eduarod escribió:Estimado en Cristo Hector04:
Vamos a ver si te entendí.
Me parece que lo que estás argumentando es lo siguiente:
1. Que cuando modelamos la realidad NO estamos analizando la realidad DIRECTAMENTE y afirmando cosas de ella, sino la analizamos a través de nuestro modelo y afirmamos cosas de nuestro modelo, las cuales pueden resultar ciertas o no dependiendo de que tan fidedigno sea el modelo respecto a la realidad misma.
2. Asi pues, cuando afirmamos como verdadero que 1+1=2; en realidad NO estamos diciendo NADA respecto a la realidad, sino estamos efectuando o convalidando la definición de un axioma matemático, un mero convencionalismo referido a las reglas que usamos o queremos usar para modelar la realidad.
3. Y asi, en un caso real, la veracidad del resultado NO dependerá meramene del buen uso, o "uso veraz" de las reglas del modelo, sino, en una medida incluso mayor, dependerá de qué tan bien hecha esta la modelación de la realidad. Es decir, qué tan fidedigno es nuestro modelo para representar la realidad que supuestamente representa.
Pongamos un ejemplo sencillo con nuestro 1+1=2.
Resulta que vamos en un auto en una autopista en la que en cada kilómetro hay una placa indicando el número de kilómetros recorridos hasta ese punto a partir del origen. Y resulta que hemos partido del origen, por consiguiente, alguien hace la siguiente observación: "hemos pasado dos placas de kilómetro, 1+1=2, por lo que hemos recorrido 2 kilómetros, lo cual coincide con el número de esta placa y entonces es un hecho que estamos a dos kilómetros del origen". Hasta ahí todo parece correcto, verdadero y objetivo, se han aplicado adecuadamente las reglas del modelo, y parece que el modelo es legítimo y teóricamente adecuado para representar la realidad que se busca representar con el.
Pero ocurre que EN LA REALIDAD, alguien se equivocó y coloco la placa de los 2 kilómetros NO exactamente en el punto del kilómetro 2, sino 30 metros más adelante. Y entonces descubrimos que LA REALIDAD, la verdad objetiva, es que nos hemos desplazado 2.030 kilómetros Y NO 2 kilómetros. La falla de nuestro modelo 1+1=2 con el que quisimos representar esta realidad, por supuesto, está en que la realidad NO fue correctamente modelada, porque lo correcto hubiera sido modelar 1 + 1.03 = 2.03. Pero nosotros simplemente NO PODÍAMOS haber determinado ese modelo más correcto porque simplemente NO TENÍAMOS otro medio de medir o determinar la distancia real y, por consiguiente, la adecuación del modelo 1+1=2 a ella; por el contrario, teníamos motivos adecuados y legítimos para SUPONER que las placas estaban bien colocadas y que, por consiguiente, el modelo 1+1=2 era completamente correcto y aplicable; y, sin embargo, REALMENTE NO LO ERA.
4. Por consiguiente, y en virtud del punto anterior, sería importantísimo distinguir con toda precisión entre el resultado final que nos da nuestro modelo (2, en nuestro ejemplo) respecto a la REALIDAD y la VERDAD OBJETIVA (2.03, en nuestro ejemplo, pero ni siquiera el número 2.03 en sí, porque ese es meramente el resultado de otro modelo, sino el despalzamiento físico real que ha existido). Y esa distinción es la que pretendes hacer cuando rechazas que se hable de que el resultado de un procedimiento matemático, simple o complejo, nos puede proporcionar una verdad objetiva, sino más bien es donde consideras que es necesario afirmar que es un "apuntador" que PUEDE ser un "portador de verdad".
Asi, el 2 de nuestro ejemplo vendría a ser, digamos, un "falso" "portador de verdad", porque en realidad NO nos lleva a la verdad, sino tiende a confirmarnos en lo que es en realidad un error.
Por otra parte, el 2.03 de nuestro ejemplo vendría a ser un "auténtico" "portador de verdad", porque REPRESENTA la realidad de manera auténtica y fidedigna, de modo que, al conocer el resultado de ese modelo (1+1.03=2.03) podemos, entonces si, CONOCER la REALIDAD, que, como ya lo indicábamos antes, NO ES el número en si, sino el DESPLAZAMIENTO REAL que hemos efectuado.
5. Asi las cosas, entonces el conocimiento de la verdad objetiva (como ya también vimos, no hablando necesariamente de LA Verdad, que es Dios, sino de la veracidad que tienen las cosas por participacion de la Verdad) nos vendría, y asi debemos entenderlo NO meramente de la aplicación correcta de las reglas legítimas de un modelo convencional de consistencia comprobada y, en ese sentido, "veraz" en sus resultados. Sino sería también necesario incluir tanto que la representación de la realidad en los puntos de partida del modelo sea correcta (las placas indiquen el kilómetro en el punto correcto), y la "traducción" del resultado de vuelta a la realidad se haya hecho también correctamente (por ejemplo, se podría fallar en traducir el "portador de verdad" 2.03 a la realidad si no se entiende que ese valor indica el desplazamiento siguiendo el trazo de la carretera, con sus curvas y accidentes, y se piensa que representa un desplazamiento lineal de esa magnitud hasta el punto de origen, en ese caso el "portador de verdad" es auténtico y está bien calculado, pero precisamente en esta posibilidad de ser mal aplicado de vuelta a la realidad es donde demuestra no ser en sí mismo la verdad objetiva).
6. Asi las cosas, existen circunstancias donde, como en el ejemplo original, nos será imposible realmente saber si el modelo representa auténticamente la realidad (en el ejemplo al no poder medir de manera independiente y saber si la placa está colocada en el punto correcto o no), pero también existen circunstancias donde podremos garantizar que las relaciones de la realidad hacia el modelo y del modelo hacia la realidad están indudablemente bien hechas, y entonces TODO el conjunto, NO la mera aplicación del modelo, sino la aplicación del modelo JUNTO con el modelamiento correcto, nos llevará, ahí si, a un conocimiento objetivo de la verdad.
Para ver la distinción entre estas dos posiblidades, tomemos ahora la proverbial exclusión de la posibilidad de una mujer "medio" embarazada. O YA está embarazada o simplemente no lo está, NO PUEDE haber "medio" embarazadas.
Con esto en mente, esta claro que aquí se excluye completamente la posibilidad de error respecto a la asignación del modelo "1" a cada una de un par de mujeres embarazadas, de donde, cuando se aplica el modelo 1+1=2, y el resultado se regresa correctamente a la realidad, entonces tenemos que hay un par de mujeres que llevan bebés en su interior (lo que no necesariamente sabemos es cuántos bebés, porque podria haber gemelitos, he, he).
Ahora bien, los dos casos que estamos estudiando se dan respecto a si tenemos confirmación veraz y objetiva del embarazo, o simplemente la indicación de un posible "portador de verdad" al respecto.
Asi pues, si, por ejemplo, podemos ver en la mujer el vientre abultado y todos los demás signos de embarazo, podemos ver movimientos fetales externos, e incluso hemos confirmado la presencia de los bebés mediante ultrasonido, entonces tenemos los embarazos confirmados de manera objetiva y veraz, y podemos afirmar que hay un par de mujeres embarazadas siendo esto verdad objetiva.
Pero, por otra parte, si tenemos un par de mujeres que no tienen aún signos visibles de embarazo, y las que tan solo cuentan (cada una de ellas para poder afirmar su propio embarazo) con el resultado de una prueba casera. Es claro que esa prueba vendría a ser uno de esos "portadores de verdad" potencialmente falibles. Porque existe una probabilidad alta de que las pruebas estén indicando correctamente la verdad objetiva y, en efecto, cada una de esas mujeres esté embarazada, de donde nuestro otro "portador de verdad", que es el resultado del modelo matemático 1+1=2 sería correcto también y entonces la verdad objetiva fuese que, en efecto tenemos un par de mujeres embarazadas.
Pero podría ocurrir también que la prueba hubiera caido dentro del margen de error que tiene, dando un falso positivo, y como precisamente NO EXISTEN los 0.995 de embarazo que pudieran aproximarse a "1" embarazo, sino la realidad necesariamente es 0 ó 1, entonces tener una "mujer embarazada" con esa prueba falso positivo nos llevaría a que nuestro modelo 1+1=2 nos llevaría a la completamente falsa conclusión de que tenemos dos mujeres embarazadas, cuando en realidad tenemos una (o tal vez ninguna). Por consiguiente, a pesar de la correcta aplicación de nuestro modelo 1+1=2, el no poder contar con una confirmación veraz y objetiva de los embarazos, nos tiene que llevar por fuerza a afirmar que nuestro "portador de verdad" que es nuestro resultado "2", en este caso, simplemente NO nos da garantías de que nos esté reflejando la verdad objetiva, la cual, debemos entonces reconocer, nos es completamente desconocida.
7. Regresando finalmente a la inferencia estadística y reconociendo que, de acuerdo a lo que hemos expuesto, esta tan solo está compuesta de modelos y reglas de aplicación de los mismos, entonces, la correcta y veraz aplicación de estos modelos y reglas, sería esencialmente incapaz POR SÍ MISMA de producir en nosotros el conocimiento de la verdad objetiva. Lo que NO quiere decir que no pudiera servir como herramienta para llegar a conocer la verdad objetiva, sino meramente que no lo puede lograr por sí misma, puesto que depende necesariamente que el modelamiento de la realidad se haya realizado de manera correcta. Es importante entender bien y no confundir ese modelamiento correcto con la selección de muestras, pues esto último SI es parte de las reglas y procedimientos de la estadística; pero los procedimientos de la selección de muestras NO garantizan que esas muestras hayan sido correctamente modeladas. Por ejemplo, si la inferencia estadística se realiza, digamos, respecto al resultado de encuestas practicadas a personas escogidas bajo los criterios correctos de selección de muestras, eso de ningún modo nos permite garantizar que las respuestas de esas personas a las preguntas de la encuesta hayan sido correctas y veraces, incluso si las personas respondieron de buena fé. Por tanto, la relación entre la realidad y las "entradas" del modelo NO está garantizada, y caemos por fuerza en esa necesidad de reconocer que es imposible decir que el resultado represente entonces la verdad o la realidad objetiva. Es tan solo el resultado de una aplicación veraz y correcta de las reglas de un modelo apropiado. Pero cuya veracidad objetiva dependerá tanto de qué tan ciertas fueron las respuestas de las encuestas, como de la interpretación correcta del significado del resultado respecto a la realidad que se supone que representa.
Y asi, posiblemente el resultado nos pueda dar los medios para conocer la verdad objetiva, pero posiblemente no, y posiblemente, dándonos pistas incorrectas, incluso nos cause serias desviaciones y obstáculos para conocerla.
¿Es esto a lo que te referías?
Que Dios te bendiga.
Buenas noches, Eduarod. Aunque el texto citado es de una conversación tuya con Héctor, quiero comentarte que estoy básicamente de acuerdo con lo que explicas en el punto 7, pero voy más allá, la tarea de un buen científico estadístico es evitar en lo posible suposiciones en el modelo, lo que es casi siempre posible, pues toda suposición puede alejar de la realidad al sustituirla por una idea que en algunos casos simplificaría los razonamientos y en otras los podría complicar, pero que no aportaría objetividad si no pueden comprobarse los extremos supuestos. Por otro lado entiendo que los datos deben ser ciertos y exactos pues de otro modo mejor es ahorrarse el esfuerzo de obtenerlos.
Dios te bendiga,
Mariano Ruiz
España