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EL ROSARIO SIGUIENDO LOS PASOS DEL EVANGELIO---------------------------------------
ABADIA BENEDICTINA DE SANTA CRUZ DEL VALLE DE LOS CAIDOS 1995
Traducción del original francés
«Le rosaire au pas de I´Evangile : Nouvelle série de calusules. Nouvelle edition revue. Solesmes, 1986» por un monje benedictino de la Abadía de Santa Cruz.
------------------------------------------------------------MISTERIOS GOZOSOS-----------------------------------------------------
1. LA ANUNCIACIÓN
Padre nuestro. Dios te salve, Maria... de tu vientre, Jesús.
1- Tú, a quien el ángel Gabriel, enviado por Dios, saludó de manera tan admirable en tu casa de Nazaret.
2- Tú, que te turbaste, en tu humildad, y te preguntabas qué podia significar ese saludo.
3- Tú, turbada por el ángel cuando te anunciaba que Dios te había elegido para ser la Madre del Mesías.
4- Tú, a quien el ángel recordó que el Mesías, descendiente de David, debía reinar eternamente en la casa de Jacob.
5- Tú, que preguntaste prudentemente: «Cómo será, puesto que soy virgen?».
6- Tú, a quien el ángel respondió: «El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra.»
7- Tú, a quien el ángel reveló la maravilla de las maravillas, desvelándote que el Niño que iba a nacer de ti seria el propio Hijo de Dios.
8- Tú, a quien el ángel dio como garantía de su palabra la futura y milagrosa maternidad de tu prima Isabel.
9- Tú, que diste pleno consentimiento al designio del Señor diciendo: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
10- Este Jesús que, al instante, en un acto de obediencia al Padre, tomó carne en tu seno virginal.
Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la gracia de una obediencia pronta y alegre a todos los deseos (o mandatos) del Señor, y ruega por nosotros pecadores...
Gloria al Padre..
2. LA VISITACIÓN
Padre nuestro. Dios te salve, María... de tu vientre, Jesús.
1- Jesús, cuyo Espíritu te inspiró acudir con prontitud a visitar a tu prima Isabel, para felicitarla y asistirla.
2- Jesús, todavía tan leve en tu seno mientras que tú subías, alegre y presurosa, las colinas de Judea.
3- Jesús, cuya presencia oculta hizo saltar de alegría a san Juan Bautista en el vientre de su madre.
4- Jesús, cuyo Espíritu desveló tan cabalmente a Isabel el significado del regocijo con que te saludó como Madre de su Señor.
5- Jesús, cuyo Espíritu inspiró las felicitaciones afectuosas que ella te dirigió.
6- Jesús, bajo cuya inspiración diste curso libre a tu alegría diciendo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador».
7- Jesús, quien, por su oculta presencia, santificó los últimos meses de la espera de Isabel y el nacimiento del Precursor.
8- Jesús, verdadera luz del mundo y Sol de Justicia, cuyo Precursor saludó Zacarías en su propio hijo recién nacido.
9- Jesús, a quien llevaste en tu seno, como un tesoro escondido, mientras meditabas en los maravillosos acontecimientos que acababas de vivir.
10- Jesús, a quien san José mereció servir como padre aquí abajo por su humilde obediencia al ángel, que le decía que te tomara por esposa.
Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la gracia de una caridad más comprometida con el prójimo, y ruega por nosotros pecadores...
Gloria al Padre...
3. EL NACIMIENTO
Padre nuestro. Dios te salve, María... de tu vientre, Jesús.
1- Jesús, a quien llevaste durante seis meses más con tanto amor, plenamente feliz de sentirle desarrollarse en ti.
2- Jesús, quien debía nacer en Belén, a donde te condujo providencialmente el edicto de César Augusto.
3- Jesús, a quien las circunstancias te obligaron a darlo a luz en un pobre establo, siendo el Creador del mundo.
4- Jesús, a quien recibiste con más amor y ternura, alegría, admiración agradecimiento con que ninguna madre haya recibido nunca a su hijo.
5- Jesús, a quien envolviste en pañales y acostaste en un pesebre, adorándole como Hijo de Dios.
6- Jesús, a quien le presentaste a san José para adorarle a la vez que le confiaste a su ternura paterna.
7- Jesús, cuyo nacimiento saludaron los ángeles con el canto de los ángeles: «Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor».
8- Jesús, a quien presentaste a los pastores para que le adorasen, aceptando sus humildes ofrendas.
9- Jesús, anunciado por una estrella y a quien presentaste para que los magos le adorasen, aceptando sus regalos llenos de misterio.
10- Jesús, de quien se decían cosas maravillosas que conservabas celosamente y meditabas sin cesar en tu corazón.
Santa María, Madre de Dios, alcánzanos de tu Hijo la gracia de un verdadero y sincero desapego de los bienes terrenos, y ruega por nosotros pecadores...
Gloria al Padre...
4. LA PRESENTACION
Padre nuestro. Dios te salve, María... de tu vientre, Jesús.
1- Jesús, de quien, con el corazón inmensamente estremecido, viste correr, por primera vez a los ocho días de nacer, su sangre redentora.
2- Jesús, a quien diste ese mismo dia, segun la orden divina transmitida por el ángel, el nombre bendito que significa «Yahvéh Salvador».
3- Jesús, a quien, treinta días más tarde, joven madre radiante de felicidad y nobleza, llevaste al templo de Jerusalén.
4- Jesús, a quien, con la alegria y simplicidad de tu corazón, ofreciste a su Padre presintiendo que sería un día el Cordero del sacrificio.
5- Jesús, a quien seguiste en el camino de la humildad y de la obediencia, sometiéndote tú misma al rito de la purificación.
6- Jesús, a quien pusiste en los brazos del anciano Simeón, que acudió al Templo por inspiración del Espíritu Santo.
7- Jesús, a quien Simeón recibió con tanta alegría exclamando: «Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz».
8- Jesús, en quien Simeón saludó la luz de las naciones y la gloria de su pueblo Israel.
9 Jesús, de quien Simeón te predijo que un día, por su causa, una espada de dolor te traspasaría el alma.
10- Jesús, de quien la profetisa Ana decía igualmente cosas maravillosas que guardabas en tu corazón.
Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la gracia de una perfecta pureza de cuerpo, de espíritu y de corazón, y ruega por nosotros pecadores...
Gloria al Padre...
5. JESÚS PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO
Padre nuestro. Dios te salve, María... de tu vientre, Jesús.
1- Jesús, con quien tuviste que huir a Egipto para librarle de la cruel envidia de Herodes.
2- Jesús, que aprendió a caminar y a hablar en tierra de exilio, hijo feliz a quien cuidaba una madre tan distinguida.
3- Jesús, a quien, siguiendo el mandato del ángel, llevaste de nuevo a Nazaret, donde continuó creciendo en edad y sabiduría.
4- Jesús, de doce años, a quien llevaste por primera vez en peregrinación a Jerusalén, radiante de alegría él, y tú feliz con su contento.
5- Jesús, con quien oraste en comunión perfecta durante aquella Pascua que presagiaba para él otra, todavía lejana.
6- Jesús, a quien buscaste durante tres días, con lágrimas y angustia.
7 Jesús, a quien encontraste con tanta alegría en medio de los doctores de la Ley, admirados por la sabiduría de sus respuestas.
8- Jesús, quien te hizo comprender que su misión le exigía dedicarse ante todo a las cosas de su Padre.
9- Jesús, vuelto a Nazaret contigo, donde se te mantuvo sumiso con una intimidad de alma más profunda según crecía en edad.
10- Jesús, que en el día de las bodas de Caná a ruego tuyo hizo su primer milagro, revelándonos así tu maternal omnipotencia suplicante.
Santa María, Madre de Dios, alcánzanos el gustar la vida humilde y escondida, únicamente dedicada a la gloria de Dios, y ruega por nosotros pecadores...
Gloria al Padre...
---------------------------------------------USO DEL MÉTODO DE LAS CLÁUSULAS---------------------------------------------
Al comienzo de cada decena: Padre nuestro...
Después, las diez Dios te salve, María, de las que se dice solamente la primera parte, añadiendo cada vez la cláusula sugerida. Quede claro que cada uno es libre de modificar el contenido o la forma de estas cláusulas según sus propios gustos o su inspiración personal.
Después de la décima cláusula es cuando se añade: Santa Maria, Madre de Dios,... pero de la forma indicada, que evoca el «fruto» del misterio.
Por fin se termina con el Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo..., en la forma tradicional, o utilizando la fórmula bíblica (Apoc:)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Al Dios que era, y es, y ha de venir. Por los siglos de los siglos. Amén.
--------------------------------------------------OTRAS FORMAS DE UTILIZACIÓN--------------------------------------------------
1. Algunos fieles, aunque utilizan las cláusulas desarrolladas, prefieren, sin embargo, añadir la segunda parte del Ave María después de cada una de ellas. Costumbre muy laudable, aunque la recitación del rosario se ve notablemente alargada y el restablecimiento de la alternancia regular entre la alabanza y la súplica corre el riesgo de disminuir el carácter puramente contemplativo de la oración. Dicho de otra manera, se trata más bien de un rosario «meditado» al estilo clásico, utilizando simplemente las cláusulas para formular los diversos aspectos de los misterios.
2. El añadir la segunda parte del Ave María es sin duda indispensable si el rosario se recita con la intención de ganar la indulgencia plenaria. Pero conviene tener presente que, en lo sucesivo, no se puede ganar sino en condiciones muy estrictas determinadas por la constitución apostólica Indulgentiarum doctrina del 1 de enero de 1967. Por el contrario, el método tal como aquí se propone permite ganar ciertamente indulgencias parciales concedidas al uso y recitación del rosario.
3. En la recitación comunitaria será conveniente invertir la forma habitual de rezarlo diciendo la asamblea el Dios te salve, María y solo el animador, la cláusula. Pero ha de tenerse muy en cuenta lo delicado que es modificar la costumbre adquirida y procurar no herir las sensibilidades; pues lo esencial sigue siendo evidentemente favorecer la oración y la devoción a la Santísima Virgen.
Fuente | Autor :
http://www.mercaba.org/FICHAS/Devocione ... s_del_.htm