cl/web/index.php?optio ... &Itemid=672. ¿Qué significa “desde el principio”?
“Principio” podemos entenderlo desde dos interpretaciones complementarias: como “prehistoria teológica”, inocencia originaria, humanidad creada por un lado y, por toro, como plenitud a la que el hombre histórico ha de tender para ser feliz, aquel proyecto original que Dios tenía sobre el amor entre el hombre y la mujer. Cristo ha redimido al hombre completo, también su cuerpo, para que pueda tender hacia aquello que desea profundamente, porque lo vislumbra en su interior, al existir un eco de aquella verdad originaria. La humanidad caída ha sido redimida.
3. ¿Qué significa soledad originaria?
Un hombre llamado a la comunión pero que experimenta la soledad, parece a primera vista contradictorio.
Como hemos visto en el apartado nº 1 el hombre no está llamado a la soledad, pero la percibe al verse frente a las criaturas. No encuentra en ellas una complementariedad que plenifique su ser persona. De ahí el grito de gozo al ver por primera vez a la mujer, “Ésta sí que es carne de mi carne y hueso de mis huesos…”, no lo duda ni un instante.
El hombre no se identifica con las criaturas y a ésta experiencia llega a través de su cuerpo, no podía ser de otro modo.
Es llamado a la entrega total a través del amor pero con una “ayuda adecuada”, a un mismo nivel. Ser hombre manifiesta esta llamada a la donación total como parte de su mismo “ser”. Ontológicamente es una ser para el encuentro.
La soledad, por tanto, no es el destino del hombre como tampoco lo es de Dios. No es un Dios solitario sino un Dios Comunión y quiere hacer partícipe al hombre de ella.
4. ¿Cuál es el significado de unidad originaria?
El grito el hombre “ésta sí que es carne de mi carne” expresa situarse a un mismo nivel ontológico con otro “yo”, distitnto pero complementario. Son dos maneras complementarias desde las que se es persona, con una misma dignidad pero con sus diferencias características en el modo de sentir, amar, reaccionar, pensar,… diferencias que no suponen exclusión o enfrentamiento sino enriquecimiento. Dios ha querido esas diferencias.
Así lo manifiesta Benedicto XVI en “Deus caritas est” nº 11: “… El hombre es de algún modo incompleto, constitutivamente en camino para encontrar en el otro la parte complementaria para su integridad, es decir, la idea de que sólo en la comunión con el otro sexo puede considerarse «completo ».
5. ¿Cuál es el significado de la desnudez originaria?
Hombre y mujer viven su desnudez como una inocencia originaria; su mirada recíproca es limpia, transparente,… no hay en ellos malicia. Viven su entrega total como un don no como un intercambio de “cuerpos” y placeres. Se perciben a sí mismos y entre ellos de una forma íntegra, total, donde no existe lugar para la dualidad. Cuerpo y espíritu están en plena armonía. No es posible separarlos.
Un hombre y una mujer perciben cuando son mirados en su desnudez de una forma limpia porque no sienten vergüenza al ser valorados en su dignidad. El pudor sexual surge espontáneamente cuando se sospecha que no se va a ser mirado o tratado limpiamente.
La entrega conyugal vuelve a vislumbrar esta desnudez originaria cuando es por amor, total, fiel, fecunda, perpetua, exclusiva,… Se entregan recíprocamente todo su ser a través de su donación corporal.