por Agzam » Sab Abr 30, 2016 4:40 pm
El porqué de nuestro catolicismo supera algo más que una explicación dada por hechos fortuitos.
No somos católicos por predestinación, así como ser católico por tradición tampoco es la mejor respuesta a pesar de que es la forma más común por la cuál conocemos la verdad. Si el espíritu se torna dubitativo siempre debemos considerar a la luz de la fe todos aquellos actos que por bondad hizo nuestro Señor Jesucristo; los cuales están datados en las Sagradas Escrituras; depende ciertamente de el tipo de duda implantada. Existe toda una explicación histórica de porqué la Iglesia Católica es la "iglesia verdadera", técnicamente no hay debate frente a eso; aunque existe el contraargumento de quien creó la Iglesia Católica fue Constantino, en realidad este hombre solo decreto la libertad de culto(dentro de lo cuál cesaba la persecusión cristiana) precisamente porque el cristianismo estaba muy extendido y no porque él lo hubiese creado; además gracias a los Padres y Doctos de la Iglesia es como la misma se ha mantenido íntegra de fuertes herejías; paganismo, gnosticismo, arrianismo, etc..
Lo que debemos mirar es que si nos encontramos dentro de la Iglesia Católica en plenas facultades mentales es porque precisamente tenemos ante nosotros una clara bendición, una oportunidad que él nos ha presentado para conocer la verdad; el problema es que mientras más nos acerquemos al señor, el enemigo siempre intensificará sus ataques y es entonces cuando cedemos a la duda, a la incertidumbre.
Dios es Dios y su palabra es bastante clara; "un solo señor, una sola fe, un solo bautizmo, un sólo Dios y Padre."
Reflexionar en torno a este tema no tiene nada de malo porque esta serie de argumentos relajan la consciencia que de por sí rebeldemente gusta de premisas lógicas; pero recordemos siempre que es una cuestión de fe mas que de razón. En efecto, mucho de lo que encontraremos tiene su explicación pero no siempre funciona, y cuando no lo hayamos encontrado no desistamos; es precisamente porque Dios no puede ser descrito por palabras humanas; tan simples e indignas de la omnipotencia.
Sin más, espero que esto te haya llegado hermano. Continuemos en el buen sendero y que Dios afianze tu fe a pesar de cualquier tribulación, pues ese es el verdadero tesoro que se necesita para entrar en el Reino de los Cielos.
- Reciban un saludo y oro por que estén en la gracia del Señor.