Estimado en Cristo marius:
¿Tú esperarías que debido a que tu bisabuelo se cortó la mano cuando era niño, entonces biológicamente tú tuvieses que presentar una cicatriz en tu propia mano? Si sabes los mínimos rudimentos de genética, de sentido común o de simple experiencia familiar, sabes que por supuesto que no cabe esperar eso de ninguna manera ¿verdad? Y esto es porque los eventos que ocurren, incluso en sentido biológico como es una cortada y una cicatriz, NO tienen manera de heredarse hacia las generaciones subsiguientes, por la simple y sencilla razón de que NO ocurren en los gametos o células germinales que son aquellos que realmente llevan la herencia de una generación a otra.
Por el contrario, SI existen eventos que pueden ocurrir en la vida de una persona y que afectan a su descendencia, y estos son aquellos que llegan a afectar a las células germinales, sus antecesoras y/o los mecanismos que las producen. Pero en tal caso la afectación puede y suele ser MUY distinta de la forma en que el evento original afectó al progenitor. Por ejemplo, si el progenitor recibió una dosis de radiación que afectó su aparato reproductor, puede ser que no tenga ninguna alteración visible en ninguna otra estructura o sistema de su organismo, por lo que, para fines prácticos, seguirá pareciendo y funcionando como una persona perfectamente normal... salvo a la hora de reproducirse, donde, tal vez pueda ocurrir que un hijo suyo nazca, digamos, sin brazos. Ese defecto congénito si viene a ser, en verdad, una especie de "memoria" por la que las experiencias en la vida del progenitor, de algún modo SI podrían alterar y marcar la vida del hijo. Pero, como resulta claro de este ejemplo, NO se trataría entonces de una "memoria" en el sentido de que se REPITIERA en el hijo un mismo efecto producido en el padre, sino que, completamente al contrario, la "marca" en el hijo es radicalmente distinta al efecto que esa experiencia produjo en el padre.
Pero bueno, es preciso reconocer que, según nos lo muestra la ciencia SI hay manera de que ciertos eventos en la vida de los progenitores "marquen" la vida y el cuerpo de sus hijos.
Ahora bien, tenemos entonces eventos que NO "marcan" a los hijos, y tenemos eventos que SI "marcan" a los hijos.
Las vivencias y experiencias emocionales, los recuerdos de determinadas situaciones ¿a qué categoría pertenecen entonces?
Bueno, pues si nos atenemos a la ciencia más elemental, resulta entonces más que claro que tales vivencias y recuerdos pertenecen a la categoría de las cosas que NO PUEDEN "MARCAR" a los descendientes. Y esto es porque, a nivel biológico, tales experiencias se reciben, procesan y almacenan NO en el sistema reproductor, sino en el sistema nervioso. Por supuesto que hay quien, haciendo las delicias de Freud,
parece pensar y juzgar con el sistema reproductor, ¡pero eso es otra cosa!
Más en serio, la realidad es que nuestras experiencias emocionales, razonamientos y recuerdos se procesan y almacenan, en lo que a la parte biológica se refiere, en el cerebro, razón por la cual es evidente que no es sino ciencia-ficción equivocada y barata el pensar que algún día la ciencia real podría demostrar que los recuerdos de una persona pueden "marcar" y manifestarse en su descendencia. La ciencia real nos demuestra fácilmente que no es así; de modo que insistir en lo contrario es servir a la ideología y NO al conocimiento.
Por demás, si te interesa un poco de ciencia real respecto al famoso "deja vú" (creer que ya se ha experimentado lo que está sucediendo, experiencia que quizá todos hemos tenido alguna vez), de entrada es preciso reconocer que este fenómeno no está del todo explicado, y, sin embargo, las posibilidades reales distan mucho de ser cuestiones para-normales, no digamos ya "recuerdos de vidas pasadas" (propias o ajenas).
1. Un gran grupo de teorías, del que existen muchas variantes, consiste básicamente en considerar que el "deja vú" se produce cuando el cerebro en un momento dado falla en integrar todos los estímulos que recibe a la vez respecto a una situación o experiencia determinada, probablemente porque por alguna razón se produce un retraso en un estímulo respecto a otro que normalmente debería ocurrir de manera simultánea.
Por ejemplo, la imagen de un suceso que ven nuestros ojos normalmente se debería presentar en la corteza visual y ser procesada a partir de ahí de manera simultánea proveniente de los dos ojos, lo que, por cierto, permite al cerebro recrear una percepción tridimensional de esas escenas que se observan. Pero, según estas teorías, si bien este procesamiento simultáneo que hemos descrito generalmente SI ocurre; podría ocurrir que, por ejemplo, por alguna razón en un momento dado la señal de un ojo llegue antes a la corteza visula que la señal del otro ojo. Y asi, al no recibir simultáneamente la señal del mismo evento en los dos ojos, el cerebro falla en entender que está viendo dos imágenes ligeramente desfasadas de una misma cosa; sino que procesa primero la señal que le llegó primero; y luego, cuando llega la otra señal, la percibe como algo nuevo, distinto y diferente de lo anterior (pues si no fuese distinto el cerebro esperaba que hubiese sido simultáneo), y entonces VUELVE a procesar el MISMO evento como si se tratara de OTRA cosa. Y no es extraño entonces que, al procesar este "segundo" evento; el cerebro, no sin cierta razón "sienta" que "ya vivió" o "ya pasó" por eso que está procesando ahora; pues en realidad ya lo procesó antes.... unos micro-instántes antes... pero antes al fin y al cabo.
Y claro, cuando tenemos este tipo de experiencias NO las percibimos como que "antes" haya sido unos mili-segundos antes. Sino las percibimos como que las "vivimos" "tiempo atrás"... no lo podemos precisar... tal vez en un sueño, tal vez en un viaje o visita anteriror al mismo lugar, etc. Pero no resulta difícil explicar eso, pues es obvio que nuestro cerebro sabe que la realidad NO se repite milisegundos después; por consiguiente, si el cerebro YA identificó el "segundo" evento como algo DISTINTO al "primer" evento; entonces por simple lógica NO PUEDE colocar el "primer" evento como ocurrido milisegundos antes, sino lo tiene que "identificar" como perteneciente a un pasado suficientemente remoto y ajeno al presente como para, precisamente, NO SER el mismo evento. Pero, como no lo puede ubicar con precisión - y creo que ese no poder ubicar con total precisión cuándo ocurrió la experiencia anterior es parte integral de este fenómeno en todas las personas -, porque para ubicarlo con precisión, lo tendría que ubicar mili-segundos antes, cosa que el cerebro "sabe" que NO PUEDE ser, entonces por eso lo "ubica" de esa manera imprecisa e indefinida: quizá un sueño, quizá un momento anterior. Y cuidado con "creer recordar" que "cierta vez si pudimos ubicar con precisión" pero no recordar muy bien cuándo ni cómo, porque puede haber en todo ello algo de la siguiente posibilidad.
2. La otra posibilidad es que nuestra memoria suele ser menos precisa y confiable de lo que solemos creer. Se dice, por ejemplo, que mucha gente cree haber visto en vivo a los DOS aviones estrellarse en las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Pero la realidad es que el primer impacto no se transmitió en vivo, pues nadie estaba transmitiendo imagenes de las torres hasta que se estrelló el primer avión. Claro, luego salió el video que tomaron los bomberos, y hay otro también, menos conocido, de unos muchachos que estaban de viaje y pasando por un túnel cercano. Pero estos videos salieron al aire mucho tiempo después, de ninguna manera fueron transmitidos en vivo porque ni siquiera los tomaron equipos de las televisoras.
En realidad nuestra memoria es mucho más capaz de recordar e identificar situaciones parecidas, que de andar recordando los más ínfimos detalles de una experiencia determinada. Y eso tiene sentido: si algo nos causó problemas en el pasado, es muy probable que otra cosa parecida nos cause problemas hoy.
Por eso, es mucho más probable que nuestra memoria relacione dos circunstancias relativamente similares y "crea recordar" que los detalles "son los mismos"; en vez de percibir y recordar hasta el más mínimo detalle de cada una de esas experiencias para fácilmente darse cuenta de que en realidad son dos experiencias independientes y significativamente distintas.
En fin, no entraremos en muchos más detalles de esas teorías, pero lo importante es darnos cuenta de que estas "experiencias raras" tienen mucho más que ver con que nuestro cerebro es mucho menos fidedigno de lo que a nuestra vanidad le gusta creer, que con experiencias para-normales o con verdaderas impresiones de vidas o momentos pasados.
Que Dios te bendiga en la alegría de la Resurrección del Señor.