por Jesus Paez » Mié Jul 13, 2016 8:35 pm
1. ¿Cuál es la definición de ateo?
Que niega la existencia de Dios. Sin embargo el ateo tiene ciertas características básicas como: el odio; utilizan blasfemias como una manera de mostrar orgullosamente su ateísmo; también usan caricaturas ofensivas de lo más sagrado para nosotros; Su reacción ante nuestra fe es usualmente violenta; hablar de Dios les cambia la expresión de su cara, con lo cual demuestran que más que no creer en Dios, parece que lo odian. No se entiende que no crean y pierden su tiempo persiguiendo y atacando a algo no existente.
2. ¿Está la Iglesia en contra del avance de la ciencia?
Para la Iglesia Católica no existe motivo alguno para un conflicto entre fe y ciencia, existen muchos científicos que se han empeñado en señalar la imposibilidad de entablar un diálogo sano entre ambas. Un estudio publicado en Estados Unidos mostraría que el problema no sería por causa de la fe ni de la ciencia, sino más bien de algunos científicos, quienes en su mayoría rechazan el dato revelado y se declaran ateos, con sus consecuentes prejuicios y vicios metodológicos. La Fe no es contraria a la razón. Creer no significa abdicar de la razón. Tampoco la Fe puede ser contraria a la Ciencia, pues lo verdadero no puede contradecir a lo verdadero. La verdad tiene una misma fuente que es Dios y Dios no puede contradecirse. Las realidades no-sagradas y las realidades sagradas provienen de la misma fuente que es Dios. San Agustín nos indica cómo debe ser la relación entre la Fe y la razón, ¿para qué? y ¿cómo? utilizar nuestra inteligencia: “Creo para comprender y comprendo para creer mejor”.
3. ¿La teoría del big bang es compatible con la doctrina de la Iglesia?
Bueno, el argumentar desde nuestro propio testimonio, o desde el de otros, o desde lo que sabemos por la Iglesia es inútil, ya que es un argumento circular, y no podemos movernos ni lograr que alguien no creyente nos crea.
Para este curso en que se pretende dar herramientas a los cursillistas, para defender la fe; en mi opinión: no está claro, poder responder la pregunta, la razón estriba en un conocimiento de la física, y su terminología, para entender lo que se afirma.
Según el autor del texto elaborado para esta lección 3, dice: Cada vez que algún ateo me menciona la teoría del big bang, no puedo evitar sonreír pícaramente (pues considera que es lo mismo), ya que como diría Ripley: Aunque Ud. no lo crea, esa teoría cabe perfectamente en la Iglesia católica, SÍ, así es, de hecho la diferencia entre un científico ateo y los católicos es que nosotros sí sabemos quién inicia el Big Bang.
Unas líneas más abajo agrega: La teoría del Big Bang tiene retos para los científicos, ya que no pueden explicar, por ejemplo: Ese vacío que existía antes de la dilatación, para nosotros con leer el Génesis lo entendemos:
Gn 1, 1-2: 1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
Clarísimo, ¿No? «El cosmos no puede haber existido desde la eternidad». Es dogma de fe que el cosmos no es eterno, sino que ha sido creado por Dios en el principio del tiempo.
Dice San Pablo que Dios es «el Creador de todas las cosas. Él existe antes que todas las cosas».
Queda claro y contundentemente respondida la pregunta desde el punto de vista religioso, sobre la creación del mundo.
El evangelio nos prepara para conocer cuál será la respuesta de los sabios e inteligentes del mundo, (cf. 1 Co 1, 19-21) 19 Porque dice la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el docto? ¿Dónde el intelectual de este mundo?. ¿Acaso no entonteció Dios la sabiduría del mundo? 21 De hecho, como el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a Dios en su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la locura de la predicación. (Cf. Mt 11, 25) 25 En aquella ocasión Jesús exclamó: "Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, pues así fue de tu agrado.
Pablo tampoco tenía el conocimiento sobre el punto de vista científico de la creación, sin embargo, fue al Areópago y confrontó a filósofos, sabios y entendidos de la época y les hablo de Jesús. (Cf Hch 17, 18-28) 18 Algunos filósofos epicúreos y estoicos entablaron conversación con él. Unos preguntaban: "¿Qué querrá decir este charlatán?", mientras otros comentaban: "Parece ser un predicador de dioses extranjeros." Porque le oían hablar de "Jesús" y de "la resurrección". 19 Lo tomaron, lo llevaron con ellos a la sala del Areópago y le preguntaron: "¿Podemos saber cuál es esa nueva doctrina que enseñas? 20 Nos zumban los oídos con esas cosas tan raras que nos cuentas, y nos gustaría saber de qué se trata." 21 Se sabe que para todos los atenienses y los extranjeros que viven allí no hay mejor pasatiempo que contar o escuchar las últimas novedades. 22 Entonces Pablo se puso de Pie en medio del Areópago, y les dijo: "Ciudadanos de Atenas, veo que son personas sumamente religiosas. 23 Mientras recorría la ciudad contemplando sus monumentos sagrados, he encontrado un altar con esta inscripción: "Al Dios desconocido." Pues bien, lo que ustedes adoran sin conocer, es lo que yo vengo a anunciarles. 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él no vive en santuarios fabricados por humanos, pues es Señor del Cielo y de la tierra, 25 y tampoco necesita ser servido por manos humanas, pues ¿qué le hace falta al que da a todos la vida, el aliento y todo lo demás? 26 Habiendo sacado de un solo tronco toda la raza humana, quiso que se estableciera sobre toda la faz de la tierra, y fijó para cada pueblo cierto lugar y cierto momento de la historia. 27 Habían de buscar por sí mismos a Dios, aunque fuera a tientas: tal vez lo encontrarían. 28 En realidad no está lejos de cada uno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como dijeron algunos poetas suyos: "Somos también del linaje de Dios."
4. ¿Dios puede ser demostrado científicamente?
«A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber contradicción entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios e infunde la fe otorga al espíritu humano la luz de la razón, Dios no puede negarse a sí mismo, ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero» (Concilio Vaticano I: DS 3017). «Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nunca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son» (GS 36,2).
Para probar la existencia usaremos el principio de causalidad.
El principio de causalidad dice que todo lo que empieza a existir, debe tener una causa proporcionada. La razón es obvia Pues nadie da lo que no tiene. Una cosa que no tiene existencia no puede dársela a sí misma. Debe existir otra que le da la existencia. Así al percibir el humo estamos seguros de la existencia del fuego. Al ver un reloj sabemos que existe un relojero que lo hizo. Luego, por medio del principio de causalidad, podemos inferir con toda seguridad, la existencia de una cosa desconocida, por ser la causa de otra ya conocida.
Por lo tanto, si todo tiene una causa, entonces al preguntarnos sobre cuál fue la causa primera o como fue la creación del universo, los científicos se vuelcan en teorías que hablan de “singularidades” o sea de algo no normal, pero que sucedió por alguna rara y extraña razón, hablan de energía comprimida y de cómo por medio de probabilidades muy bajas se colisionan partículas formando materia sólida, de ahí los planetas y forman lo que hoy vemos, con la inexplicable perfección y con el balance que vemos en el universo. Francamente las probabilidades de que la energía y materia comprimida (que siempre existió), formara el sistema solar con un planeta capaz de tener atmosfera, y agua, y de ahí formar todo lo que vemos hoy (incluyéndonos) es simplemente increíble, los ateos usualmente caen en lo que nos critican: “Algún día la ciencia explicara cómo fue” ¡Señores, esa es fe!. Conclusión: la causa de todo es DIOS.
5. ¿La Inquisición mato a Galileo Galilei?
La Inquisición Romana abrió dos procesos contra Galileo Galilei: El primero ocurrió en el año 1616, aunque de hecho la causa se abrió y se desarrollaron algunas diligencias procesuales durante varios meses, oficialmente el tribunal nunca le dijo nada, ni le citó, ni le condenó, por eso no se consideró que se trataba de un auténtico proceso. Sin embargo estos hechos condicionaron lo que sucedió con el segundo proceso sucedido en el año 1633, el cual fue un proceso en toda regla: Galileo fue citado a comparecer ante el tribunal de la Inquisición de Roma, tuvo que presentarse y declarar ante ese tribunal, y finalmente fue condenado. Se acusó a Galileo de sostener el sistema heliocéntrico propuesto en la antigüedad por los Pitagóricos y en la época moderna por Copérnico: afirmaba que la Tierra no está quieta en el centro del mundo, como generalmente se creía, sino que gira sobre sí misma y alrededor del Sol, lo mismo que otros planetas del Sistema Solar. Esto parecía ir contra textos de la Biblia donde se dice que la Tierra está quieta y el Sol se mueve, de acuerdo con la experiencia; además, la Tradición de la Iglesia así había interpretado la Biblia durante siglos, y el Concilio de Trento había insistido en que los católicos no debían admitir interpretaciones de la Biblia que se aparten de las interpretaciones unánimes de los Santos Padres.
A pesar de todo esto, debe quedar bien claro que a Galileo no lo mató la Inquisición, ni nadie. Murió de muerte natural, en su propia casa, la Villa del Gioiello, en Arcetri, en las afueras de Florencia, donde vivió y trabajó hasta su muerte, el día miércoles, 8 de enero de 1642, hacia las cuatro de la madrugada, murió con firmeza filosófica y cristiana, a los setenta y siete años de edad, diez meses y veinte días”. Aunque fue condenado a prisión, no se llegó a ejecutar, pues estuvo varios días en Villa Medici, en Roma; después, por una estancia de varios meses en el palacio de su amigo el arzobispo de Siena; y a continuación (finales de 1633), se le permitió residir, en una especie de arresto domiciliario.
La decisión de la autoridad de la Iglesia fue equivocada, pues no calificó al heliocentrismo como herejía, ni era un acto de magisterio infalible.
6. En la historia, ¿Hubo algún científico sobresaliente creyente en Dios?
Si, hubo varios científicos, que si creyeron en Dios, como Nicolás Copérnico (1473-1543), Galileo Galilei (1564-1642), René Descartes (1596-1650), Isaac Newton (1642-1727) y Alberto Einstein (1879-1955), entre muchos.
7. Menciona algunas causas de ateísmo.
a) El placer: Para los hombres sedientos de placeres, Dios es un estorbo. Él da mandamientos que se oponen a las malas inclinaciones. El que amenaza con castigos los placeres pecaminosos, va a ser un día Juez omnisciente y justísimo. Pero tal Dios no les conviene a los inmorales y cobardes. Por eso lo niegan, tratan, pues, de convencerse a sí mismos, y acaso a los demás, de que Dios no existe, aunque en el fondo creen firmemente en su existencia.
b) La soberbia: La fe exige humildad y disposición para aceptar las verdades reveladas por Dios y que el hombre no puede encontrar por sí mismo. Entre los modernos hay quienes se jactan de ser autónomos, que quieren confiar sólo en su razón, no en la autoridad ajena. Rechazan lo que no han encontrado ellos mismos por su trabajo intelectual. Y por esa razón rechazan la religión y la fe en Dios.