1-¿Cómo permanecer unidos a Cristo?
Comulgando. Comiendo y bebiendo del cuerpo y la Sangre de Cristo. Y si no puedes hacerlo como en mi caso, comulga espiritualmente, visita a menudo el Sagrario, asiste a horas santas. El poder y amor de Jesús Sacramentado es infinito. No lo dudes. Y de eso ya di testimonio en el cuestionario 1 de este curso. Puedo agregar que además de mi conversión inmediata ante Jesús Sacramentado en Abril del 2013, posteriormente, en octubre del mismo año, cuando decidí asistir nuevamente a misa todos los domingos, el Señor me regalo el siguiente gran suceso en la iglesia cerca de mi casa (si aquella que por sencilla y pequeña, dudaba de que Dios estuviera presente). Después de la Consagración, el Padre estaba mostrando el Cuerpo de Cristo a todos los fieles y en eso se detuvo y dijo refiriéndose a todos los feligreses:
-Yo veo que ustedes bajan la vista ante el Cuerpo de Cristo. -Esto no es así, deben de verlo, quiero que todos lo vean y adoren. Obedeciendo al igual que muchos, levante la vista y al ver la Hostia me empecé a sentir muy mal, me puse frío, sudaba ídem, sentía que quería vomitar, defecar y orinar. Sentía que me moría .....era como si la Hostia me estuviera haciendo daño y quería salir por la puerta lateral de la Iglesia que estaba muy cerca de mi. MI esposa lo noto, vio mi rictus de terror, pero pensó que me encontraba en uno de esos procesos de llanto gozoso que me ocurren ocasionalmente durante la consagración. Por dentro me asusté, pensé que estaba ya infectado o algo similar, sólo alcance a pensar algo como esto: -Señor no se que me sucede, pero pase lo que pase me quedo aquí contigo. Y me sujete con fuerza de la banca....todo paso poco a poco y ya cuando el sacerdote mostró el Cáliz pude apreciarlo con más calma. Al terminar la misa, me moví a otra Iglesia cercana en la que también oficiaba el mismo sacerdote y durante la Consagración ya me vino ese llanto de gozo y agradecí A Dios, ya no sentir nada que me afectara de la manera ya descrita. Comprendí que la vista más preciosa de este mundo es poder presenciar el Cuerpo y sangre de Jesucristo en paz. En el Monasterio Benedictino de Texín en Teocelo, Veracruz, he visto asistentes afectados que no lo pueden hacer. No toleran a Jesús Sacramentado cerca. Mi hermano, docto en estos temas por la misericordia de Dios que le ha permitido su servicio en el ministerio de liberación de Xalapa, Veracruz por muchos años, me comento que probablemente había sido una sanación física, que me quedara tranquilo. El me dijo
- Para mi que tenias algún tapón de grasa rumbo a tu corazón y el Señor te sano. (padezco de alto nivel de triglicéridos y tengo una hipertrofia ventricular izquierda) Revise mis síntomas en conocido recurso medico y tenían concordancia con "ataque al corazón". Ya no busque más, cuando se trata del Señor no me gusta buscar de más, siento como si lo cuestionara, como si el biólogo que soy de profesión tratara de cuestionarlo una vez más como antaño, previo a mi conversión. Preferí quedarme con la duda y acatar su voluntad. Pase lo que pase, lo único que quiero es estar con Jesús. Hubo quien me sugirió que el enemigo me quería sacar de la Iglesia, una vez que noto que mi conversión era verdadera e incluía entre otras situaciones asistir a misa todos los domingos
Semanas después durante la homilía, el sacerdote con el que tuve este evento, comento un proceso similar en una señora que se curo de su sistema digestivo durante una oración de sanación en un domicilio particular (de esta curación el padre se percató y la anunció a los presentes en el momento en que se estaba efectuando) . Comento que en una situación así, era importante dar testimonio. Al terminar la Santa Misa lo alcance a la salida y le comente lo que me sucedió a manera de testimonio. Sonrió y le dije...-Padre definitivamente Jesús se manifiesta a nosotros, a personas como yo, a los más pecadores ¿verdad?. Expreso una sonrisa más grande y asintiendo con la cabeza comentó: -Ah eso sí, que no te quede la menor duda...
Comunión Espiritual (fuente:
http://es.catholic.net/aprendeaorar/688 ... .php?id=61)
Oración para hacer una comunión espiritual
Cuando no sea posible por una u otra razón recibir a Cristo en forma sacramental, o en cualquier momento en que uno desee ardientemente recibir a Jesús, se le puede recibir espiritualmente, pronunciando la siguiente fórmula con fervor, demostrándole a Jesús el deseo sincero de estar con Él.
Con la comunión espiritual, Jesús nos dará las gracias que necesitemos en ese momento para ser fieles a nuestra misión de ser testigos del Amor de Dios ante todos los hombres.
Creo Señor mío que éstas realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma; pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti; Oh Señor, no permitas que me separe de Ti 2-¿Cómo la Eucaristía logra que estemos unidos a Jesús de la misma manera en que una rama está unida a un árbol.
La Eucaristía es verdadero alimento que en verdad nos conecta con Jesús dándonos vida y manteniéndonos en comunión, tal como el agua y nutrientes pasan del tronco de una planta a sus ramas a través de los tejidos conductores. Depende de nosotros no cortarnos del tronco de Jesús.