Para poder entender estas cuestiones es necesario entender la división de la ley levítica. Estas leyes se pueden subdividir en 3 categorías:
Ley Ceremonial
Ley Civil o Judicial
Ley Moral
Esta división de ninguna manera es un invento moderno arbitrario para evadir preguntas difíciles de los opositores del cristianismo. Juan Calvino (1509-1564) distinguía estas 3 leyes en su obra llamada Los Institutos de la Religión Cristiana al igual que su sucesor, Francis Turretin (1623-1687).
Pero este concepto es aun más antiguo y se puede remontar a la obra magistral de Tomas de Aquino (1225-1274); La Suma Teológica en la que escribe:
“Debemos entonces distinguir tres tipos de preceptos en la Ley Antigua; preceptos ‘morales’ dictados por la ley natural; preceptos ‘ceremoniales’ determinados para el culto de adoración divino; y preceptos ‘judiciales’ determinados para mantener la justicia entre los hombres.”
Incluso San Agustín (354-450), en su obra Contra Faustum Manichaeum, escribe:
“Por ejemplo, ‘No Codiciaras’ es un precepto moral; ‘Circuncidaras a todo varón al octavo día’ es un precepto simbólico.”
Es claro por el contexto que Agustín aquí está utilizando la palabra “simbólico” para describir lo que hoy consideramos como algo “ceremonial.”
Esta naturaleza multifacética de la ley también fue reconocida por Tertuliano (160-220) y Justino Mártir (103-165).
¿Qué es la ley Ceremonial?
Los israelitas fueron el pueblo escogido de Dios desde la antigüedad—el pueblo por medio del cual Dios traería salvación del yugo del pecado y la maldad por medio del mesías. Como tales, Dios les mandó una serie de leyes y reglamentos a seguir con el fin de separarlos de los pueblos aledaños. Esto incluía la práctica de la circuncisión por ejemplo (Génesis 17).
Esto fue parte del pacto con Abraham con el fin de distinguirse de sus vecinos paganos. Hubo muchas otras leyes ceremoniales, incluyendo reglas dietéticas y de rituales de limpieza.
¿Qué es la ley Judicial/Civil?
La ley judicial incluye ciertos reglamentos específicos para regir la cultura del antiguo Israel. Las leyes que caen en esta categoría
incluyen penalizaciones por crímenes varios, reglas para hacer negocios y transacciones de bienes y el tratamiento de servidores y esclavos.
¿Qué es la ley moral?
La ley moral describe los mandamientos de Dios que son válidos independientemente de culturas y naciones. La ley moral incluye los diez en Éxodo 20. De acuerdo a la Biblia, los humanos tenemos un sentido agudo de moralidad escrito en nuestros corazones (Romanos 2) pero hemos violado este estándar y por lo tanto fallamos a dar el ancho de la justicia de Dios (Rom. 3:32). Gálatas 3:13-14 describe la solución provista por Dios:
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”
Cristo, así, satisfizo la justa ira de Dios que nosotros merecíamos. El recibió el justo castigo que nosotros merecíamos por nuestra maldad y levantó la maldición de la que la ley nos acusaba. Así entonces nosotros recibimos perdón al depositar nuestra confianza en el poder salvador de Jesús.
Ahora la pregunta es:
¿Cuales de estas 3 categorías de leyes nos aplican a los cristianos hoy día?Solamente la ley moral nos aplica a nosotros. Las leyes ceremoniales y judiciales del antiguo Israel ya no nos aplican. Gálatas 2:1-3; 5:1-11; 6:11-16; 1 Corintios 7:17-20; Colosenses 2:8-12; Filipenses 3:1-3 indican que el pacto de la circuncisión ha terminado. Lo que ahora “vale” es la circuncisión del corazón—la cual toma forma de fe en Cristo y arrepentimiento de nuestro pecado.
En Hechos 10, leemos acerca de la visión de Pedro:
“9 Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.
10 Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; 11 y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; 12 en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo.
13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.
14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.
15 Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. 16 Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo.”
La visión de Pedro sugiere que los requerimientos dietéticos de la ley ceremonial no aplican más a los cristianos. Hebreos 10:1 también indica que la les es solo “la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.” Ahora, aquel a quien la ley apuntaba—Cristo el mesías—ya ha venido y cumplido con el simbolismo de las leyes ceremoniales.
veritasfidei.org
NOTA: Es incorrecto argumentar comparando dos tipos diferentes de leyes. Probablemente has escuchado algo como: “si ignoramos que la Biblia diga que no nos podemos afeitar, ¿por qué no podemos ignorar lo que dice en contra de la homosexualidad?” La razón es sencilla: las Leyes Cívicas (que tienen que ver con afeitarse) no nos aplican; las Leyes Morales (como las que prohiben la homosexualidad) sí aplican. No podemos confundir los diferentes tipos de leyes. Desafortunadamente, esto es una práctica intelectualmente deshonesta.