por pac05091957 » Lun Jun 04, 2012 5:51 pm
1. ¿Cómo se relaciona la redención del cuerpo con “la esperanza cotidiana”?
La redención del cuerpo se relaciona con la esperanza cotidiana, a través del acto más importante del matrimonio que es la comunión de los esposos es decir el amor, que por la gracia del Sacramento y de la propia sexualidad, se donan totalmente el uno al otro en la entrega de sus propios cuerpos, así como Cristo se entrego a la iglesia, y es en este contexto de mutuo amor en el que Dios ha querido llamar a la existencia a nuevas criaturas, llamadas a transformarse en hijos de Dios para la eternidad.
2. ¿Por qué la anticoncepción atenta contra el progreso auténtico de la civilización?
La utilización de la anticoncepción como medio para evitar la transmisión de la vida, permite separar artificialmente el significado unitivo del significado procreador lo cual no es correcto, porque uno y otro pertenecen a la verdad íntima del acto conyugal: uno se realiza juntamente con el otro y en cierto sentido el uno a través del otro. Por lo tanto, en este caso el acto conyugal, es privado de su verdad interior y al ser privado artificialmente de su capacidad procreadora, deja también de ser acto de amor y no esta rodeado de santidad por que Dios es vida.
Estos “métodos” apuntan a impedir la aparición de una vida nueva y a trabar el proceso natural de generación.
No existe una maternidad y paternidad responsable, con la conciencia de educar a los hijos de acuerdo a valores éticos, morales y cristianos.
La desaparición de todo riesgo de aparición de una vida nueva abriría el camino a la infidelidad conyugal.
Por otra parte, la anticoncepción expondría a la mujer a convertirse en un simple instrumento de goce egoísta para el hombre.
Una cosa que amenaza el sacramento del matrimonio es la concepción falsa de la sexualidad: la sexualidad en función solo de procurarse el placer. Hoy, con la permisividad sexual, el erotismo, la pornografía, la prostitución, etc., los medios (televisión, cine, publicidad, revistas, Internet, celulares etc.) nos bombardean continuamente en este sentido: la sexualidad es presentada como mero instrumento para procurarse placer libremente.
Finalmente se abriría el camino a la arbitrariedad de Autoridades Públicas despreocupadas de las exigencias morales y que podrían favorecer y hasta imponer a sus pueblos el método anticonceptivo que ellos juzguen más eficaz, apropiándose el estado de una función que le compete a la familia.
Destruido el fundamento sacramental del matrimonio, es también destruida la familia. Si se destruye el fundamento del sacramento, inmediatamente el matrimonio pierde la fuerza, se debilita, no está ya sostenido por la gracia de Jesucristo para superar las dificultades. Esto permite que las familias se desintegren, se prostituya la mujer, se generen antivalores en contra de la vida, la familia y el matrimonio contribuyendo de manera directa a la degradación de la civilización y el progreso reflejado en el desarrollo tecnológico no resuelve los problemas derivados de la separación de Dios.
3. ¿Cómo revela el matrimonio de Tobías y Sara que el “lenguaje del cuerpo” se hace lenguaje de la liturgia?
Muestra que toda la explicación está contenida en la oración que hacen Tobías y Sara antes del acto conyugal. Esta oración forma parte de las lecturas propuestas para la celebración de las misas de matrimonio.Esta oración nos introduce en lo que puede aportar la gracia del sacramento del matrimonio para combatir, en la intimidad misma del corazón del hombre y de la mujer, los efectos del pecado. La oración de Tobías es, ante todo, plegaria de alabanza y de acción de gracias.
El matrimonio de Tobías y Sara nos muestra cómo la pureza del corazón, la actitud de castidad pueden (por medio de la gracia de Dios) hacer el amor de los esposos “más fuerte que la muerte”. El matrimonio de Tobías y de Sara constituye así una esperanza para el hombre histórico, es decir, para el hombre sometido al reinado de la concupiscencia: la gracia de Dios triunfa sobre el pecado y sobre la muerte. En este sentido, este matrimonio es una anticipación de la Redención del cuerpo llevada a cabo por Cristo.
4. ¿Cuál es el antídoto contra la “cultura de la muerte”?
Creo que la respuesta principal a la cultura de la muerte es la practica del verdadero amor mutuo, de la donación de nuestros cuerpos que no nos pertenecen, de entregarnos a la misión en cuerpo y alma, a la tarea física y espiritual para la cual fuimos llamados: engendrar hijos (don de la vida) y educarlos al culto de Dios. Así como Cristo amó a la Iglesia, que se entregó a sí mismo por ella. Porque si el Señor amó a su sierva tanto, hasta el punto de entregarse incluso por ella, con mucha más razón has de amar tú así a la que es sierva contigo. La reflexión profunda` sobre el matrimonio exige tiempo y calma. La realidad del matrimonio es una realidad santa, es un sacramento. Sólo el Señor puede introducirnos en su comprensión. La primera preparación al matrimonio consiste en la oración, la plegaria al Espíritu para que haga penetrar en el corazón de los novios la Verdad del matrimonio cristiano. Esta preparación intensa en la catequesis y en la oración nos permitirá fortalecernos en la verdad y luchar contra la libertad irresponsable, el sexo por placer ,la ininterrupción de la vida, el relativismo, el consumismo, el egoísmo y creer que con solo nuestras fuerzas es suficiente para solucionar los problemas.
5. ¿Cómo puede ayudar la Teología del cuerpo a cruzar el umbral de la esperanza?
La raíz de nuestra libertad está en el conocimiento de la verdad: el ignorante no es libre.
Mediante el conocimiento y la divulgación de la Teología del cuerpo, en la cual la comunión de los esposos, que por gracia del Sacramento, se donan totalmente el uno al otro en la entrega de su propio cuerpo, de su sexualidad y sobre la base de un mutuo amor en el que dios ha querido llamar a la vida de nuevas criaturas llamadas a transformarse en hijos Dios.
El no tuvo en consideración ser Dios: se despojó de su gloria y la escondió en la humildad de nuestra carne. El no quiso complacerse a sí mismo: asumió nuestras miserias, hasta el fondo. ¡Qué humildad, qué respeto profundo para cada uno de nosotros! Es en la contemplación continua de este amor que los novios aprenderán qué significa amar... Escuchemos qué dice S. Agustín: "Tú oyes a Cristo que dice: "mi carga es ligera" ...Toma ésta carga; no te aplastará, te aliviará; será para ti unas alas que antes no tenías... Una de las alas es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. No te quedes, sin embargo, con una sola ala, porque, si te imaginas tener una sola, ni aun ésa tienes. La segunda ala es: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Porque si no amas al hermano al que ves, ¿cómo podrás amar a Dios, a quien no ves? Añade esta ala a la otra y así podrás volar. Este es el origen de nuestra esperanza.