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knight of christ escribió:Buenas noches hermanos, revisaba unas páginas en internet y leí que en muchos sitios católicos se habla de Alabanzas a la Virgen María, al referirse a las letanías, lo cual me llamó la atención..... quisiera que alguien me aclare si esto es válido....
Gracias y que El Señor y Nuestra Madre los bendiga.
eduarod escribió:knight of christ escribió:Buenas noches hermanos, revisaba unas páginas en internet y leí que en muchos sitios católicos se habla de Alabanzas a la Virgen María, al referirse a las letanías, lo cual me llamó la atención..... quisiera que alguien me aclare si esto es válido....
Gracias y que El Señor y Nuestra Madre los bendiga.
Estimado en Cristo knight of Christ:
¿Y porqué no había de serlo?
Una alabanza es simplemente un elogio, incluso algunas traducciones del Magnificat señalan "... me alabarán todas las generaciones..." (donde otras traducen: "...me llamarán dichosa [o bienaventurada]...").
La alabanza NO es, pues, algo reservado a Dios tal y como usualmente se entiende la Adoración, que es como culto de latría (aunque incluso esa palabra se usa también en otros contextos, tales como "adoro la comida", lo que evidentemente no quiere decir que sea uno un idólatra de los tallarines o que vaya a ofrecerle sacrificios a las albóndigas), si es lo que te preocupaba.
Que Dios te bendiga en la alegría de la Resurrección del Señor.
3. Por todo ello, y como para coronar estos testimonios todos de Nuestra piedad mariana, a los que con tanto entusiasmo ha respondido el pueblo cristiano, para concluir útil y felizmente el Año Mariano que ya está terminando, así como para acceder a las insistentes peticiones que de todas partes Nos han llegado, hemos determinado instituir la fiesta litúrgica de la "Bienaventurada María Virgen Reina".
Cierto que no se trata de una nueva verdad propuesta al pueblo cristiano, porque el fundamento y las razones de la dignidad real de María, abundantemente expresadas en todo tiempo, se encuentran en los antiguos documentos de la Iglesia y en los libros de la sagrada liturgia.
Mas queremos recordarlos ahora en la presente Encíclica para renovar las alabanzas de nuestra celestial Madre y para hacer más viva la devoción en las almas, con ventajas espirituales.
...
7. Los Sumos Pastores de la Iglesia creyeron deber suyo el aprobar y excitar con exhortaciones y alabanzas la devoción del pueblo cristiano hacia la celestial Madre y Reina.
...
No hay, por lo tanto, duda alguna de que María Santísima supera en dignidad a todas las criaturas, y que, después de su Hijo, tiene la primacía sobre todas ellas. «Tú finalmente —canta San Sofronio— has superado en mucho a toda criatura... ¿Qué puede existir más sublime que tal alegría, oh Virgen Madre? ¿Qué puede existir más elevado que tal gracia, que Tú sola has recibido por voluntad divina?»[52]. Alabanza, en la que aun va más allá San Germán: «Tu honrosa dignidad te coloca por encima de toda la creación: Tu excelencia te hace superior aun a los mismos ángeles»[53]. Y San Juan Damasceno llega a escribir esta expresión: «Infinita es la diferencia entre los siervos de Dios y su Madre»[54].
CARTA ENCÍCLICA AD CAELI REGINAM
DE NUESTRO SANTÍSIMO SEÑOR PÍO POR LA DIVINA PROVIDENCIA PAPA XII
SOBRE LA REALEZA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Y LA INSTITUCIÓN DE SU FIESTA
El 1 de noviembre de 1950, el venerable Papa Pío XII proclamó como dogma que la Virgen María «terminado el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial». Esta verdad de fe era conocida por la Tradición, afirmada por los Padres de la Iglesia, y era sobre todo un aspecto relevante del culto tributado a la Madre de Cristo. Precisamente el elemento cultual constituyó, por decirlo así, la fuerza motriz que determinó la formulación de este dogma: el dogma aparece como un acto de alabanza y de exaltación respecto de la Virgen santa. Esto emerge también del texto mismo de la constitución apostólica, donde se afirma que el dogma es proclamado «para honor del Hijo, para glorificación de la Madre y para alegría de toda la Iglesia». Así se expresó en la forma dogmática lo que ya se había celebrado en el culto y en la devoción del pueblo de Dios como la más alta y estable glorificación de María: el acto de proclamación de la Asunción se presentó casi como una liturgia de la fe. Y, en el Evangelio que acabamos de escuchar, María misma pronuncia proféticamente algunas palabras que orientan en esta perspectiva. Dice: «Desde ahora me felicitarán todas la generaciones» (Lc 1, 48). Es una profecía para toda la historia de la Iglesia. Esta expresión del Magníficat, referida por san Lucas, indica que la alabanza a la Virgen santa, Madre de Dios, íntimamente unida a Cristo su Hijo, concierne a la Iglesia de todos los tiempos y de todos los lugares. Y la anotación de estas palabras por parte del evangelista presupone que la glorificación de María ya estaba presente en el tiempo de san Lucas y que él la consideraba un deber y un compromiso de la comunidad cristiana para todas las generaciones. Las palabras de María dicen que es un deber de la Iglesia recordar la grandeza de la Virgen por la fe. Así pues, esta solemnidad es una invitación a alabar a Dios, a contemplar la grandeza de la Virgen, porque es en el rostro de los suyos donde conocemos quién es Dios.
SANTA MISA EN LA SOLEMNIDAD
DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
eduarod escribió:Estimado en Cristo anunciador:
1. La Oración de alabanza a Dios es un término teológico preciso que no debe confundirse con otras formas de alabanza. Es como si confundimos la Oración de petición dirigida a Dios y las implicaciones que esta tiene, con otras formas de petición, y entonces pretendemos equivocadamente deducir a partir de ahí que no le podemos pedir nada a nadie.
eduarod escribió:2. Y para despejar toda duda, citemos al Magisterio Universal de la Iglesia:3. Por todo ello, y como para coronar estos testimonios todos de Nuestra piedad mariana, a los que con tanto entusiasmo ha respondido el pueblo cristiano, para concluir útil y felizmente el Año Mariano que ya está terminando, así como para acceder a las insistentes peticiones que de todas partes Nos han llegado, hemos determinado instituir la fiesta litúrgica de la "Bienaventurada María Virgen Reina".
Cierto que no se trata de una nueva verdad propuesta al pueblo cristiano, porque el fundamento y las razones de la dignidad real de María, abundantemente expresadas en todo tiempo, se encuentran en los antiguos documentos de la Iglesia y en los libros de la sagrada liturgia.
Mas queremos recordarlos ahora en la presente Encíclica para renovar las alabanzas de nuestra celestial Madre y para hacer más viva la devoción en las almas, con ventajas espirituales.
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7. Los Sumos Pastores de la Iglesia creyeron deber suyo el aprobar y excitar con exhortaciones y alabanzas la devoción del pueblo cristiano hacia la celestial Madre y Reina.
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No hay, por lo tanto, duda alguna de que María Santísima supera en dignidad a todas las criaturas, y que, después de su Hijo, tiene la primacía sobre todas ellas. «Tú finalmente —canta San Sofronio— has superado en mucho a toda criatura... ¿Qué puede existir más sublime que tal alegría, oh Virgen Madre? ¿Qué puede existir más elevado que tal gracia, que Tú sola has recibido por voluntad divina?»[52]. Alabanza, en la que aun va más allá San Germán: «Tu honrosa dignidad te coloca por encima de toda la creación: Tu excelencia te hace superior aun a los mismos ángeles»[53]. Y San Juan Damasceno llega a escribir esta expresión: «Infinita es la diferencia entre los siervos de Dios y su Madre»[54].
CARTA ENCÍCLICA AD CAELI REGINAM
DE NUESTRO SANTÍSIMO SEÑOR PÍO POR LA DIVINA PROVIDENCIA PAPA XII
SOBRE LA REALEZA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Y LA INSTITUCIÓN DE SU FIESTA
eduarod escribió:E igualmente:El 1 de noviembre de 1950, el venerable Papa Pío XII proclamó como dogma que la Virgen María «terminado el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial». Esta verdad de fe era conocida por la Tradición, afirmada por los Padres de la Iglesia, y era sobre todo un aspecto relevante del culto tributado a la Madre de Cristo. Precisamente el elemento cultual constituyó, por decirlo así, la fuerza motriz que determinó la formulación de este dogma: el dogma aparece como un acto de alabanza y de exaltación respecto de la Virgen santa. Esto emerge también del texto mismo de la constitución apostólica, donde se afirma que el dogma es proclamado «para honor del Hijo, para glorificación de la Madre y para alegría de toda la Iglesia». Así se expresó en la forma dogmática lo que ya se había celebrado en el culto y en la devoción del pueblo de Dios como la más alta y estable glorificación de María: el acto de proclamación de la Asunción se presentó casi como una liturgia de la fe. Y, en el Evangelio que acabamos de escuchar, María misma pronuncia proféticamente algunas palabras que orientan en esta perspectiva. Dice: «Desde ahora me felicitarán todas la generaciones» (Lc 1, 48). Es una profecía para toda la historia de la Iglesia. Esta expresión del Magníficat, referida por san Lucas, indica que la alabanza a la Virgen santa, Madre de Dios, íntimamente unida a Cristo su Hijo, concierne a la Iglesia de todos los tiempos y de todos los lugares. Y la anotación de estas palabras por parte del evangelista presupone que la glorificación de María ya estaba presente en el tiempo de san Lucas y que él la consideraba un deber y un compromiso de la comunidad cristiana para todas las generaciones. Las palabras de María dicen que es un deber de la Iglesia recordar la grandeza de la Virgen por la fe. Así pues, esta solemnidad es una invitación a alabar a Dios, a contemplar la grandeza de la Virgen, porque es en el rostro de los suyos donde conocemos quién es Dios.
SANTA MISA EN LA SOLEMNIDAD
DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
No confundamos, pues, la gimnasia con la magnesia.
Saludos y bendiciones en la alegría de la Resurrección del Señor.
IvanEstoico escribió:Querido hermano en Cristo.
Y jamas podremos alabar como merece ser alabada la Dignisima Madre de Dios.
Que Dios te bendiga por intercesión de la Santísima Virgen Maria.
anunciador escribió:En cuanto a la frase : Las palabras de María dicen que es un deber de la Iglesia recordar la grandeza de la Virgen por la fe, no es lo que enseña María Santísima en el magnificat, ella dice [...]
IvanEstoico escribió:Querido hermano en Cristo.anunciador escribió:En cuanto a la frase : Las palabras de María dicen que es un deber de la Iglesia recordar la grandeza de la Virgen por la fe, no es lo que enseña María Santísima en el magnificat, ella dice [...]
¡Corriges al Santo Padre Benedicto XVI a quien Dios mismo asiste para confirmarnos en la fe!, recuerda que el Romano Pontífice goza de un carisma especial en el ejercicio de su magisterio y que a nadie le es licito juzgar acerca de su juicio.
¿Quien esta cayendo en marianismo excesivo?
Que Dios te bendiga por intercesión de la Santísima Virgen Maria.
IvanEstoico escribió:Querido hermano en Cristo.
Creo que fue bastante claro lo que resalte de tu comentario y ademas no estoy sacando conclusiones de las palabras del Santo Padre, solo evidencie lo que hiciste. Ahora bien, ¿Podrías exponer por favor el marianismo excesivo?
Que Dios te bendiga por intercesión de la Santísima Virgen Maria.
IvanEstoico escribió:Queridos hermanos en Cristo.
Es lamentable que en la grey católica se pretenda descalificar la alabanza a la Excelsa Madre de Dios Santa Maria, pues tal cosa solo se puede esperar del protestantismo, pues bien, aunado a la duda de un hermano que piensa que rezar coronillas esta mal, puedo concluir que esto se debe a que se inclinan mas en conocer los errores del protestantismo que la verdad depositada en la Iglesia.
Que Dios derrame sus bendiciones sobre nosotros por intercesión de la Santísima Virgen Maria.
anunciador escribió:IvanEstoico escribió:Queridos hermanos en Cristo.
Es lamentable que en la grey católica se pretenda descalificar la alabanza a la Excelsa Madre de Dios Santa Maria, pues tal cosa solo se puede esperar del protestantismo, pues bien, aunado a la duda de un hermano que piensa que rezar coronillas esta mal, puedo concluir que esto se debe a que se inclinan mas en conocer los errores del protestantismo que la verdad depositada en la Iglesia.
Que Dios derrame sus bendiciones sobre nosotros por intercesión de la Santísima Virgen Maria.
En esto es que saco a relucir los dos tipos de marianismo, pero como dije antes, me gustaría que se trate en otro tema.
anunciador escribió:pero puedo adelantarle que todo aquel que alabe primero a María santísima antes que Dios ya ha pecado contra el primer mandamiento y contra la Iglesia porque no es eso lo que enseña sino que por desconocimiento de la doctrina algunos cometen esos excesos.
IvanEstoico escribió:Querido hermano en Cristo.
La verdad es que la devoción a la primera y exclusiva Obra de Dios no tiene otro fin que darle gloria al Creador y no existe cosa que mengue u ofenda tal gloria. Dios vino al mundo a través de Ella y de igual manera acaece con nosotros ya que es la mediadora de todas las gracias del Señor. «Tal perfección no pueden, en modo alguno, glorificar dignamente ni las lenguas de los ángeles ni las de los hombres» (Ineffabilis Deus) y gracias a la intercesión de esta fermosisima Señora advertimos la nada que somos ante la Omnipotencia de Dios a la vez que recibimos su Amor y su Misericordia.
IvanEstoico escribió:Digo esto pues me parece inaudito que con el Catecismo pretendas menguar y descalificar las alabanzas a quien es Domicilio de Dios, ¿acaso alguien a escrito que nuestro fin ultimo es Santa Maria o bien que somos justificados por la fe en ella? En fin recalco que es lamentable tal cosa pues no estas tratando (gracias a Dios) con católicos de fe muerta.
IvanEstoico escribió:Por ultimo «Si quieres ofrecer algo a Dios, procura presentarlo por las manos agradabilísimas y dignísimas de María, si no quieres ser rechazado» (San Bernardo).
Que Dios te bendiga por intercesion de la Santisima Virgen Maria.
anunciador escribió:,,,El tema es si es valido las alabanzas a la Virgen María...
... y tomando como punto de referencia el magníficat soy bastante claro al indicar en su orden que primero es la alabanza y la exaltación a Dios antes que a la Virgen y a los Santos;
anunciador escribió:y en esto a continuación tienes un error:IvanEstoico escribió:Por ultimo «Si quieres ofrecer algo a Dios, procura presentarlo por las manos agradabilísimas y dignísimas de María, si no quieres ser rechazado» (San Bernardo).
Que Dios te bendiga por intercesion de la Santisima Virgen Maria.
Aquí confundes la alabanza con el ofrecimiento?, la alabanza a Dios y la oración de alabanza a Dios es desinteresada y alabarlo por lo que es Él sin pedir nada en ese momento y como bien usted dijo es reconocer ante Dios nuestra nada así como María santísima lo reconoció y en ello en acojo a sus palabras y es allí en donde puede empezar a ofrecer mi nada a Dios por medio de la intercesión de María santísima. es que le cuesta trabajo reconocerlo?
anunciador escribió:Todo esto me pone a pesar que usted o algunos católicos desinformados no manifiesta primero la alabanza a Dios antes que el ofrecimiento por intercesión de María santísima o a los Santos ya que se inclina a decir lo contrario.
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