Estimado VictorSL
Entiendo tu posición, pero no puedo conciliar
al Dios castigador con innumerables ejemplos
que apoyan la realidad del Dios amoroso
Como JMA ha explicado hasta el hartazgo, el hecho de que Dios castigue no lo hace menos amoroso, al contrario. Al castigarnos, Él busca(no siempre) nuestro arrepentimiento. Justamente si nos cansamos de pedir perdón, es que Dios puede recurrir a diversas formas, aún cuando eso implique el castigarnos si lo considera oportuno para que nos convirtamos. Acá te dejo algunas citas bastante claras:
“Castigando la culpa educas al hombre, y
roes como polilla sus tesoros. El hombre no
es más que un soplo.” (Salmo 39,12)
“Así como usa de misericordia, así también
castiga ; él juzga al hombre según sus
obras.” (Eclesiástico 47,13).
“El castigo y la reprensión acarrean
sabiduría; pero el muchacho abandonado a
sus antojos, es la confusión de su madre.”
(Proverbios 29,15).
“Porque el Señor castiga a los que ama , y
en los cuales tiene puesto su afecto, como lo
tiene un padre en sus hijos.” (Proverbios
3,12).
“Si bien cuando lo somos, el Señor nos
castiga como a hijos con el fin de que no
seamos condenados junto con este mundo.”
(1 Corintios 11,32).
“Sino que os habéis olvidado ya de las
palabras de consuelo, que os dirige Dios
como a hijos, diciendo en la Escritura. Hijo
mío, no desprecies la corrección o castigo
del Señor , ni caigas de ánimo cuando te
reprende. (Hebreos 12,4).
“Porque el Señor al que ama, le castiga ; y
a cualquiera que recibe por hijo suyo, le
azota y le prueba con adversidades.”
(Hebreos 12,5)
Con respecto a esto:
El Libro de Job, La parabola del hijo
prodigo, La Enciclica "Salvici Doloris", La
declaración del Papa Francisco (Dios nunca se
cansa de perdonarnos; nosotros nos cansamos
de pedir perdon), etc, etc.
La Salvifici Doloris jamás niega que Dios castigue, y en relación con Job dice:
“El libro de Job no desvirtúa las bases del
orden moral trascendente, fundado en la
justicia, como las propone toda la Revelación
en la Antigua y en la Nueva Alianza. Pero, a la
vez, el libro demuestra con toda claridad que
los principios de este orden no se pueden
aplicar de manera exclusiva y superficial. Si es
verdad que el sufrimiento tiene un sentido
como castigo cuando está unido a la culpa,
no es verdad, por el contrario, que todo
sufrimiento sea consecuencia de la culpa y
tenga carácter de castigo. La figura del justo
Job es una prueba elocuente en el Antiguo
Testamento. La Revelación, palabra de Dios
mismo, pone con toda claridad el problema
del sufrimiento del hombre inocente: el
sufrimiento sin culpa. Job no ha sido
castigado, no había razón para infligirle una
pena, aunque haya sido sometido a una prueba
durísima. En la introducción del libro aparece
que Dios permitió esta prueba por provocación
de Satanás.”
Juan Pablo II, Salvífici Doloris
La parábola del hijo pródigo no sirve para negar que Dios pueda castigar, ya que, si uno de los objetivos del castigo es el arrepentimiento del pecador, no era tan necesario si el hijo ya estaba arrepentido. Además, esa parábola de refiere a la actitud misericordiosa de Dios hacia los pecadores en general. Serviría si alguno hubiera afirmado que Dios castiga siempre, o con mucha frecuencia, lo que no sucede en este caso.
En el caso de la afirmación del papa Francisco, lo que dice es obvio, pero no contradice en nada a la afirmación de que Dios castiga.
Mi postura no es mía, es la que la Iglesia ha enseñado por 20 siglos.
Saludos.