Estimado secretman y demás hermanos en Cristo:
1. En su mensaje, el Cardenal Sodano NO ha citado "cayó como muerto" con intención de subrayar el sentido literal de las palabras escritas por Sor Lucía. Sino, MUY CLARAMENTE, él lo que hizo fue expresar una frase que condensaba el contenido del secreto YA INTERPRETADO, según se le presentó a Sor Lucía en su coloquio con el Cardenal Bertone. Interpretación que ella misma dijo que era posible, pero que a ella NO le correspondía interpretar, que eso era labor del Santo Padre y que ella tan solo había escrito lo que había visto.
Por consiguiente:
a) Ella afirma que escribió que "fue muerto" porque evidentemente eso es lo que se podía SUPONER de la visión que tuvo. Pero lo que ella tuvo entonces NO FUE una revelación TEXTUAL en la que un enviado del Cielo le dijera "escribe que fue muerto" o cosa parecida; sino lo que tuvo fue una visión en la que ella OBSERVÓ a soldados disparando contra el Obispo que ella misma presintió que era el Santo Padre, y a dicho Obispo cayendo. Lógicamente ella SUPUSO que había caido muerto y POR ESO escribió "fue muerto". Pero ella misma, en el coloquio con el Cardenal Bertone, manifestó que estaba completamente de acuerdo en con la afirmación DEL PAPA de que: "una mano materna guió la trayectoria de la bala, y el Papa agonizante se detuvo en el umbral de la muerte". Por consiguiente, lo que ella vió es COMPLETAMENTE COMPATIBLE con esa afirmación que -hay que subrayarlo una vez más- NO se presenta como la intepretación de alguno de los cardenales u otras personas involucradas, sino como la afirmación DEL PAPA. De este modo, cuando el Cardenal Sodano dice "cayo como muerto", lo que está expresando ya es una frase que resume no solo la visión misma, sino la visión interpretada. Y eso está muy claro en la forma en que se presenta la frase en ese mensaje. Y no gastemos bytes ni teclas ahora discutiendo que si ese coloquio entre Sor Lucía y el Cardenal Bertone tuvo lugar o no, que si se reflejó fidedignamente lo que se dijo o no, si Sor Lucía era realmente libre de opinar o fue coaccionada, etc. Porque....
b) A mi saber y entender la Iglesia NO tiene la intención de proponer las revelaciones privadas, incluso las aprobadas, como materia que demande la obediencia religiosa de los fieles, no digamos ya el asentimiento de la Fé, que tan solo puede darse a la Única Revelación Pública. Dice el Comentario Teológico del Cardenal Ratzinger con el que se acompañó la publicación del Tercer Secreto de Fátima respecto a las revelaciones privadas:
Un mensaje así puede ser una ayuda válida para comprender y vivir mejor el Evangelio en el momento presente; por eso no se debe descartar. Es una ayuda que se ofrece, pero no es obligatorio hacer uso de la misma.
Por consiguiente, cualquier católico puede o no creer, no ya digamos en los detalles de los mensajes, sino en la aparición misma y, para el caso, la totalidad del mensaje contenido en ella. El asentimiento, en este caso, se trata de una mera cuestión de fe humana que se basa en un análisis sobre la naturaleza de los hechos y la racionalidad y probabilidad de que se trate de algo auténticamente sobrenatural. La Iglesia emite entonces una opinión autorizada (que, de suyo, es muchísimo más probable y autorizada que la opinión personal de CUALQUIER fiel), quedando en la esfera de la racionalidad, sinceridad y lógica de cada quien el aceptar la opinión emitida por la Iglesia como algo más fidedigno que la opinión propia o no.
Simplemente NO EXISTE fundamento racional alguno con el que alguien pueda decir "mi opinión es mejor que la de la Iglesia" en un tema así, de modo que, decirlo, es una temeridad. Pero que sea un acto temerario NO quiere decir que no haya libertad de hacerlo sin incurrir en ninguna falta.
c) Pero si, fundados en el juicio de la Iglesia, razonablemente concedemos que se trata de un hecho muy probablemente verdadero, de modo que le damos el asentimiento de nuestra razón; entonces lo que ya no resulta tan racional es, selectivamente, decidir qué si le creemos a al Iglesia y qué no. NO es nada racional decir "la Iglesia me enseña la verdad cuando me dice que la aparición es auténtica", pero "me miente al presentarme el contenido de su mensaje". Ni tampoco es racional decir que no miente la Iglesia porque no tiene intención de engañar, sino se engaña a sí misma estando entonces en el error, porque, si afirmo eso ¿cómo sé yo, sin anteponer mi juicio sobre el de la Iglesia, que la Iglesia no erró también al aprobar la aparición y toda ella es entonces falsa? Si mi racionalidad me dice que la Iglesia es fidedigna para decir que el hecho parece sobrenatural y es prudente considerarlo así, entonces esa misma racionalidad, si es tal, me debe decir que no debo cuestionar el juicio de la base en la que yo mismo me estoy sustentando, so pena de dejar sin fundamento a mi propia opinión.
d) Por tanto, tan temerario como es no creer en la aparición aprobada, igual de temerario es no seguir a la Iglesia al interpretar el mensaje. Si bien en ninguno de los dos casos se comete falta moral alguna, sino tan solo se realiza un acto imprudente, que es el de no aprovechar la ayuda que se nos ofrece para poder mejor cumplir con lo que SI es nuestra obligación (la Revelación Pública). Si en este contexto cumplimos igual con nuestra obligación, entonces nada se nos puede reprochar pese a habernos "arriesgado" no tomando la ayuda adicional. Por el contrario, si no la cumplimos, lo que, siendo pecadores como somos, es prácticamente un hecho que va a ocurrir, pues entonces, ahí si, nuestra culpa se AGRAVA por no haber usado imprudentemente la ayuda que gratuitamente se nos ofreció.
Pero insisto en que esto último vale indistintamente respecto a aprovechar la ayuda que la Iglesia nos da aprobando la aparición y comunicando su mensaje. Como respecto a la ayuda adicional que la Iglesia nos da interpretando y enseñando la interpretación de dicho mensaje.
Concluyendo de todo lo anterior:
Si, si hay otras interpretaciones, y hay libertad de escucharlas y abrazarlas; pero prestar oido a ellas en vez de a aquello que ya la Iglesia ha enseñado en la materia, es un acto peligroso y temerario del que, casi seguramente, saldremos "raspados".
Saludos y bendiciones