Lc. 9; 23-26
23 Después dijo a todos: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga.
24 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí, la salvará.
25 ¿De qué le servirá la hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida?
26 Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles.
BETHSAIDA JULIAS..................................
Estas palabras de Cristo se las dice a sus apóstoles después de haber despedido a la muchedubre que le había escuchado.
Son palabras sencillas pero muy difíciles de entender y más para nuestra civilización consumista; que hemos hecho de lado a nuestra Fe en Dios para aceptar al dios dinero, al dios poder, al dios tener.
No consideramos que ninguna de nuestras pertenencias materiaes ni poder, ni honores terrenos nos habrán de llevar a gozar de la Jerusalén Celestial; antes al contrario nos pueden perder si no hacemos buen uso de ellas, dar de comer al hambriente, de beber al sediento; sin embargo, el compartir los bienes de cualquier clase nos podrán acercar, a seguir a Cristo; recordemos que no solo las buenas obras nos sirven, también debemos de tener Fe.
Me pongo en estos momentos en la piel de nuestros hermanos cristianos de Siria, de los Obispos, religiosos y civiles que no han huído, han perdido sus Templos, sus casas, no hay alimento suficiente, más sin embargo, siguen al pié del cañon, rezando por la paz de su país, apoyando a sus hermanos en Cristo, los árabes y los musulmanes.
Están perdiendo su vida en favor de Cristo !!
Están dando techo a los necesitados, comida a los hambrientos, cobijo a los que se han quedado sin nada.
Ellos son los que están perdiendo la vida en favor de Cristo, ellos son los que están dando Fe de la existencia de Cristo, ellos son los que no se avergüenzan de Él.
He tratado de hacer mi reflexión del Evangelio en forma más visible, más explícita; sin embargo, lo mismo me digo a mí,. Qué he hecho en favor de los desposeídos, de los hambrientos, de los sin Fe ?
Oremos por la Paz en el mundo pero en especial por todos los que están sufriendo a causa de las guerras, de las persecuciones, del hambre, de las enfermedades, de los fenómenos metereológicos, etc. Amén.