¿Qué hemos descubierto gracias a la lectura de esta Encíclica?
En esta Encíclica Lumen Fidei,
“La luz de la Fe”, de Su Santidad Francisco, es como dice Su Santidad es una Encíclica a cuatro manos, una encíclica que no es para leer, es para estudiar y reflexionar.
Nos habla de las virtudes teologales, en especial de la fe, nos hace ver la caridad que en estos tiempos es tan importante y que no la damos.
De creer en el amor, ¿cual amor? del amor a Dios, que es
“el Amor de los amores”; de creerlo, comprenderlo y hacerlo vida.
Menciona la importancia de la familia y las relaciones sociales.
Los beneficios de la fe. La defensa de la dignidad y el respeto a la vida humana desde la concepción. Nos habla de los frutos sociales de la fe: La familia,
“unión estable de un hombre y una mujer”, la dignidad de cada uno, el respeto y el perdón.
La fuerza consoladora que ofrece ante el sufrimiento y la muerte. Que para vivir el amor, hace falta cimentarlo todo en el testimonio de Cristo, en la vida de la Iglesia, en sus mártires, en la fe y la esperanza que nos sostiene como católicos. La capacidad para encontrarle sentido al sufrimiento y compartirlo con los que sufren, tener consuelo y esperanza.
El respeto a la naturaleza.
En el Capítulo III, nos habla de la importancia de los Sacramentos de la iniciación cristiana, en particular del Bautismo y de la Eucaristía, que un Sacramento de Amor. Dios es Amor y Amar es; asemejarse a Jesucristo Nuestro Señor. Ser una unidad con el Amado, como correspondencia a Cristo que se hace Comida y Bebida para nosotros, lo cual representa un Milagro maravilloso de Amor.
Nos recuerda el Santo Padre que debemos de cumplir con los Mandamientos de la Ley de Dios, del Padre Nuestro, de Nuestra Profesión de Fe. De creer y hacer vida lo que hemos asimilado y necesitamos trasmitir diariamente a nuestros semejantes.
Nos insiste en practicar la oración diariamente.
Habla también de la Iglesia, que es nuestra santa Madre iglesia.
Y finaliza con una hermosa y sensible oración a la Santísima Virgen María, nuestra Madre, Protectora, Intercesora, que siempre está a nuestro lado, que va de nuestra mano, que no nos soltará jamás. Pensemos en Ella cuando nos sintamos tristes en nuestro interior, abrámosle nuestro corazón con una oración, que la Santísima Virgen le contará a Jesús de cada uno de nosotros. Que es una Madre que nunca nos fallará.
Doy las gracias a Dios, a Catholic.net por la oportunidad de haber podido participar en este foro de discusión, en especial a Hini, quien ha estado acompañando en este proceso y gracias a los compañeros, a los que invito a seguir adelante, en estos interesantes cursos.
"La Fe va de la mano de la esperanza, porque aunque nuestra morada terrenal se destruye, tenemos una mansión eterna; que Dios ha inaugurado ya en Cristo, en su cuerpo" Su Santidad el Papa Francisco.