Las palabras con las que Cristo se refiere a la futura resurrección completan la "revelación del cuerpo". Esta revelación penetra el cuerpo del hombre histórico y cuenta con dos direcciones: La del "principio" y la del "mundo futuro". El hombre lleva estas dos dimensiones en lo profundo de la experiencia del propio ser.
Y aunque Cristo senala que esta identidad se realiza de modo diverso respecto a la experiancia del "principio" y de toda la historia, el significado de ser en el "mundo futuro" se deriva del misterio mismo de la creación y que luego forma también la más profunda estructura de la historia del hombre en la tierra, ya que esta historia ha quedado profundamente penetrada por el misterio de la redención.
El matrimonio y la procreación solamente dan realidad concreta a ese significado de las dimensiones de la historia. La resurrección indica el final de la dimensión historica. En la resurrección el significado "esponsalicio" del cuerpo se realizará, como significado perfectamente personal y comunitario a la vez.
Los participantes del "otro mundo" volverán a encontrar en su cuerpo glorificado la fuente de la libertad del don. La perfecta libertad de los "hijos de Dios" alimentará con ese don tambien a cada una de las comuniones que constituirán la gran comunidad de la comunión de los Santos.
Entonces en base a las experiencias y conocimientos del hombre en "este mundo" es dificil construir una imagen plenamente adecuada del "mundo futuro" sin embargo con la ayuda de la palabra de Cristo logramos una aproximación y profesamos en nuestra fe la "resurrección de los muertos", en la " vida eterna" y en la "comunión de las santos"