Hola queridos amigos. ¿Se pusieron a pensar que Dios nos quiso solteros hasta éste punto para preservarnos mayormente íntegros? ¿A que me refiero con ésto? Les comento mi caso. De no haber ido soltero hasta éste punto de mi vida (tengo treinta y tantos) no hubiera podido hacer los viajes que hice a tantos lugares, lugares que visité siempre (en mi etapa adulta) con el propósito de honrar a Nuestra Santa Madre María, allí dónde fuera. De no haber sido soltero no hubiera aprendido lo que ahora se de Doctrina.
De no haber sido soltero no habría aprendido tanto de los santos.
De no haber sido soltero no habría profundizado tanto en la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, al punto de conmoverme en mi pequeñez ante el Amor con mayúsculas del Redentor.
De no haber sido soltero no habría llegado a amar tanto a María. Durante mucho tiempo de mi vida yo no le rezaba a María, no la consideraba, salvo excepciones en las que invocaba su ayuda cuál formula mágica (ignorante de mí). Yo era un católico en el mejor de los casos correcto, hasta ahí nomás. Pobre de mí.
Es tentador para nosotros el pensar en encontrar a esa persona, y llegado el caso, soportar sus defectos en pos de no estar solos. Pero la Gracia de Dios es tan grande que quizás Él nos quiere preservar de una relación sufrida, o sin amor, o tibia. Yo sería incapaz (quiero creerlo) de formar una familia sin amor. De tener un hijo y negarle el crecer bajo el amor de un papá y una mamá que se amen. No lo quiero a eso. Un rotundo No.
Y aquí les dejo el mensaje positivo: al comienzo del posteo dije "hasta éste punto de mi vida", no dije para el resto de mi vida. Todo lo que aprendí en mi vida, lo bueno y lo malo, me trajo hasta aquí. Pero no fue hasta que Dios dejó de ser solo una palabra saliendo de mi boca para pasar a ser el sentido de mi vida. Mi Padre Eterno, que me dió un alma y me hizo hijo suyo. Quien me dió a la Madre Iglesia para iluminar mis pasitos. Quién me dió a María Santísima, mi Madre dulce y pura. Mi todo. Mi regocijo diario.
Ahora se lo que significa el querer formar una familia a semejanza de Jesús, María y José. Ahora se que el propósito de formar una familia es la de honrar a Dios amándolo y amando a esas almas que Él quiere que estén a mi lado. Ese amor surge en la Tierra pero continúa en el Cielo, multiplicado al infinito.
Espero que les haya agradado y ayudado en algo mi posteo
Un abrazo, queridos amigos!!!